Jemio: "Bolivia no está en carrera armamentista sino de reposición de armamento obsoleto"
Rubén Sandi, La Paz, Abi
El ex viceministro de Defensa, general Víctor Jemio, aseguró el martes que Bolivia no está en una carrera armamentista sino en una reposición de armamento obsoleto, necesario para la seguridad nacional, con montos que no se aproximan ni al uno por ciento del presupuesto de los países vecinos.
El también ex Secretario General del Consejo de Defensa Nacional, dijo que el Gobierno maneja con coherencia la política y la agenda de seguridad del país, con un modelo de seguridad estratégica cooperativa, que necesita como mínimo la reposición del material obsoleto.
"En Bolivia no hay armamentismo, el armamentismo es un incremento desmedido y un cambio de actitud estratégica en la visión de las Fuerzas Armadas", puntualizó al criticar las voces, dentro y fuera del país, que cuestionan las gestiones que particularmente se hacen con el gobierno de Rusia para un crédito destinado a la compra de material bélico.
A su juicio, hay que callar esas voces que critican la posibilidad de que las Fuerzas Armadas bolivianas aumenten su capacidad, a las que tildó de gente enmascarada en "su misión de pacifista, que cree que anulando a la Policías se va a evitar a los delincuentes".
Implícitamente aludió, también, a algunos periódicos paraguayos que alertaron por una supuesta carrera armamentista a las gestiones con Rusia, que podría aprobar un crédito de al menos 150 millones de dólares para la compra de helicópteros para la lucha antinarcóticos y material bélico.
El ex Viceministro de Defensa justificó la necesidad de Fuerzas Armadas potenciadas para cuidar los recursos naturales y recordó que la última vez que el ejército boliviano renovó su material bélico fue en la década del 70.
"La reposición de armamento sólo es ponernos al día con las tecnologías para interactuar con las fuerzas de seguridad multinacionales", argumentó y dijo que comparando el presupuesto con otros países Bolivia está en desventaja.
Para dar un ejemplo, dijo que con Chile, uno de los países con el mejor armamento de la región, la desventaja es de al menos 10 a 1, al asegurar que el país trasandino tiene un presupuesto anual de 1.800 millones de dólares y que en 2010 terminará con su plan de modernización de sus Fuerzas Armadas, que a partir de ese año tendrá estándares de armamento similares a la OTAN.
Recordó que Bolivia enfrentó 13 conflictos internacionales, los que perdió, por lo que urgió "dejar de ver de manera mezquina y miope la inversión en seguridad".
"Cuando hay inversión en seguridad se coopera al desarrollo nacional de manera significativa, y eso es lo que debemos entender los bolivianos. Necesitaríamos mil millones de dólares para la Fuerza Aérea y 500 millones para comprar tanques, con 1500 millones de dólares evitaríamos una guerra", reflexionó.
A su juicio, esa es una de las maneras de evitar una confrontación bélica, porque se sube el costo de la guerra al país agresor, para que su "Congreso diga es muy caro, en relación al beneficio, no lo hacemos".
"Hay una triada que muy poca gente se convence que es la realidad. Cuando hay un buen sistema defensivo, hay garantía de seguridad. Cuando hay seguridad hay desarrollo", argumentó y abogó para que los políticos sean consecuentes con ese modelo de seguridad cooperativa y evolucionar a la seguridad disuasiva "que frena el saqueo de los recursos naturales".
Jemio aseguró que esa posición no se contrapone ni entra en contradicción con la Constitución Política del Estado que establece que Bolivia es un país pacifista.
El ex viceministro de Defensa, general Víctor Jemio, aseguró el martes que Bolivia no está en una carrera armamentista sino en una reposición de armamento obsoleto, necesario para la seguridad nacional, con montos que no se aproximan ni al uno por ciento del presupuesto de los países vecinos.
El también ex Secretario General del Consejo de Defensa Nacional, dijo que el Gobierno maneja con coherencia la política y la agenda de seguridad del país, con un modelo de seguridad estratégica cooperativa, que necesita como mínimo la reposición del material obsoleto.
"En Bolivia no hay armamentismo, el armamentismo es un incremento desmedido y un cambio de actitud estratégica en la visión de las Fuerzas Armadas", puntualizó al criticar las voces, dentro y fuera del país, que cuestionan las gestiones que particularmente se hacen con el gobierno de Rusia para un crédito destinado a la compra de material bélico.
A su juicio, hay que callar esas voces que critican la posibilidad de que las Fuerzas Armadas bolivianas aumenten su capacidad, a las que tildó de gente enmascarada en "su misión de pacifista, que cree que anulando a la Policías se va a evitar a los delincuentes".
Implícitamente aludió, también, a algunos periódicos paraguayos que alertaron por una supuesta carrera armamentista a las gestiones con Rusia, que podría aprobar un crédito de al menos 150 millones de dólares para la compra de helicópteros para la lucha antinarcóticos y material bélico.
El ex Viceministro de Defensa justificó la necesidad de Fuerzas Armadas potenciadas para cuidar los recursos naturales y recordó que la última vez que el ejército boliviano renovó su material bélico fue en la década del 70.
"La reposición de armamento sólo es ponernos al día con las tecnologías para interactuar con las fuerzas de seguridad multinacionales", argumentó y dijo que comparando el presupuesto con otros países Bolivia está en desventaja.
Para dar un ejemplo, dijo que con Chile, uno de los países con el mejor armamento de la región, la desventaja es de al menos 10 a 1, al asegurar que el país trasandino tiene un presupuesto anual de 1.800 millones de dólares y que en 2010 terminará con su plan de modernización de sus Fuerzas Armadas, que a partir de ese año tendrá estándares de armamento similares a la OTAN.
Recordó que Bolivia enfrentó 13 conflictos internacionales, los que perdió, por lo que urgió "dejar de ver de manera mezquina y miope la inversión en seguridad".
"Cuando hay inversión en seguridad se coopera al desarrollo nacional de manera significativa, y eso es lo que debemos entender los bolivianos. Necesitaríamos mil millones de dólares para la Fuerza Aérea y 500 millones para comprar tanques, con 1500 millones de dólares evitaríamos una guerra", reflexionó.
A su juicio, esa es una de las maneras de evitar una confrontación bélica, porque se sube el costo de la guerra al país agresor, para que su "Congreso diga es muy caro, en relación al beneficio, no lo hacemos".
"Hay una triada que muy poca gente se convence que es la realidad. Cuando hay un buen sistema defensivo, hay garantía de seguridad. Cuando hay seguridad hay desarrollo", argumentó y abogó para que los políticos sean consecuentes con ese modelo de seguridad cooperativa y evolucionar a la seguridad disuasiva "que frena el saqueo de los recursos naturales".
Jemio aseguró que esa posición no se contrapone ni entra en contradicción con la Constitución Política del Estado que establece que Bolivia es un país pacifista.