Los libros se convierten en protagonistas
Redacción
BBC Mundo
Para los amantes de las letras, el 23 de abril es una fecha especial. Es el Día Mundial del Libro.
Millones de personas, en más de un centenar de países se unen a la celebración. Y lo hacen de distintas maneras.
En España, por ejemplo, sobre todo en la región de Cataluña, el Día Mundial del Libro es algo muy entrañable.
Los catalanes reconocen la belleza de las palabras impresas regalando libros y rosas a los amigos.
En muchas ciudades de la península se leen públicamente capítulos de El Quijote durante 24 horas. En ocasiones acuden a leer figuras conocidas del mundo de la literatura.
Al mismo tiempo, numerosos países, como Cuba y Colombia, por ejemplo, también celebran el Día del Idioma Español, en recuerdo del escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quien murió el 23 de abril de 1616.
Nadie duda que su obra máxima: "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha", contribuyó al engrandecimiento de la lengua española.
Shakespeare y Garcilaso de la Vega
En esa misma fecha también fallecieron otras dos grandes figuras de la literatura: el dramaturgo británico William Shakespeare y el poeta español Inca Garcilaso de la Vega.
Es por esta razón que en 1996, la Conferencia General de la UNESCO decidió adoptar esta fecha para rendir un homenaje mundial a los libros y a sus autores, y alentar a los jóvenes y no tan jóvenes a descubrir el placer de la lectura.
Editoriales, librerías, bibliotecas, escuelas, centros culturales y sociedades de autores de todo el mundo se movilizan para conmemorar este Día Mundial y poner de relieve el papel que desempeña el libro en la sociedad de nuestros días.
Según Irina Bokova, directora de la Unesco, "el libro facilita el conocimiento de los demás y de sus ideas y, por lo tanto, permite una mejor comprensión del universo. Además, ofrece la posibilidad de instruirse a cualquier edad, en especial durante la juventud".
"La libertad de leer, instruirse, acceder a las culturas más remotas y a los resultados de la investigación científica es un derecho humano fundamental. Toda persona debería estar en condiciones de ejercerlo. "
Por ello, "es imposible celebrar el día consagrado al libro sin pensar en los 759 millones de personas que no saben leer ni escribir, dos tercios de las cuales son mujeres", añade Bokova.
BBC Mundo
Para los amantes de las letras, el 23 de abril es una fecha especial. Es el Día Mundial del Libro.
Millones de personas, en más de un centenar de países se unen a la celebración. Y lo hacen de distintas maneras.
En España, por ejemplo, sobre todo en la región de Cataluña, el Día Mundial del Libro es algo muy entrañable.
Los catalanes reconocen la belleza de las palabras impresas regalando libros y rosas a los amigos.
En muchas ciudades de la península se leen públicamente capítulos de El Quijote durante 24 horas. En ocasiones acuden a leer figuras conocidas del mundo de la literatura.
Al mismo tiempo, numerosos países, como Cuba y Colombia, por ejemplo, también celebran el Día del Idioma Español, en recuerdo del escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quien murió el 23 de abril de 1616.
Nadie duda que su obra máxima: "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha", contribuyó al engrandecimiento de la lengua española.
Shakespeare y Garcilaso de la Vega
En esa misma fecha también fallecieron otras dos grandes figuras de la literatura: el dramaturgo británico William Shakespeare y el poeta español Inca Garcilaso de la Vega.
Es por esta razón que en 1996, la Conferencia General de la UNESCO decidió adoptar esta fecha para rendir un homenaje mundial a los libros y a sus autores, y alentar a los jóvenes y no tan jóvenes a descubrir el placer de la lectura.
Editoriales, librerías, bibliotecas, escuelas, centros culturales y sociedades de autores de todo el mundo se movilizan para conmemorar este Día Mundial y poner de relieve el papel que desempeña el libro en la sociedad de nuestros días.
Según Irina Bokova, directora de la Unesco, "el libro facilita el conocimiento de los demás y de sus ideas y, por lo tanto, permite una mejor comprensión del universo. Además, ofrece la posibilidad de instruirse a cualquier edad, en especial durante la juventud".
"La libertad de leer, instruirse, acceder a las culturas más remotas y a los resultados de la investigación científica es un derecho humano fundamental. Toda persona debería estar en condiciones de ejercerlo. "
Por ello, "es imposible celebrar el día consagrado al libro sin pensar en los 759 millones de personas que no saben leer ni escribir, dos tercios de las cuales son mujeres", añade Bokova.