Invasores se retiran de San Aurelio y cede tensión

La Paz, ABI
Grupos de invasores se retiraban la noche del lunes al martes pacíficamente de los barbechos del privado ingenio azucarero de San Aurelio y terrenos del municipio de Santa Cruz que un millar se tomó por la fuerza y contrapelo de la ley hace 48 horas en demanda de parcelas para levantar sus construcciones, constató la ABI en terreno.

Pocas horas después que el vicepresidente Álvaro García Linera urgiera el retiro "inmediato" de quienes avasallaron predios privados y públicos y que dijeron formar parte del autodenominado y hasta ahora ignoto movimiento de los 'Sin Lote', los concernidos revisaron su medida y se retiraron con las cajas destempladas.

Los invasores en su mayoría inmigrantes llegados del interior del país, hicieron sus petates, recogieron sus carpas, extendidas la misma noche del sábado y se retiraron del corazón de la zona sur de Santa Cruz, donde la administración reelecta del municipio capitalino proyecta construir el 'parque urbano' más grande de Bolivia, de 100 hectáreas.

En conferencia de prensa dictada en el presidencial Palacio Quemado, en La Paz, a 900 km del escenario del avasallamiento de terrenos urbanos, que mereció el repudio generalizado de diversos sectores en Bolivia, García Linera dijo que la acción, que tachó de ilegal, "no tenía futuro".

El vicepresidente deslindó cualquier responsabilidad del gobierno en la violenta movilización que paralizó, la noche del sábado, por el destrozo de maquinaria específica, la producción del ingenio, cuya producción, de 15 millones de toneladas de azúcar granulada año, abastece el grueso la demanda nacional.

"No solamente como Gobierno, sino también como fuerza política deslindamos cualquier responsabilidad en esa toma violenta e ilegal de esos predios privados", dijo el mandatario después de cuya urgencia a los avasalladores se produjo la remisión de la medida de fuerza que contraviene uno de los preceptos más proclamados de la Constitución vigente aprobada en las urnas en enero de 2009.

La noche del sábado al domingo, un millar personas provistas de petardos, piedras y palos, llegó a las inmediaciones del ingenio azucarero San Aurelio con la intención de apoderarse de 600 hectáreas de San Aurelio y 240 hectáreas de tierras municipales.

La invasión parecía revocarse pero las características de la toma no alcanzaban a despejarse, pues los avasalladores, que según estimaciones extraoficiales bordeaban el lunes las 30.000 personas, proclamaron pobreza, mas, a contrapelo, lanzaron durante toda la noche del sábado al domingo, decenas de cientos de petardos "de tres tiros" contra el personal del ingenio que se relevó para proteger las instalaciones de San Aurelio.

La privada red nacional de televisión ATB mostró imágenes de inteligencia en que los promotores de la toma, organizados por cuadros, montaban en automóviles suntuarios para efectuar desplazamientos.

Entre ellos mismos se denunciaron, unos a otros, que algunos de ellos eran propietarios y hasta arrendaban casas cerca de la avenida que conecta el centro de Santa Cruz con Primero de Mayo.

Pese a que el retiro de los invasores se registraba paulatinamente en medio de la presencia expectante de la fuerza pública que a lo lejos custodiaba las instalaciones y planta del ingenio, otros grupos insistían en permanecer en la zona.

La fiscal Arminda Méndez, que el viernes último dijo que el Ministerio Público no tenía atributos legales para concernirse del problema que contiene aspiraciones de gente carenciada para acceder a terrenos, denunció este lunes que grupos de civiles, lumpen entre otros, fueron contratados por dos personas montadas "en una camioneta 'Hi lux'" que supuestamente ofrecieron emolumentos diarios de 100 bolivianos y raciones de comida a eventuales defensores de las instalaciones del ingenio.

La zona del conflicto se encuentra enclavada en medio de las populosas barriadas Primero de Mayo y Plan 3.000, inconexas por vía carretera pavimentada, del centro de Santa Cruz

"En el caso del ingenio azucarero, rechazamos esa agresión a la propiedad privada y convocamos a las personas que han hecho esta ocupación ilegal, ilegítima, violenta e injustificada a retirarse inmediatamente", instó el mandatario, tras cuya arenga comenzó el repliegue.

A primera hora del lunes, el portavoz presidencial Iván Canelas dijo que la administración de Evo Morales hará respetar en éste y otros casos de plano similar los preceptos constitucionales de respeto a la propiedad privada.

Se trata de todas formas de tierras urbanas que no se enmarcan en la reforma a la legislación de tierras que propugna el gobierno de Morales que entregó, entre 2006 y 2009, más de 20 millones de hectáreas a campesinos pobres, principalmente en el oriente, norte y nordeste del país.

García Linera exhortó a las personas que necesitan tierra a trabajar conjuntamente con el Gobierno para la instrumentación de un plan de construcción de viviendas o dotación de lotes, pero, "obligatoriamente", tienen que desocupar esa propiedad privada.

Tras esta promesa, la invasión, que lideró un tal Jaime Choque, a quien la senadora por Santa Cruz, Gabriela Montaño, identificó como ex militante del Movimiento Sin Miedo, comenzó a desinflarse.

El mandatario advirtió que el Gobierno y la fuerza pública del Estado actuarán en función de las decisiones judiciales y las leyes para preservar las propiedades legalmente obtenidas por cualquier persona.

Choque que, inquirido por medios locales en Santa Cruz, expuso que como había cedido la propiedad de un inmueble suyo a una de sus hijas y que, como ahora vía de arriendo, buscaba apoderarse de la propiedad ajena, donde el ingenio, que funciona hace más de 60 años, planeaba construir un complejo de vivienda para sus fabriles, según informes, lo menos, confusos.

La zona donde se verificó el avasallamiento es un cañaveral que hoy da la impresión de tierra de barbecho entre las radiales 8 y 12.

La zafra estaba el lunes parada y, según un empleado de San Aurelio, Richard Ponce, los destilados del proceso de la caña y el refinamiento de azúcar no podían ser canalizados por la destrucción de la infraestructura.

La Policía reportó el hallazgo de un cadáver, con signos de violencia, cerca de los cañaverales, pero no pudo vincularlo con ninguno de los bandos en disputa.

Ponce dijo que la empresa revisó la nómina y que no encontró a la presunta víctima de la violencia.

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