Morales pide trasladar el debate de la problemática climática a Europa
Tiquipaya, Abi
El presidente Evo Morales pidió a los movimientos sociales de Europa albergar en esa región el debate sobre la problemática mundial del cambio climático, al cumplirse el miércoles, en la población de Tiquipaya, centro de Bolivia, el segundo de los tres días de la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático (CMPCC).
"La próxima conferencia mundial de los movimientos sociales, la segunda, debería ser en Europa. Los movimientos sociales de Europa deberían decidir en qué país de Europa" tendría que escenificarse la segunda convención de representantes sociales, indígenas, intelectuales y activistas medioambientalistas, extensión de la primera versión de este foro alternativo que se materializa en Bolivia.
Morales, anfitrión de la primera versión de la CMPCC -opuesta en rotundo al Entendimiento de Copenhague que en diciembre último desconoció, tácitamente, el consenso mundial plasmado en el Protocolo de Kioto que en 1997 declaró imperiosamente vital la reducción de las emisiones y el calentamiento globales- subrayó la importancia de promover un enclave democrático en Europa para frenar la crisis climática.
"Siento que es importante llevar (el meollo de la cuestión) al centro de los países desarrollados para debatir con ellos", significó el mandatario durante una conferencia de prensa ofrecida a primera hora del miércoles en un hotel de Tiquipaya, a 412 km al este de La Paz.
"Europa, China y Estados Unidos generan el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero que han disparado el calentamiento global y trastocado el clima, con perjuicios evidentes en los pueblos originarios, ceñidos a usos ancestrales regidos a la naturaleza, de Latinoamérica principalmente.
La CMPCC, a la que asisten más de 36.000 representantes de pueblos indígenas y movimientos sociales marginalizados, de 136 países de 5 continentes, busca un cambio de paradigma que conlleva reformas al sistema capitalista imperante, lo que redundará en la reducción de los gases tóxicos por parte de las potencias industriales.
El presidente Evo Morales pidió a los movimientos sociales de Europa albergar en esa región el debate sobre la problemática mundial del cambio climático, al cumplirse el miércoles, en la población de Tiquipaya, centro de Bolivia, el segundo de los tres días de la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático (CMPCC).
"La próxima conferencia mundial de los movimientos sociales, la segunda, debería ser en Europa. Los movimientos sociales de Europa deberían decidir en qué país de Europa" tendría que escenificarse la segunda convención de representantes sociales, indígenas, intelectuales y activistas medioambientalistas, extensión de la primera versión de este foro alternativo que se materializa en Bolivia.
Morales, anfitrión de la primera versión de la CMPCC -opuesta en rotundo al Entendimiento de Copenhague que en diciembre último desconoció, tácitamente, el consenso mundial plasmado en el Protocolo de Kioto que en 1997 declaró imperiosamente vital la reducción de las emisiones y el calentamiento globales- subrayó la importancia de promover un enclave democrático en Europa para frenar la crisis climática.
"Siento que es importante llevar (el meollo de la cuestión) al centro de los países desarrollados para debatir con ellos", significó el mandatario durante una conferencia de prensa ofrecida a primera hora del miércoles en un hotel de Tiquipaya, a 412 km al este de La Paz.
"Europa, China y Estados Unidos generan el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero que han disparado el calentamiento global y trastocado el clima, con perjuicios evidentes en los pueblos originarios, ceñidos a usos ancestrales regidos a la naturaleza, de Latinoamérica principalmente.
La CMPCC, a la que asisten más de 36.000 representantes de pueblos indígenas y movimientos sociales marginalizados, de 136 países de 5 continentes, busca un cambio de paradigma que conlleva reformas al sistema capitalista imperante, lo que redundará en la reducción de los gases tóxicos por parte de las potencias industriales.