EE.UU. y Rusia firman acuerdo nuclear
Redacción, BBC Mundo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par de Rusia, Dmitri Medvedev, firmaron este jueves un nuevo tratado de reducción de armas nucleares en Praga, la capital de la República Checa.
Según el acuerdo, los ex enemigos de la Guerra Fría se comprometen a reducir sus arsenales en casi un tercio, es decir 1.550 cabezas nucleares cada uno.
También limitarán el número de lanzadores que cada uno posee.
El nuevo convenio reemplaza al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés) firmado en 1991, que venció en diciembre pasado.
Rusia y EE.UU. se comprometieron a reducir sus arsenales en casi un tercio.
"Hoy se marca un hito importante tanto para la seguridad nuclear y la no proliferación como para las relaciones entre Rusia y Estados Unidos", dijo Obama después de firmar el documento. "Este día representa la determinación de ambos países -que cuentan con el 90% del arsenal nuclear del mundo- de ejercer un liderazgo global responsable".
Por su parte, Medvedev afirmó que el resultado obtenido este jueves es "bueno", pues permite a las dos naciones alcanzar un "mayor nivel de cooperación".
Medvedev admitió que las negociaciones para el tratado "no han sido sencillas".
Armamento desplegado
Según el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, la duración del nuevo START será de 10 años, prorrogables a otros cinco.
"Se prevé que la reducción de los arsenales estratégicos empiece a verificarse a los siete años de la entrada en vigencia del acuerdo, aunque cada país podrá adoptar el sistema que considere conveniente para tal fin", agregó Chirinos.
Al contrario del tratado de 1991, firmado por Mijaíl Gorbachov y George Bush padre, el nuevo convenio no incluye la reducción del arsenal almacenado ni la destrucción total de las cabezas nucleares, sino que sólo habla del armamento desplegado.
Con todo, varios analistas indican que, para Obama, la firma del tratado representa su primer auténtico triunfo internacional.
Antes de suscribir el acuerdo, los líderes de Rusia y Estados Unidos mantuvieron una reunión privada en el Castillo de Praga.
Esta semana, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo que el convenio marcaba un "nuevo nivel de confianza" entre los dos países.
Sin embargo, advirtió que Rusia podría salirse del tratado si se siente amenazada por el plan de EE.UU. de desarrollar un escudo de defensa antimisiles en Europa Oriental.
Misil de defensa
El nuevo tratado sustituirá al START, acordado en 1991.
La preocupación de Moscú por esta iniciativa fue precisamente lo que retrasó la firma del nuevo START.
El presidente estadounidense desechó un plan anterior para instalar un escudo antimisiles en Polonia y República Checa, que había molestado a Rusia.
Al respecto, Lavrov dijo que el proyecto actual de Washington, que podría incluir una base para interceptar misiles en Rumania, parece aceptable para Moscú.
En declaraciones tras la firma del tratado, Obama dijo que ambos países habían acordado ampliar la discusión sobre la defensa antimisiles y que buscarían cooperar en esta área.
Analistas consideran que la firma del nuevo tratado nuclear marca el inicio de la ambiciosa agenda de Obama sobre el control de armas.
Fue durante un discurso en Praga, el año pasado, que el mandatario estadounidense dio a conocer su visión sobre avanzar hacia un mundo sin arsenales nucleares.
"Lo dije entonces y lo repito ahora: éste es un objetivo a largo plazo, uno que quizás no será alcanzado en toda mi vida", declaró Obama.
"Reinicio"
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, le dijo a la BBC que el tratado de Praga significaba un gran paso hacia un mayor control de armas y que no contradecía su propuesta de que la alianza atlántica desarrolle un sistema de defensa antimisiles para Europa.
Sin embargo, Medvedev dijo este jueves que Rusia todavía estaba preocupada por este plan.
Por su parte, el especialista estadounidense en proliferación nuclear Joseph Cirincione explicó que el acuerdo también significa una mejora en las relaciones entre las dos superpotencias (EE.UU. y Rusia).
"Este tratado significa un gran reinicio de las relaciones ruso-estadounidenses, que cayeron a los niveles de la Guerra Fría hace apenas 18 meses, tras la guerra de Georgia", agregó.
La Casa Blanca ha dicho que tiene esperanzas de que el Senado estadounidense ratifique el acuerdo este año. Un paso que también se debe cumplir en Rusia.
Obama y Medvedev reafirmaron su compromiso de considerar sanciones más severas contra Irán por su programa nuclear.
Ambos líderes también tenían previsto aprovechar esta ocasión para discutir la crisis política en la república de Kirguistán, en Asia Centra.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par de Rusia, Dmitri Medvedev, firmaron este jueves un nuevo tratado de reducción de armas nucleares en Praga, la capital de la República Checa.
Según el acuerdo, los ex enemigos de la Guerra Fría se comprometen a reducir sus arsenales en casi un tercio, es decir 1.550 cabezas nucleares cada uno.
También limitarán el número de lanzadores que cada uno posee.
El nuevo convenio reemplaza al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés) firmado en 1991, que venció en diciembre pasado.
Rusia y EE.UU. se comprometieron a reducir sus arsenales en casi un tercio.
"Hoy se marca un hito importante tanto para la seguridad nuclear y la no proliferación como para las relaciones entre Rusia y Estados Unidos", dijo Obama después de firmar el documento. "Este día representa la determinación de ambos países -que cuentan con el 90% del arsenal nuclear del mundo- de ejercer un liderazgo global responsable".
Por su parte, Medvedev afirmó que el resultado obtenido este jueves es "bueno", pues permite a las dos naciones alcanzar un "mayor nivel de cooperación".
Medvedev admitió que las negociaciones para el tratado "no han sido sencillas".
Armamento desplegado
Según el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, la duración del nuevo START será de 10 años, prorrogables a otros cinco.
"Se prevé que la reducción de los arsenales estratégicos empiece a verificarse a los siete años de la entrada en vigencia del acuerdo, aunque cada país podrá adoptar el sistema que considere conveniente para tal fin", agregó Chirinos.
Al contrario del tratado de 1991, firmado por Mijaíl Gorbachov y George Bush padre, el nuevo convenio no incluye la reducción del arsenal almacenado ni la destrucción total de las cabezas nucleares, sino que sólo habla del armamento desplegado.
Con todo, varios analistas indican que, para Obama, la firma del tratado representa su primer auténtico triunfo internacional.
Antes de suscribir el acuerdo, los líderes de Rusia y Estados Unidos mantuvieron una reunión privada en el Castillo de Praga.
Esta semana, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo que el convenio marcaba un "nuevo nivel de confianza" entre los dos países.
Sin embargo, advirtió que Rusia podría salirse del tratado si se siente amenazada por el plan de EE.UU. de desarrollar un escudo de defensa antimisiles en Europa Oriental.
Misil de defensa
El nuevo tratado sustituirá al START, acordado en 1991.
La preocupación de Moscú por esta iniciativa fue precisamente lo que retrasó la firma del nuevo START.
El presidente estadounidense desechó un plan anterior para instalar un escudo antimisiles en Polonia y República Checa, que había molestado a Rusia.
Al respecto, Lavrov dijo que el proyecto actual de Washington, que podría incluir una base para interceptar misiles en Rumania, parece aceptable para Moscú.
En declaraciones tras la firma del tratado, Obama dijo que ambos países habían acordado ampliar la discusión sobre la defensa antimisiles y que buscarían cooperar en esta área.
Analistas consideran que la firma del nuevo tratado nuclear marca el inicio de la ambiciosa agenda de Obama sobre el control de armas.
Fue durante un discurso en Praga, el año pasado, que el mandatario estadounidense dio a conocer su visión sobre avanzar hacia un mundo sin arsenales nucleares.
"Lo dije entonces y lo repito ahora: éste es un objetivo a largo plazo, uno que quizás no será alcanzado en toda mi vida", declaró Obama.
"Reinicio"
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, le dijo a la BBC que el tratado de Praga significaba un gran paso hacia un mayor control de armas y que no contradecía su propuesta de que la alianza atlántica desarrolle un sistema de defensa antimisiles para Europa.
Sin embargo, Medvedev dijo este jueves que Rusia todavía estaba preocupada por este plan.
Por su parte, el especialista estadounidense en proliferación nuclear Joseph Cirincione explicó que el acuerdo también significa una mejora en las relaciones entre las dos superpotencias (EE.UU. y Rusia).
"Este tratado significa un gran reinicio de las relaciones ruso-estadounidenses, que cayeron a los niveles de la Guerra Fría hace apenas 18 meses, tras la guerra de Georgia", agregó.
La Casa Blanca ha dicho que tiene esperanzas de que el Senado estadounidense ratifique el acuerdo este año. Un paso que también se debe cumplir en Rusia.
Obama y Medvedev reafirmaron su compromiso de considerar sanciones más severas contra Irán por su programa nuclear.
Ambos líderes también tenían previsto aprovechar esta ocasión para discutir la crisis política en la república de Kirguistán, en Asia Centra.