Morales pidió que los bolivianos voten solo por el oficialismo
Por Sebastián Ochoa
Desde Cochabamba
El gobierno de Evo Morales prevé triunfar con el 70 por ciento de los votos y controlar siete de los nueve departamentos. Pero las encuestas dicen otra cosa, aunque todos los sondeos se contradicen por decenas de puntos, de acuerdo con los intereses de quien hubiera pedido la medición. Según las que tienen mayor circulación, el Movimiento Al Socialismo (MAS) este domingo ganará cuatro prefecturas, mientras en tres podría haber empates técnicos. Y dos continuarán en poder de la oposición. En los cierres de campaña se cruzaron acusaciones entre todos los bandos, tanto entre los contrarios como entre los ex aliados.
En Ancoraimes, una pequeña población del altiplano paceño donde los votos a favor de Morales fueron casi absolutos en las últimas elecciones, remarcó los logros económicos de los años que lo tienen como presidente. “De administraciones con déficit fiscales permanentes, como los registrados en el neoliberalismo, el primer año de gobierno del MAS se ha logrado un superávit fiscal que cada vez fortalece más la economía”, sostuvo. El aymara remarcó que las inversiones aumentaron de 600 a 2000 millones de dólares anuales y que las reservas internacionales pasaron de 1700 a casi 9000 millones de dólares.
Consideró que es óptimo el funcionamiento de las empresas cuyas acciones fueron adquiridas en su mayoría por el Estado, como Entel, varias petroleras y la recientemente creada Boliviana de Aviación (BOA). “Decían que el Estado no es bueno en administrar recursos. Con esa excusa privatizaron muchas empresas bolivianas. Ahora, los datos demuestran que vamos bien. Como Estado tenemos que demostrar que somos capaces de administrar nuestras propias empresas”, dijo.
El miércoles, en la ciudad de El Alto, el presidente pidió que los electores votaran por el MAS con la masividad de diciembre, cuando fue reelecto por el 64 por ciento hasta 2015. “Hago un llamado. Trabajemos por Bolivia y eso es ganando las elecciones. Si hemos ganado las generales y tenemos dos tercios en la Asamblea Legislativa, quisiéramos tener gobernadores y alcaldes en toda Bolivia para que juntos trabajemos por el país”, solicitó.
Pero en varios departamentos y alcaldías, los candidatos del MAS no lograrían convocar tantos votos como Morales. En la ciudad de La Paz se postuló como alcaldesa oficialista la ex diputada Elizabeth Salguero. Según las encuestas, obtendría el 36 por ciento de apoyo. Segundo, con el 33 por ciento, estaría Luis Revilla, del Movimiento Sin Miedo (MSM), que con el partido de gobierno fueron “uña y mugre”, como dicen los bolivianos, hasta las elecciones de diciembre. Luego el MAS rompió la alianza. El MSM, a la cabeza de Juan del Granado, ocupó la alcaldía de La Paz en los últimos diez años. Terminado el romance con las siglas de Morales, se dedicó a presentar candidatos en municipios y prefecturas de todo el país. En el Palacio Quemado ven como un peligro la posible expansión del MSM, que hasta ahora se había restringido a la urbe paceña. Peligro porque los “sin miedo”, lo mismo que el MAS, se declaran comprometidos con el “proceso de cambio”.
Si se suman los porcentajes de intención de voto del MSM y el MAS en este territorio casi se llegaría al 80 por ciento logrado por Morales en las últimas elecciones. Por este motivo, en sus últimas intervenciones antes del inicio de la veda electoral el presidente se dedicó especialmente a desprestigiar a su ex aliado. “Alguna gente tal vez iba a ser responsable con este proceso. Pero después de escuchar declaraciones de algunas autoridades de la alcaldía de La Paz he llegado a dos conclusiones: son mentirosos y mañudos.”
Morales aún no explicó los motivos de la separación, pero prometió que más adelante dará detalles. Sólo deslizó que el MSM se habría opuesto a la creación de la renta Dignidad, un subsidio de 350 dólares anuales para los mayores de 60 años que no pudieron jubilarse. “Perdón, pueblo paceño. Me di cuenta de que tenían razón y se acabó cualquier alianza en el departamento. Solos como MAS somos más fuertes y más sanos todavía”, aseguró en El Alto.
Por eso pidió que este domingo no hubiera voto a candidatos de distintos partidos para los cargos en juego, sino todos para el MAS. “Necesitamos gobernadores y alcaldes que me ayuden a profundizar y acelerar el cambio, hermanas y hermanos, para que trabajemos unos cinco años sin pelearnos y sin perjudicarnos”, dijo.“En el momento que descubra algún compañero o compañera que hable del voto cruzado, ese traidor o traidora será expulsado del MAS. El voto es por el MAS, todo azul. Esa es la obligación de candidatos y candidatas, de dirigentes del MAS, de todos los militantes”, reclamó.
También desahució toda posibilidad de trabajar junto a ex oponentes que últimamente cambiaron sus discursos radicales por conciliadores. Es el caso de Rubén Costas, candidato a la reelección como gobernador de Santa Cruz. “Decía: ‘Evo macaco’, ‘mono’. Siempre me recordaré de ‘excelentísimo asesino’, tantas acusaciones. ¿Cómo con ese gobernador o prefecto, conspirador, enemigo de Evo Morales, enemigo del cambio, puede haber confianza y podemos trabajar por ese departamento? No se puede.”
El presidente no asistió al acto en Santa Cruz. Sus candidatos locales, el socialista Jerjes Justiniano como gobernador y el ex derechista Roberto Fernández como alcalde, se tuvieron que conformar con unas canciones que tocó Piero y con un desfile de modelos que terminaron bailando con ellos.
Según una encuesta de Ipsos publicada por el diario paceño La Razón, el MAS ganará las gobernaciones de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Pando. Empatará con la oposición en Chuquisaca y Tarija, y perderá en Beni y Santa Cruz. De acuerdo con la encuestadora Captura Consulting, el MAS se impondrá en las alcaldías de El Alto, Cobija y Cochabamba, mientras en La Paz compiten cabeza a cabeza con el MSM.
Desde Cochabamba
El gobierno de Evo Morales prevé triunfar con el 70 por ciento de los votos y controlar siete de los nueve departamentos. Pero las encuestas dicen otra cosa, aunque todos los sondeos se contradicen por decenas de puntos, de acuerdo con los intereses de quien hubiera pedido la medición. Según las que tienen mayor circulación, el Movimiento Al Socialismo (MAS) este domingo ganará cuatro prefecturas, mientras en tres podría haber empates técnicos. Y dos continuarán en poder de la oposición. En los cierres de campaña se cruzaron acusaciones entre todos los bandos, tanto entre los contrarios como entre los ex aliados.
En Ancoraimes, una pequeña población del altiplano paceño donde los votos a favor de Morales fueron casi absolutos en las últimas elecciones, remarcó los logros económicos de los años que lo tienen como presidente. “De administraciones con déficit fiscales permanentes, como los registrados en el neoliberalismo, el primer año de gobierno del MAS se ha logrado un superávit fiscal que cada vez fortalece más la economía”, sostuvo. El aymara remarcó que las inversiones aumentaron de 600 a 2000 millones de dólares anuales y que las reservas internacionales pasaron de 1700 a casi 9000 millones de dólares.
Consideró que es óptimo el funcionamiento de las empresas cuyas acciones fueron adquiridas en su mayoría por el Estado, como Entel, varias petroleras y la recientemente creada Boliviana de Aviación (BOA). “Decían que el Estado no es bueno en administrar recursos. Con esa excusa privatizaron muchas empresas bolivianas. Ahora, los datos demuestran que vamos bien. Como Estado tenemos que demostrar que somos capaces de administrar nuestras propias empresas”, dijo.
El miércoles, en la ciudad de El Alto, el presidente pidió que los electores votaran por el MAS con la masividad de diciembre, cuando fue reelecto por el 64 por ciento hasta 2015. “Hago un llamado. Trabajemos por Bolivia y eso es ganando las elecciones. Si hemos ganado las generales y tenemos dos tercios en la Asamblea Legislativa, quisiéramos tener gobernadores y alcaldes en toda Bolivia para que juntos trabajemos por el país”, solicitó.
Pero en varios departamentos y alcaldías, los candidatos del MAS no lograrían convocar tantos votos como Morales. En la ciudad de La Paz se postuló como alcaldesa oficialista la ex diputada Elizabeth Salguero. Según las encuestas, obtendría el 36 por ciento de apoyo. Segundo, con el 33 por ciento, estaría Luis Revilla, del Movimiento Sin Miedo (MSM), que con el partido de gobierno fueron “uña y mugre”, como dicen los bolivianos, hasta las elecciones de diciembre. Luego el MAS rompió la alianza. El MSM, a la cabeza de Juan del Granado, ocupó la alcaldía de La Paz en los últimos diez años. Terminado el romance con las siglas de Morales, se dedicó a presentar candidatos en municipios y prefecturas de todo el país. En el Palacio Quemado ven como un peligro la posible expansión del MSM, que hasta ahora se había restringido a la urbe paceña. Peligro porque los “sin miedo”, lo mismo que el MAS, se declaran comprometidos con el “proceso de cambio”.
Si se suman los porcentajes de intención de voto del MSM y el MAS en este territorio casi se llegaría al 80 por ciento logrado por Morales en las últimas elecciones. Por este motivo, en sus últimas intervenciones antes del inicio de la veda electoral el presidente se dedicó especialmente a desprestigiar a su ex aliado. “Alguna gente tal vez iba a ser responsable con este proceso. Pero después de escuchar declaraciones de algunas autoridades de la alcaldía de La Paz he llegado a dos conclusiones: son mentirosos y mañudos.”
Morales aún no explicó los motivos de la separación, pero prometió que más adelante dará detalles. Sólo deslizó que el MSM se habría opuesto a la creación de la renta Dignidad, un subsidio de 350 dólares anuales para los mayores de 60 años que no pudieron jubilarse. “Perdón, pueblo paceño. Me di cuenta de que tenían razón y se acabó cualquier alianza en el departamento. Solos como MAS somos más fuertes y más sanos todavía”, aseguró en El Alto.
Por eso pidió que este domingo no hubiera voto a candidatos de distintos partidos para los cargos en juego, sino todos para el MAS. “Necesitamos gobernadores y alcaldes que me ayuden a profundizar y acelerar el cambio, hermanas y hermanos, para que trabajemos unos cinco años sin pelearnos y sin perjudicarnos”, dijo.“En el momento que descubra algún compañero o compañera que hable del voto cruzado, ese traidor o traidora será expulsado del MAS. El voto es por el MAS, todo azul. Esa es la obligación de candidatos y candidatas, de dirigentes del MAS, de todos los militantes”, reclamó.
También desahució toda posibilidad de trabajar junto a ex oponentes que últimamente cambiaron sus discursos radicales por conciliadores. Es el caso de Rubén Costas, candidato a la reelección como gobernador de Santa Cruz. “Decía: ‘Evo macaco’, ‘mono’. Siempre me recordaré de ‘excelentísimo asesino’, tantas acusaciones. ¿Cómo con ese gobernador o prefecto, conspirador, enemigo de Evo Morales, enemigo del cambio, puede haber confianza y podemos trabajar por ese departamento? No se puede.”
El presidente no asistió al acto en Santa Cruz. Sus candidatos locales, el socialista Jerjes Justiniano como gobernador y el ex derechista Roberto Fernández como alcalde, se tuvieron que conformar con unas canciones que tocó Piero y con un desfile de modelos que terminaron bailando con ellos.
Según una encuesta de Ipsos publicada por el diario paceño La Razón, el MAS ganará las gobernaciones de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Pando. Empatará con la oposición en Chuquisaca y Tarija, y perderá en Beni y Santa Cruz. De acuerdo con la encuestadora Captura Consulting, el MAS se impondrá en las alcaldías de El Alto, Cobija y Cochabamba, mientras en La Paz compiten cabeza a cabeza con el MSM.