Atlético Tucumán no pudo con un River calculador
San Miguel de Tucumán, Agencias
Atlético Tucumán arriesgó en la segunda parte, pero terminó 0-0 ante un River Plate que se pasó de calculador.
En un colmado Monumental José Fierro y por la decimocuarta fecha del torneo Clausura, Atlético apenas obtuvo un punto, por lo que quedó cada vez más cerca de un descenso de categoría que difícilmente conseguirá eludir.
Por su parte, River tuvo la pelota en el primer tiempo y contraatacó en el capítulo decisivo, pero dejó la sensación de que se cuidó en forma excesiva. Lo suyo pareció amarrete. De cualquier modo, por algo tendrá que empezar la temporada próxima con un promedio alarmante que nada tiene que ver con la historia del club.
Es más, el equipo de Leonardo Astrada hace cinco cotejos que resulta impotente para convertir. Claro que la anemia de ninguna manera es reciente, ya que apenas hizo ocho goles en catorce fechas.
En el primer período Atlético fue inexpresivo y River dispuso de la pelota, pero el problema consistió en que la utilizó más para evitar que le hicieran daño que para complicar al adversario.
Por el lado del River dominador del balón sólo se vieron pinceladas de Ariel Ortega para asistir a sus compañeros, pero en su equipo hubo abundancia de mediocampistas y Gustavo Bou quedó como un punta solitario.
Ante semejante falta de ideas para llegar hasta la valla del rival, los dos conjuntos apelaron a remates desde larga distancia para tratar de sacar provecho de un sorpresivo boleto ganador.
A los 8 y a los 12 minutos hubo disparos del debutante riverplatense Ezequiel Cirigliano (bonaerense de 18 años) y a los 15 quien probó para los tucumanos fue Juan Pablo Pereyra.
En la segunda parte, el local mejoró y buscó quebrar a un oponente que se retrasó en demasía.
Se animó un poco más Atlético porque tuvo más oxígeno a la mitad de la cancha. Al menos dejó en evidencia actitud, el deseo de hacer el máximo esfuerzo en procura de la victoria, más allá de las también elocuentes limitaciones. River se retrasó sin la pelota y se quedó sin juego, pero sí tuvo algunas oportunidades clarísimas, como dos que protagonizó el Burrito Ortega.
La primera chance el jujeño la tuvo en el minuto 28, por el sector derecho, cuando remató por encima del travesaño.
La segunda se vio un minuto más tarde, cuando ingresó por la izquierda y solo ante Lucas Ischuck definió mal.
En cuanto a lo generado por los anfitriones, Emanuel Gigliotti tuvo una escena muy favorable, a los 23 minutos, pero tiró por encima del travesaño el centro que envió César Montiglio.
Sobre el desenlace el visitante estuvo a punto de imponerse, pero Mauro Díaz cabeceó desviado, a pesar de que recibió el esférico en una posición ideal.
En definitiva, los dirigidos por Mario Gómez dejaron en claro en el segundo segmento su profundo deseo de ganar, pero fallaron por falta de claridad.
Respecto de River, cuando tuvo la pelota en los 45 minutos iniciales lo suyo fue chato. Luego, cuando optó por especular con la desesperación ajena, dejó una imagen de timorato y amarrete.
Atlético Tucumán arriesgó en la segunda parte, pero terminó 0-0 ante un River Plate que se pasó de calculador.
En un colmado Monumental José Fierro y por la decimocuarta fecha del torneo Clausura, Atlético apenas obtuvo un punto, por lo que quedó cada vez más cerca de un descenso de categoría que difícilmente conseguirá eludir.
Por su parte, River tuvo la pelota en el primer tiempo y contraatacó en el capítulo decisivo, pero dejó la sensación de que se cuidó en forma excesiva. Lo suyo pareció amarrete. De cualquier modo, por algo tendrá que empezar la temporada próxima con un promedio alarmante que nada tiene que ver con la historia del club.
Es más, el equipo de Leonardo Astrada hace cinco cotejos que resulta impotente para convertir. Claro que la anemia de ninguna manera es reciente, ya que apenas hizo ocho goles en catorce fechas.
En el primer período Atlético fue inexpresivo y River dispuso de la pelota, pero el problema consistió en que la utilizó más para evitar que le hicieran daño que para complicar al adversario.
Por el lado del River dominador del balón sólo se vieron pinceladas de Ariel Ortega para asistir a sus compañeros, pero en su equipo hubo abundancia de mediocampistas y Gustavo Bou quedó como un punta solitario.
Ante semejante falta de ideas para llegar hasta la valla del rival, los dos conjuntos apelaron a remates desde larga distancia para tratar de sacar provecho de un sorpresivo boleto ganador.
A los 8 y a los 12 minutos hubo disparos del debutante riverplatense Ezequiel Cirigliano (bonaerense de 18 años) y a los 15 quien probó para los tucumanos fue Juan Pablo Pereyra.
En la segunda parte, el local mejoró y buscó quebrar a un oponente que se retrasó en demasía.
Se animó un poco más Atlético porque tuvo más oxígeno a la mitad de la cancha. Al menos dejó en evidencia actitud, el deseo de hacer el máximo esfuerzo en procura de la victoria, más allá de las también elocuentes limitaciones. River se retrasó sin la pelota y se quedó sin juego, pero sí tuvo algunas oportunidades clarísimas, como dos que protagonizó el Burrito Ortega.
La primera chance el jujeño la tuvo en el minuto 28, por el sector derecho, cuando remató por encima del travesaño.
La segunda se vio un minuto más tarde, cuando ingresó por la izquierda y solo ante Lucas Ischuck definió mal.
En cuanto a lo generado por los anfitriones, Emanuel Gigliotti tuvo una escena muy favorable, a los 23 minutos, pero tiró por encima del travesaño el centro que envió César Montiglio.
Sobre el desenlace el visitante estuvo a punto de imponerse, pero Mauro Díaz cabeceó desviado, a pesar de que recibió el esférico en una posición ideal.
En definitiva, los dirigidos por Mario Gómez dejaron en claro en el segundo segmento su profundo deseo de ganar, pero fallaron por falta de claridad.
Respecto de River, cuando tuvo la pelota en los 45 minutos iniciales lo suyo fue chato. Luego, cuando optó por especular con la desesperación ajena, dejó una imagen de timorato y amarrete.