Inter ganó en Moscú y avanzó a semifinales
Moscú, Agencias
Inter de Milán se clasificó para las semifinales de la Liga de Campeones al derrotar al CSKA Moscú (0-1) con un solitario gol a balón parado del holandés Wesley Sneijder.
En las semifinales, el equipo italiano se enfrentará al ganador de la eliminatoria que enfrenta esta noche al Barcelona y al Arsenal de Londres.
El césped artificial del estadio olímpico Luzhnikí no afectó a los pupilos del portugués José Mourinho, que mantiene vivas sus esperanzas de alzarse con la Liga de Campeones, que ya logró con el Oporto en 2004, pero no pudo conquistar con el Chelsea.
No tuvo que realizar un gran desgaste el Inter, que ya había ganado por la mínima el partido de ida (1-0), ante un CSKA que pecó de ingenuidad y echó mucho de menos a su mujer jugador, el serbio Krasic, que se perdió el partido por acumulación de amonestaciones.
Como había prometido la víspera, Mourinho decidió arriesgar y poner de inicio al holandés Wesley Sneijder, que era duda tras recibir durante el entrenamiento previo al partido un fuerte golpe en el tobillo derecho.
Sneijder, que militó la pasada temporada en el Real Madrid, dio la razón a su entrenador e inauguró el marcador a los seis minutos de tiro de falta directa, tras un fallo de la barrera y del portero ruso.
Curiosamente, el gol espoleó a los rusos, que no dejaron de asediar la portería italiana durante toda la primera parte, mientras el Inter optó por el contraataque.
En la mejor ocasión del CSKA, Necid recibió un pase al borde del área grande, se revolvió y su disparo salió raspando el poste derecho de la portería defendida por el brasileño Julio César (m.23).
El japonés Honda, autor del gol de la victoria en Sevilla en los octavos de final, lo intentó a balón parado, pero sus disparos salieron todos altos, al igual que en la única intentona del chileno Mark González.
El joven Dzagóev también dispuso de una buena ocasión en una buena jugada colectiva de los rusos, pero cuando encaraba a Julio César disparó mordido y la defensa italiana despejó el balón (m.35).
Odiah, que entró a los quince minutos en sustitución del lesionado V. Berezutsky, también disparó con peligro desde fuera del área.
También es verdad que el argentino Diego Milito, el jugador más adelantado de su equipo, también pudo sentenciar al final de la primera parte, pero tras recortar a Ignashévich, disparó flojo y el guardameta ruso despejó con los pies.
CSKA siguió atacando a pecho descubierto en la segunda parte, aunque sus esfuerzos se vieron frustrados por la expulsión del nigeriano Odiah, que recibió la segunda tarjeta amarilla tras una dura entrada sobre Eto'o.
Mark González pudo empatar con un duro disparo dentro del área, pero Julio César atrapó ágilmente la pelota, demostrando que ese no era el día de los rusos.
A partir de ahí, los italianos echaron mano de su experiencia y, sin apenas forzar, lograron maniatar al equipo del Ejército ruso, que se desinfló según pasaban los minutos.
El serbio Stánkovic incluso pudo marcar el segundo tanto de su equipo con un fenomenal disparo desde 30 metros de distancia, al igual que Milito con un disparo en el área pequeña (m.70).
En ambos ocasiones, el internacional Akinféev respondió que dos fenomenales paradas.
Los últimos veinte minutos, el estadio asistió desesperado cómo los italianos se pasaban el balón una y otra vez sin mirar a la portería contraria.
Inter de Milán, que cayó la pasada temporada en los octavos de final ante el Manchester United, no disputa una final de la Copa de Europa desde la temporada 1971-72, cuando cayó ante el Ajax de Amsterdam (2-0).
Para este partido, las autoridades rusas tomaron unas extremas medidas de seguridad en previsión de posibles atentados terroristas como los que golpearon la pasada semana el metro de Moscú.
Inter de Milán se clasificó para las semifinales de la Liga de Campeones al derrotar al CSKA Moscú (0-1) con un solitario gol a balón parado del holandés Wesley Sneijder.
En las semifinales, el equipo italiano se enfrentará al ganador de la eliminatoria que enfrenta esta noche al Barcelona y al Arsenal de Londres.
El césped artificial del estadio olímpico Luzhnikí no afectó a los pupilos del portugués José Mourinho, que mantiene vivas sus esperanzas de alzarse con la Liga de Campeones, que ya logró con el Oporto en 2004, pero no pudo conquistar con el Chelsea.
No tuvo que realizar un gran desgaste el Inter, que ya había ganado por la mínima el partido de ida (1-0), ante un CSKA que pecó de ingenuidad y echó mucho de menos a su mujer jugador, el serbio Krasic, que se perdió el partido por acumulación de amonestaciones.
Como había prometido la víspera, Mourinho decidió arriesgar y poner de inicio al holandés Wesley Sneijder, que era duda tras recibir durante el entrenamiento previo al partido un fuerte golpe en el tobillo derecho.
Sneijder, que militó la pasada temporada en el Real Madrid, dio la razón a su entrenador e inauguró el marcador a los seis minutos de tiro de falta directa, tras un fallo de la barrera y del portero ruso.
Curiosamente, el gol espoleó a los rusos, que no dejaron de asediar la portería italiana durante toda la primera parte, mientras el Inter optó por el contraataque.
En la mejor ocasión del CSKA, Necid recibió un pase al borde del área grande, se revolvió y su disparo salió raspando el poste derecho de la portería defendida por el brasileño Julio César (m.23).
El japonés Honda, autor del gol de la victoria en Sevilla en los octavos de final, lo intentó a balón parado, pero sus disparos salieron todos altos, al igual que en la única intentona del chileno Mark González.
El joven Dzagóev también dispuso de una buena ocasión en una buena jugada colectiva de los rusos, pero cuando encaraba a Julio César disparó mordido y la defensa italiana despejó el balón (m.35).
Odiah, que entró a los quince minutos en sustitución del lesionado V. Berezutsky, también disparó con peligro desde fuera del área.
También es verdad que el argentino Diego Milito, el jugador más adelantado de su equipo, también pudo sentenciar al final de la primera parte, pero tras recortar a Ignashévich, disparó flojo y el guardameta ruso despejó con los pies.
CSKA siguió atacando a pecho descubierto en la segunda parte, aunque sus esfuerzos se vieron frustrados por la expulsión del nigeriano Odiah, que recibió la segunda tarjeta amarilla tras una dura entrada sobre Eto'o.
Mark González pudo empatar con un duro disparo dentro del área, pero Julio César atrapó ágilmente la pelota, demostrando que ese no era el día de los rusos.
A partir de ahí, los italianos echaron mano de su experiencia y, sin apenas forzar, lograron maniatar al equipo del Ejército ruso, que se desinfló según pasaban los minutos.
El serbio Stánkovic incluso pudo marcar el segundo tanto de su equipo con un fenomenal disparo desde 30 metros de distancia, al igual que Milito con un disparo en el área pequeña (m.70).
En ambos ocasiones, el internacional Akinféev respondió que dos fenomenales paradas.
Los últimos veinte minutos, el estadio asistió desesperado cómo los italianos se pasaban el balón una y otra vez sin mirar a la portería contraria.
Inter de Milán, que cayó la pasada temporada en los octavos de final ante el Manchester United, no disputa una final de la Copa de Europa desde la temporada 1971-72, cuando cayó ante el Ajax de Amsterdam (2-0).
Para este partido, las autoridades rusas tomaron unas extremas medidas de seguridad en previsión de posibles atentados terroristas como los que golpearon la pasada semana el metro de Moscú.