Los Trillizos de historias dispares
Carmen Maldonado, La Paz, Abi
Dos días después que el ahora concejal saliente Hernán Paredes, opositor sin resuello a la administración del alcalde Juan del Granado, tomara fotografías a uno de los tres puentes trillizos, que lo hacía ver más como un ondulante tobogán que como a una vía de paso, el ingeniero responsable de esa obra, Marcelo Ascui, salió por la televisión y le juró a La Paz que las vías de acero y concreto suspendidas a 100 m de altura que vinculan la ciudad de La Paz, erguida sobre una cadena montañosa, de este a oeste, estaban bien hechas y que no había nada que temer.
Más de tres meses después de ese soponcio y luego de las elecciones municipales de las que salió airoso el candidato Luis Revilla, delfín de Del Granado, el mismo Ascui, que en el interín sufrió presión indecible, ha ordenado reforzar el puente observado que une, sobre una quebrada, la avenida de Los Leones, en la barriada de Miraflores, y el tramo final de la Avenida Arce, en el exclusivo suburbio de San Jorge, con un colchón, en las entrañas de la obra, de acero y concreto alivianados.
En la eventualidad de que este paso llegara a inutilizarse, los puentes que se levantan a sus costados, tendrían existencia inocua.
Los habitantes de La Paz han seguido en cámara lenta la construcción de los puentes trillizos, regidos a tecnología colombiana, bajo el paradigma del pionero Puente de Las Américas que tardó años en erguirse entre las barriadas de San Jorge y Miraflores, pero que hace 15 años no presenta fatiga ni cuando los artesanos cierran durante más de un mes la Avenida del Ejército, so pretexto de la feria de las Alasitas, y cargan todo el peso del tráfico vehicular entre una zona y otra.
A simple vista, en plano contrapicado, la diferencia estriba en que Las Américas no presenta ondulaciones y se encuentra sostenido por hileras, dos a cada lado, en la subida y bajada, de cables de acero portentoso.
La Asociación Accidental Progreso (AAP) constructora de los Puentes Trillizos en La Paz aseguró que esa mega obra, que será entregada en mayo que viene, es 100% segura para el tránsito de movilidades.
La Alcaldía de La Paz contrató la obra "llave en mano", es decir para abrir, inaugurar y circular.
Cada uno de los tres puentes tiene capacidad -en una estructura diseñada- para soportar al menos 60 toneladas de peso a la vez.
"Los Puentes Trillizos cuentan con la estructura muy rígida por lo que son 100% seguros y están garantizados con una utilización, en máximo nivel, diseñados para soportar al menos 60 toneladas a la vez", aseguró Ascui entrevistado por la ABI.
Los Puentes Trillizos, en los que trabajan cerca a 300 obreros, tienen tres eslabones:
Kantutani, el primero de ellos, de una longitud de 247,27 metros y que discurre sobre la avenida Kantutani, llega hasta la curva de San Jorge, en las espaldas de la Residencia Presidencial.
En medio de ambos, el puente Choqueyapu, de 223 metros, que sale de San Jorge, a la altura del monumento a Confucio, y descansa en la curva superior de la avenida Los Leones, sobre el río del mismo nombre.
El tercero es el puente Orkojahuira que tiene una longitud de 227,13 metros y vincula, sobre el río Orkojahuira, la avenida Los Leones con la intersección de las calles 6 de Agosto y Carlos Gutiérrez, en el barrio IV Centenario.
Entre IV Centenario y Kantutani no había, hasta que en 2007 comenzaron a erguirse enormes parantes de concreto, seis en total, sino abismos insondables.
La obra estrella de la gestión de diez años de Del Granado, que se inició a fines de 2007 a cargo de ese consorcio, tropezó con diversos problemas en la construcción, tales como un desnivel de casi 50 centímetros de alto en la construcción del puente Kantutani.
La base de uno de los pilotes, de cientos de toneladas y que sostiene la plataforma de en medio, se asentó, contra todo cálculo, lo que obligó a reponer, en el proceso de unión de extremos, ese medio metro que terminó ondulando el puente.
Al respecto, Ascui insistió en la buena construcción de la plataforma ya que el relleno de hormigón aligerado, que tendrá una sobrecarga de 200 toneladas adicionales comprendidas en los estudios técnicos, corregirá estéticamente el perfil del tablero del puente Kantutani y no perjudicará la resistencia, solidez y apariencia de esa obra urbana.
"Ese trabajo de la losa nivelando el rasante se está haciendo, está en corrección y se ha verificado estructuralmente el diseño y modelo. Todo está bajo control", sostuvo el responsable de la obra de más alta ingeniería en la historia de 462 años de La Paz.
Explicó que esa distorsión constructiva encuentra su causa también y con alto grado de incidencia, en el cambio del ensanchamiento de la plataforma de 2 a 4 vías.
"Nadie comienza un trabajo pensando en que no pueden presentarse problemas, lamentablemente en este caso sí se ha presentado, hemos tenido un error de diseño, un cambio de diseño en medio camino de 2 a 4 carriles, pero tenemos adecuación estructural para subsanar ese problema que se ha presentado", afirmó.
Por su parte, el asesor de la AAP, Mirko Romero, explicó que esta distorsión constructiva encuentra su causa en el mal planteamiento de las contraflechas -cálculo de la estructura opuesto a la pendiente, en función a la carga permitida- y no así, necesariamente, en el cambio de diseño del puente es decir, el ensanchamiento de la plataforma de 2 a 4 vías.
?Si el plan de contraflechas para 2 vías hubiese estado bien planteado, en la práctica continuar la ejecución del tablero con 2 o 4 carriles era indistinto, por tanto la modificación del ancho de los puentes o aumento de vías no son la causa de las deformaciones del tablero del puente Kantutani?, indicó.
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de La Paz, Jaime Zuleta, sostuvo que antes de la entrega de la obra se tienen que realizar un proceso de recálculo de resistencia al peso, debido a que las ondulaciones pueden afectar el rendimiento de la plataforma.
Según el experto, la falla alcanza a 50 centímetros, que tiene la dimensión de tres escalones, y ?un puente no puede tener tres gradas?.
Una convención de expertos, celebrada en la Universidad Católica de La Paz, concluyó, a mediados de marzo último, que un puente se ondula pero dos años después de su primer uso. No antes.
El coordinador municipal de la obra, Mauricio Sagárnaga, señaló que la empresa subsanará hasta la última semana de abril ese desnivel "con un relleno con un hormigón aligerado es lo que permitirá que las personas que tienen movilidades no sientan ningún inconveniente al pasar por el puente".
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Alcaldía de La Paz, Javier Zarate, aclaró que las posibles irregularidades en la construcción de los Puentes Trillizos son de responsabilidad del consorcio que construye la obra y cualquier arreglo o modificación corre por cuenta de esa empresa.
"La construcción de los puentes es un contrato de obra llave en mano por lo que las supuestas irregularidades son de absoluta responsabilidad del consorcio y cualquier elemento que deba ser corregido o reconstruido es de absoluta responsabilidad y de costo cubierto por la empresa", señaló.
En pasadas declaraciones, Zarate explicó que los puentes están construidos sobre columnas de hormigón armado enterradas a casi 22 metros bajo tierra.
Detalló que en el caso del puente Kantutani, debido a la calidad deleznable del terreno, se debieron construir nueve pilotes, tres más que para el resto.
Indicó que sobre los pilotes está el cabezal de 2,5 metros de largo. Este cubo de concreto sirve de base para la pila, los dos principales soportes de cada uno de los puentes.
Los Puentes Trillizos varían en altura, según el terreno. Las pilas del puente Kantutani miden 36 metros, del Choqueyapu, 56, y del Orkojahuira, 39.
La obra de los Puentes Trillizos tiene un costo de 19 millones de dólares financiados por la Corporación Andina de Fomento, entidad que, a la conclusión de la obra, realizará una auditora técnica.
Dos días después que el ahora concejal saliente Hernán Paredes, opositor sin resuello a la administración del alcalde Juan del Granado, tomara fotografías a uno de los tres puentes trillizos, que lo hacía ver más como un ondulante tobogán que como a una vía de paso, el ingeniero responsable de esa obra, Marcelo Ascui, salió por la televisión y le juró a La Paz que las vías de acero y concreto suspendidas a 100 m de altura que vinculan la ciudad de La Paz, erguida sobre una cadena montañosa, de este a oeste, estaban bien hechas y que no había nada que temer.
Más de tres meses después de ese soponcio y luego de las elecciones municipales de las que salió airoso el candidato Luis Revilla, delfín de Del Granado, el mismo Ascui, que en el interín sufrió presión indecible, ha ordenado reforzar el puente observado que une, sobre una quebrada, la avenida de Los Leones, en la barriada de Miraflores, y el tramo final de la Avenida Arce, en el exclusivo suburbio de San Jorge, con un colchón, en las entrañas de la obra, de acero y concreto alivianados.
En la eventualidad de que este paso llegara a inutilizarse, los puentes que se levantan a sus costados, tendrían existencia inocua.
Los habitantes de La Paz han seguido en cámara lenta la construcción de los puentes trillizos, regidos a tecnología colombiana, bajo el paradigma del pionero Puente de Las Américas que tardó años en erguirse entre las barriadas de San Jorge y Miraflores, pero que hace 15 años no presenta fatiga ni cuando los artesanos cierran durante más de un mes la Avenida del Ejército, so pretexto de la feria de las Alasitas, y cargan todo el peso del tráfico vehicular entre una zona y otra.
A simple vista, en plano contrapicado, la diferencia estriba en que Las Américas no presenta ondulaciones y se encuentra sostenido por hileras, dos a cada lado, en la subida y bajada, de cables de acero portentoso.
La Asociación Accidental Progreso (AAP) constructora de los Puentes Trillizos en La Paz aseguró que esa mega obra, que será entregada en mayo que viene, es 100% segura para el tránsito de movilidades.
La Alcaldía de La Paz contrató la obra "llave en mano", es decir para abrir, inaugurar y circular.
Cada uno de los tres puentes tiene capacidad -en una estructura diseñada- para soportar al menos 60 toneladas de peso a la vez.
"Los Puentes Trillizos cuentan con la estructura muy rígida por lo que son 100% seguros y están garantizados con una utilización, en máximo nivel, diseñados para soportar al menos 60 toneladas a la vez", aseguró Ascui entrevistado por la ABI.
Los Puentes Trillizos, en los que trabajan cerca a 300 obreros, tienen tres eslabones:
Kantutani, el primero de ellos, de una longitud de 247,27 metros y que discurre sobre la avenida Kantutani, llega hasta la curva de San Jorge, en las espaldas de la Residencia Presidencial.
En medio de ambos, el puente Choqueyapu, de 223 metros, que sale de San Jorge, a la altura del monumento a Confucio, y descansa en la curva superior de la avenida Los Leones, sobre el río del mismo nombre.
El tercero es el puente Orkojahuira que tiene una longitud de 227,13 metros y vincula, sobre el río Orkojahuira, la avenida Los Leones con la intersección de las calles 6 de Agosto y Carlos Gutiérrez, en el barrio IV Centenario.
Entre IV Centenario y Kantutani no había, hasta que en 2007 comenzaron a erguirse enormes parantes de concreto, seis en total, sino abismos insondables.
La obra estrella de la gestión de diez años de Del Granado, que se inició a fines de 2007 a cargo de ese consorcio, tropezó con diversos problemas en la construcción, tales como un desnivel de casi 50 centímetros de alto en la construcción del puente Kantutani.
La base de uno de los pilotes, de cientos de toneladas y que sostiene la plataforma de en medio, se asentó, contra todo cálculo, lo que obligó a reponer, en el proceso de unión de extremos, ese medio metro que terminó ondulando el puente.
Al respecto, Ascui insistió en la buena construcción de la plataforma ya que el relleno de hormigón aligerado, que tendrá una sobrecarga de 200 toneladas adicionales comprendidas en los estudios técnicos, corregirá estéticamente el perfil del tablero del puente Kantutani y no perjudicará la resistencia, solidez y apariencia de esa obra urbana.
"Ese trabajo de la losa nivelando el rasante se está haciendo, está en corrección y se ha verificado estructuralmente el diseño y modelo. Todo está bajo control", sostuvo el responsable de la obra de más alta ingeniería en la historia de 462 años de La Paz.
Explicó que esa distorsión constructiva encuentra su causa también y con alto grado de incidencia, en el cambio del ensanchamiento de la plataforma de 2 a 4 vías.
"Nadie comienza un trabajo pensando en que no pueden presentarse problemas, lamentablemente en este caso sí se ha presentado, hemos tenido un error de diseño, un cambio de diseño en medio camino de 2 a 4 carriles, pero tenemos adecuación estructural para subsanar ese problema que se ha presentado", afirmó.
Por su parte, el asesor de la AAP, Mirko Romero, explicó que esta distorsión constructiva encuentra su causa en el mal planteamiento de las contraflechas -cálculo de la estructura opuesto a la pendiente, en función a la carga permitida- y no así, necesariamente, en el cambio de diseño del puente es decir, el ensanchamiento de la plataforma de 2 a 4 vías.
?Si el plan de contraflechas para 2 vías hubiese estado bien planteado, en la práctica continuar la ejecución del tablero con 2 o 4 carriles era indistinto, por tanto la modificación del ancho de los puentes o aumento de vías no son la causa de las deformaciones del tablero del puente Kantutani?, indicó.
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de La Paz, Jaime Zuleta, sostuvo que antes de la entrega de la obra se tienen que realizar un proceso de recálculo de resistencia al peso, debido a que las ondulaciones pueden afectar el rendimiento de la plataforma.
Según el experto, la falla alcanza a 50 centímetros, que tiene la dimensión de tres escalones, y ?un puente no puede tener tres gradas?.
Una convención de expertos, celebrada en la Universidad Católica de La Paz, concluyó, a mediados de marzo último, que un puente se ondula pero dos años después de su primer uso. No antes.
El coordinador municipal de la obra, Mauricio Sagárnaga, señaló que la empresa subsanará hasta la última semana de abril ese desnivel "con un relleno con un hormigón aligerado es lo que permitirá que las personas que tienen movilidades no sientan ningún inconveniente al pasar por el puente".
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Alcaldía de La Paz, Javier Zarate, aclaró que las posibles irregularidades en la construcción de los Puentes Trillizos son de responsabilidad del consorcio que construye la obra y cualquier arreglo o modificación corre por cuenta de esa empresa.
"La construcción de los puentes es un contrato de obra llave en mano por lo que las supuestas irregularidades son de absoluta responsabilidad del consorcio y cualquier elemento que deba ser corregido o reconstruido es de absoluta responsabilidad y de costo cubierto por la empresa", señaló.
En pasadas declaraciones, Zarate explicó que los puentes están construidos sobre columnas de hormigón armado enterradas a casi 22 metros bajo tierra.
Detalló que en el caso del puente Kantutani, debido a la calidad deleznable del terreno, se debieron construir nueve pilotes, tres más que para el resto.
Indicó que sobre los pilotes está el cabezal de 2,5 metros de largo. Este cubo de concreto sirve de base para la pila, los dos principales soportes de cada uno de los puentes.
Los Puentes Trillizos varían en altura, según el terreno. Las pilas del puente Kantutani miden 36 metros, del Choqueyapu, 56, y del Orkojahuira, 39.
La obra de los Puentes Trillizos tiene un costo de 19 millones de dólares financiados por la Corporación Andina de Fomento, entidad que, a la conclusión de la obra, realizará una auditora técnica.