Papa Benedicto XVI desafía escándalo
Roma, EP
En medio del escándalo que sacude a la Iglesia católica por abusos sexuales contra menores, el papa Benedicto XVI aseguró hoy no sentirse intimidado por las críticas.
Frente a miles de personas que asistieron a la Plaza de San Pedro para la misa dominical, Benedicto XVI dijo que su fe le dará el coraje de "no permitir verse intimidado por el chisme mezquino de opinión dominante".
Pese a que no hizo mención directa a los abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra niños, el Papa sostuvo que el hombre en ocasiones a veces "se sume en el pantano del pecado y la falta de honradez".
Un informe del gobierno irlandés reveló en 2009 cómo la jerarquía eclesiástica e instituciones católicas en ese país ocultaron durante décadas miles de casos de abuso sexual, físico y psicológico contra menores.
Benedicto XVI se disculpó la semana pasada con las víctimas de los excesos perpetrados en Irlanda por religiosos que deberán responder -advirtió- no sólo ante Dios sino también ante la justicia ordinaria.
El Sumo Pontífice envió una carta pastoral a los sacerdotes irlandeses en la que aseguró lamentar "con vergüenza y remordimiento" el sufrimiento infligido a cientos de niños.
Pero la postura del Vaticano fue considerada insuficiente y profundizó la crisis de credibilidad de la Iglesia católica, que enfrenta casos similares de abuso en instituciones religiosas de Holanda y Alemania.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, admitió la víspera que la respuesta de la Iglesia es crucial para recuperar su credibilidad moral y por eso los casos de abusos deben ser reconocidos y reparados.
Lombardi señaló que aunque los hechos ocurrieron hace décadas, reconocerlos y hacer reparaciones a la víctimas "es el precio para restablecer justicia y mirar hacia el futuro con renovado vigor, humildad y confianza".
En medio del escándalo que sacude a la Iglesia católica por abusos sexuales contra menores, el papa Benedicto XVI aseguró hoy no sentirse intimidado por las críticas.
Frente a miles de personas que asistieron a la Plaza de San Pedro para la misa dominical, Benedicto XVI dijo que su fe le dará el coraje de "no permitir verse intimidado por el chisme mezquino de opinión dominante".
Pese a que no hizo mención directa a los abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra niños, el Papa sostuvo que el hombre en ocasiones a veces "se sume en el pantano del pecado y la falta de honradez".
Un informe del gobierno irlandés reveló en 2009 cómo la jerarquía eclesiástica e instituciones católicas en ese país ocultaron durante décadas miles de casos de abuso sexual, físico y psicológico contra menores.
Benedicto XVI se disculpó la semana pasada con las víctimas de los excesos perpetrados en Irlanda por religiosos que deberán responder -advirtió- no sólo ante Dios sino también ante la justicia ordinaria.
El Sumo Pontífice envió una carta pastoral a los sacerdotes irlandeses en la que aseguró lamentar "con vergüenza y remordimiento" el sufrimiento infligido a cientos de niños.
Pero la postura del Vaticano fue considerada insuficiente y profundizó la crisis de credibilidad de la Iglesia católica, que enfrenta casos similares de abuso en instituciones religiosas de Holanda y Alemania.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, admitió la víspera que la respuesta de la Iglesia es crucial para recuperar su credibilidad moral y por eso los casos de abusos deben ser reconocidos y reparados.
Lombardi señaló que aunque los hechos ocurrieron hace décadas, reconocerlos y hacer reparaciones a la víctimas "es el precio para restablecer justicia y mirar hacia el futuro con renovado vigor, humildad y confianza".