"Nueva era" en el tratamiento de cáncer

BBC Ciencia
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) acaba de aprobar una nueva forma de tratamiento contra el cáncer de próstata que, según los expertos, marcará el comienzo de una nueva era en la lucha contra la enfermedad.

La nueva vacuna funciona "preparando" a los glóbulos blancos para combatir a las células cancerosas.

Se trata de una vacuna "personalizada" que combate el cáncer estimulando el propio sistema inmune del paciente.

Aunque la terapia -llamada Provenge- no es una cura, las pruebas clínicas llevadas a cabo por investigadores del Instituto de Cáncer Dana-Farber, en Boston (EE.UU.), mostraron que el tratamiento puede extender la vida de los pacientes con cáncer avanzado y reducir su riesgo de muerte.

La aprobación de la FDA significa que podrá estar disponible para ciertos pacientes dentro del próximo año.

Tal como le dijo a la BBC el doctor Otis Brawley, Director Médico de la Sociedad Estadounidense de Cáncer, tan sólo en EE.UU. -donde 192.000 hombres son diagnosticados con cáncer de próstata cada año- decenas de miles de pacientes podrán potencialmente beneficiarse con esta nueva terapia.

"Es un avance muy importante no sólo para el cáncer de próstata sino para varios otros tipos de la enfermedad, porque eventualmente la vacuna podrá usarse para melanoma, cáncer de mama, etc.", afirma el experto.

"Es un tratamiento extraordinario y único, algo que nunca antes había existido y tal como demostraron los excelentes resultados de los ensayos clínicos, esta terapia prolongó la supervivencia de pacientes con un tipo de cáncer de próstata muy difícil de tratar", agrega el doctor Brawley.

Inmunoterapia

A diferencia de las vacunas preventivas, como las de la gripe, que refuerzan el sistema inmune para ayudar a proteger a la persona para que no contraiga la enfermedad, este nueva vacuna "ordena" al sistema inmune que combata la enfermedad que ya está presente en el organismo.
Este tipo de vacuna, llamada "inmunoterapia celular autóloga", se produce retirando glóbulos blancos del paciente para exponerlos a una proteína de las células cancerosas de próstata y a una molécula estimulante.

Posteriormente se inyecta la vacuna al paciente (en tres dosis durante un mes).
Lo que hace este proceso es "preparar" a los glóbulos blancos para que sean capaces de estimular al sistema inmune del paciente y atacar a las células cancerosas cuando son reintroducidos en el organismo.

Los ensayos clínicos de última fase de Provenge fueron llevados a cabo en varias centros médicos de EE.UU. con 512 pacientes con cáncer de próstata avanzado, que ya se había extendido fuera de la glándula y que continuó avanzando incluso cuando se le privó de andrógenos.
Los resultados mostraron que la vacuna logró extender la supervivencia de los pacientes en un promedio de 4,5 meses, mejorando las tasas de supervivencia de tres años en 38% y reduciendo el riesgo general de muerte en 22,5%.
"Los pacientes que participaron en el estudio eran hombres que ya habían sido tratados con terapia hormonal, muchos ya habían recibido quimioterapia", explica el doctor Brawley.
"Eran pacientes que ya no tenían muchas esperanzas de poder sobrevivir", agrega.

Paso "enorme"

La vacuna se suministra en tres dosis a lo largo de un mes.
"Y aunque una prolongación de 4,5 meses en la supervivencia que se logró con esta vacuna no parece mucho, en el tratamiento de cáncer de próstata es un avance muy importante".
Tal como expresa el especialista, esta nueva terapia personalizada, basada en las características únicas de cada paciente, marca el comienzo de una era muy importante en el tratamiento de cáncer.

"Esta es una forma nueva de combatir el cáncer y sé que en el futuro se usará este mecanismo en el tratamiento de varios otros tipos de la enfermedad", dice Brawley.
"Ciertamente no es una cura contra el cáncer pero es un enfoque totalmente nuevo. Durante más de 40 años hemos estado tratando de encontrar formas de lograr que el propio organismo se encargue de combatir esta enfermedad y hemos tenido éxitos muy moderados con vacunas de inmunoterapia para cáncer de riñón y melanoma".

"Pero ésta es la primera vez que logramos un tratamiento real de transferencia de glóbulos blancos y por eso es un paso tan importante".

"Para los que nos dedicamos a investigar el tratamiento de cáncer es un paso enorme, y espero que en unos 10 años podamos prolongar aún más la supervivencia de estos pacientes", expresa el científico.

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