Cristina Kirchner reclama que UK cumpla resolución de la ONU
“Hay que asentarse en el derecho internacional”
Buenos Aires, El País
La Presidenta rechazó las versiones “ridículas” que afirman que la Argentina quiere “tomar militarmente las islas”. Reivindicó a los soldados y señaló la necesidad de distinguir el reclamo de soberanía de la legitimidad de aquel gobierno.
“Por historia, pero fundamentalmente por sentido común, pretender soberanía a 14 mil kilómetros de distancia no es sostenible ni histórica, ni jurídica ni geográficamente. Esto es un ejercicio de colonialismo, tal vez uno de los últimos del siglo XXI.”
El discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cerró el acto central por el 28 aniversario de la guerra del Atlántico Sur. Con el imponente marco del canal de Beagle, reclamó a Gran Bretaña que no se escude en su poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y cumpla las resoluciones de descolonización, “si es cierto que se quiere un mundo civilizado y en paz”,
Cerca del mediodía, la plaza Islas Malvinas ya estaba repleta. Ex combatientes, familiares de caídos en la guerra, alumnos, maestros y vecinos se acercaron desde temprano al casco céntrico de Ushuaia. Un clima soleado, con unos ocho grados –caluroso para los estándares de la ciudad más austral del mundo–, recibió a la Presidenta, que encabezó la ceremonia y renovó el reclamo argentino ante Gran Bretaña.
Abrigada con un piloto beige con cuello de piel, Cristina subió al escenario acompañada por la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, y la ministra de Defensa, Nilda Garré. Junto a ellas estaban el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Jorge Chevallier, y los titulares de las tres fuerzas, así como el presidente del Centro de Ex Combatientes de Ushuaia, Ramón López.
El discurso de la Presidenta fue calmo pero firme. La jefa de Estado llamó a construir “una tarea en todos los frentes y todos los foros” para denunciar “la injusticia, la incoherencia, de un mundo que persigue vivir en paz y que cada país respete las fronteras del otro, pero que sin embargo, por el solo hecho de tener un sillón en el Consejo de Seguridad, no respeta las resoluciones de Naciones Unidas”, algo que la Presidenta consideró un “doble estándar que tiene que ser revisado”.
La escuchaban con especial atención los numerosos familiares de ex combatientes venidos de todos los rincones del país, muchos de los cuales eran hijos de caídos en batalla que visitaban por primera vez el primer monumento nacional que recuerda a los fallecidos en el conflicto.
“Tenemos que asentarnos, esencialmente, en el derecho internacional –continuó la Presidenta–. No puede ser que se les reclame a otros países más débiles el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas en cualquier ámbito y, sin embargo, uno de ellos pueda violarlas sistemáticamente desde 1965 a la fecha.” Para la jefa de Estado, ése es el motivo del actual reclamo y no las versiones “ridículas” que afirman que la Argentina quiere “tomar militarmente las islas”. “Que no nos vengan a correr con fantasmas”, advirtió. Debajo del escenario se veían numerosas banderas argentinas, mezcladas con otras con la imagen de Perón y Evita.
La mandataria subrayó que el gobierno inglés “reconocía a la dictadura como gobierno” argentino “pese a las innumerables denuncias que había desde siempre sobre violaciones a los derechos humanos”. A continuación recordó cómo, luego del enfrentamiento, surgió “la vergüenza de esconder a nuestros combatientes cuando retornaban”. Sin embargo, explicó CFK, ahora existe “una sociedad integrada por partidos populares y democráticos” que tiene “autoridad moral, institucional e histórica” para reclamar el cumplimiento de las resoluciones de la ONU. “Que las cumplan, si es cierto que se quiere un mundo civilizado y en paz”, concluyó.
Su exposición fue precedida por el discurso de la gobernadora Fabiana Ríos, quien aseguró que la guerra fue promovida por “un régimen que se estaba agotando” y que eso “impidió por años honrar a estas personas como se lo merecían, sostener el reclamo de soberanía y distinguir esto de la legitimidad de aquel gobierno”.
Luego del acto, caminó unos doscientos metros hasta un balcón que daba a la costa del mar y arrojó claveles rojos junto a familiares de ex combatientes. Más tarde, a metros del lugar, se presentó el cantante David Lebon, que interpretó temas propios junto a una docena de músicos del Teatro Colón, aunque para entonces la comitiva presidencial ya había partido para el gimnasio municipal. Allí tuvo lugar el ya clásico Festival Musical, donde el tenor argentino –y ex combatiente– Darío Volonté entonó una estremecedora versión a capella de “Aurora”.
Buenos Aires, El País
La Presidenta rechazó las versiones “ridículas” que afirman que la Argentina quiere “tomar militarmente las islas”. Reivindicó a los soldados y señaló la necesidad de distinguir el reclamo de soberanía de la legitimidad de aquel gobierno.
“Por historia, pero fundamentalmente por sentido común, pretender soberanía a 14 mil kilómetros de distancia no es sostenible ni histórica, ni jurídica ni geográficamente. Esto es un ejercicio de colonialismo, tal vez uno de los últimos del siglo XXI.”
El discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cerró el acto central por el 28 aniversario de la guerra del Atlántico Sur. Con el imponente marco del canal de Beagle, reclamó a Gran Bretaña que no se escude en su poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y cumpla las resoluciones de descolonización, “si es cierto que se quiere un mundo civilizado y en paz”,
Cerca del mediodía, la plaza Islas Malvinas ya estaba repleta. Ex combatientes, familiares de caídos en la guerra, alumnos, maestros y vecinos se acercaron desde temprano al casco céntrico de Ushuaia. Un clima soleado, con unos ocho grados –caluroso para los estándares de la ciudad más austral del mundo–, recibió a la Presidenta, que encabezó la ceremonia y renovó el reclamo argentino ante Gran Bretaña.
Abrigada con un piloto beige con cuello de piel, Cristina subió al escenario acompañada por la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, y la ministra de Defensa, Nilda Garré. Junto a ellas estaban el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Jorge Chevallier, y los titulares de las tres fuerzas, así como el presidente del Centro de Ex Combatientes de Ushuaia, Ramón López.
El discurso de la Presidenta fue calmo pero firme. La jefa de Estado llamó a construir “una tarea en todos los frentes y todos los foros” para denunciar “la injusticia, la incoherencia, de un mundo que persigue vivir en paz y que cada país respete las fronteras del otro, pero que sin embargo, por el solo hecho de tener un sillón en el Consejo de Seguridad, no respeta las resoluciones de Naciones Unidas”, algo que la Presidenta consideró un “doble estándar que tiene que ser revisado”.
La escuchaban con especial atención los numerosos familiares de ex combatientes venidos de todos los rincones del país, muchos de los cuales eran hijos de caídos en batalla que visitaban por primera vez el primer monumento nacional que recuerda a los fallecidos en el conflicto.
“Tenemos que asentarnos, esencialmente, en el derecho internacional –continuó la Presidenta–. No puede ser que se les reclame a otros países más débiles el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas en cualquier ámbito y, sin embargo, uno de ellos pueda violarlas sistemáticamente desde 1965 a la fecha.” Para la jefa de Estado, ése es el motivo del actual reclamo y no las versiones “ridículas” que afirman que la Argentina quiere “tomar militarmente las islas”. “Que no nos vengan a correr con fantasmas”, advirtió. Debajo del escenario se veían numerosas banderas argentinas, mezcladas con otras con la imagen de Perón y Evita.
La mandataria subrayó que el gobierno inglés “reconocía a la dictadura como gobierno” argentino “pese a las innumerables denuncias que había desde siempre sobre violaciones a los derechos humanos”. A continuación recordó cómo, luego del enfrentamiento, surgió “la vergüenza de esconder a nuestros combatientes cuando retornaban”. Sin embargo, explicó CFK, ahora existe “una sociedad integrada por partidos populares y democráticos” que tiene “autoridad moral, institucional e histórica” para reclamar el cumplimiento de las resoluciones de la ONU. “Que las cumplan, si es cierto que se quiere un mundo civilizado y en paz”, concluyó.
Su exposición fue precedida por el discurso de la gobernadora Fabiana Ríos, quien aseguró que la guerra fue promovida por “un régimen que se estaba agotando” y que eso “impidió por años honrar a estas personas como se lo merecían, sostener el reclamo de soberanía y distinguir esto de la legitimidad de aquel gobierno”.
Luego del acto, caminó unos doscientos metros hasta un balcón que daba a la costa del mar y arrojó claveles rojos junto a familiares de ex combatientes. Más tarde, a metros del lugar, se presentó el cantante David Lebon, que interpretó temas propios junto a una docena de músicos del Teatro Colón, aunque para entonces la comitiva presidencial ya había partido para el gimnasio municipal. Allí tuvo lugar el ya clásico Festival Musical, donde el tenor argentino –y ex combatiente– Darío Volonté entonó una estremecedora versión a capella de “Aurora”.