Milan despilfarró otra gran oportunidad
Milan, Agencias
En el estadio San Siro, Milan y Lazio se igualaron 1 a 1 con goles de Marco Boriello, de penal, y Stephan Lichtsteiner.
De esta manera, los rossoneri suman 60 unidades y ocupan la tercera plaza del torneo, mientras que los capitalinos son decimosextos con 33 puntos.
El partido, equilibrado y bastante aburrido, terminó con un justo empate, porque el Diavolo desperdició la inicial ventaja con uno de sus terribles errores defensivos y, luego, si bien empujó mucho en el complemento para encontrar el empate, jugó con poca claridad y desperdició cada buena chance que logró crear.
Después de un empiezo de estudio, en el que Milan se vio muy reactivo y creó un par de buenas jugadas, al minuto 18 Flamini se metió bien en el área y fue bajado por Kolarov sobre el vértice derecho, con el referí que cobró justamente un penal: Boriello desde los once pasos no falló y anotó el 1 a 0.
Sin embargo, los rossoneri no supieron aprovechar de la ventaja para abrir la defensa de Lazio y atacarla de contraataque. Por lo menos, pero, mantuvieron bien la posesión del esférico y trataron de tener el ritmo bajo para no sufrir la fuerza física de los adversarios.
De todas maneras, eso no les alcanzó para aguantar el marcador, por culpa de un clamoroso error de Antonini: el marcador de punta hizo bien la diagonal defensiva sobre un pelotazo desde la izquierda, pero en cambio de cubrir la pelota y dejarla salir o de mandarla al córner, con un toque algo torpe se la bajó a los jugadores de Lazio, con el balón que le quedó ahí a Lichtsteiner para que la mandara a guardar con un disparo a quemarropa.
En el complemento los locales bajaron muy convencidos, pero los albicelestes se cubrieron con orden y no le dejaron espacios. En este marco, fue increíble el trabajo que hizo Zárate, quien se sacrificó con garra y jugó prácticamente como alero por izquierda, ayudó muchísimo en fase defensiva y estuvo siempre listo para salir al ataque en las pocas contras que su equipo logró tirar.
El tiempo pasaba y el Diavolo no lograba encontrar la clave para quebrar el dique albiceleste. Antonini estuvo cerca de hacerlo con una jugada a puro corazón, cuando ganó dos rebotes sobre el límite del área y sacó un derechazo fuerte que, pero, se estampó sobre el travesaño.
La respuesta capitalina estuvo toda en un tiro libre ejecutado en forma de centro, en el que Boriello se lo perdió a Díaz pero el defensor de Lazio falló un gol fácil desde una buenísima posición.
Milan siguió buscando el triunfo a cabeza baja, pero a nada sirvieron la gran labor de Seedorf entre la líneas ni los cambios de Leonardo que transformaron el equipo en un 4-2-4. Al final, Boriello y Abate no supieron aprovechar de dos buenos balones en el área y Lazio logró arrebatarle un punto al Diavolo.
Milan, en tres días, pasó de una prospectiva de ser primero con dos puntos de ventaja a ser tercero a menos tres unidades de Inter y a menos dos de Roma. Faltan todavía siete fechas, pero un punto en dos partidos parecen casi la entrega de armas de un equipo cansado y que no logra más hacer goles.
Los albicelestes, por su parte, aprovecharon de las derrotas de todos sus rivales y pusieron otro punto importante hacia el objetivo de la permanencia.
En el estadio San Siro, Milan y Lazio se igualaron 1 a 1 con goles de Marco Boriello, de penal, y Stephan Lichtsteiner.
De esta manera, los rossoneri suman 60 unidades y ocupan la tercera plaza del torneo, mientras que los capitalinos son decimosextos con 33 puntos.
El partido, equilibrado y bastante aburrido, terminó con un justo empate, porque el Diavolo desperdició la inicial ventaja con uno de sus terribles errores defensivos y, luego, si bien empujó mucho en el complemento para encontrar el empate, jugó con poca claridad y desperdició cada buena chance que logró crear.
Después de un empiezo de estudio, en el que Milan se vio muy reactivo y creó un par de buenas jugadas, al minuto 18 Flamini se metió bien en el área y fue bajado por Kolarov sobre el vértice derecho, con el referí que cobró justamente un penal: Boriello desde los once pasos no falló y anotó el 1 a 0.
Sin embargo, los rossoneri no supieron aprovechar de la ventaja para abrir la defensa de Lazio y atacarla de contraataque. Por lo menos, pero, mantuvieron bien la posesión del esférico y trataron de tener el ritmo bajo para no sufrir la fuerza física de los adversarios.
De todas maneras, eso no les alcanzó para aguantar el marcador, por culpa de un clamoroso error de Antonini: el marcador de punta hizo bien la diagonal defensiva sobre un pelotazo desde la izquierda, pero en cambio de cubrir la pelota y dejarla salir o de mandarla al córner, con un toque algo torpe se la bajó a los jugadores de Lazio, con el balón que le quedó ahí a Lichtsteiner para que la mandara a guardar con un disparo a quemarropa.
En el complemento los locales bajaron muy convencidos, pero los albicelestes se cubrieron con orden y no le dejaron espacios. En este marco, fue increíble el trabajo que hizo Zárate, quien se sacrificó con garra y jugó prácticamente como alero por izquierda, ayudó muchísimo en fase defensiva y estuvo siempre listo para salir al ataque en las pocas contras que su equipo logró tirar.
El tiempo pasaba y el Diavolo no lograba encontrar la clave para quebrar el dique albiceleste. Antonini estuvo cerca de hacerlo con una jugada a puro corazón, cuando ganó dos rebotes sobre el límite del área y sacó un derechazo fuerte que, pero, se estampó sobre el travesaño.
La respuesta capitalina estuvo toda en un tiro libre ejecutado en forma de centro, en el que Boriello se lo perdió a Díaz pero el defensor de Lazio falló un gol fácil desde una buenísima posición.
Milan siguió buscando el triunfo a cabeza baja, pero a nada sirvieron la gran labor de Seedorf entre la líneas ni los cambios de Leonardo que transformaron el equipo en un 4-2-4. Al final, Boriello y Abate no supieron aprovechar de dos buenos balones en el área y Lazio logró arrebatarle un punto al Diavolo.
Milan, en tres días, pasó de una prospectiva de ser primero con dos puntos de ventaja a ser tercero a menos tres unidades de Inter y a menos dos de Roma. Faltan todavía siete fechas, pero un punto en dos partidos parecen casi la entrega de armas de un equipo cansado y que no logra más hacer goles.
Los albicelestes, por su parte, aprovecharon de las derrotas de todos sus rivales y pusieron otro punto importante hacia el objetivo de la permanencia.