Llorenti anuncia reforma en penitenciarías de Bolivia
Chonchocoro, Abi
El ministro de Gobierno de Bolivia, Sacha Llorenti, anunció el lunes una reforma carcelaria radical tendente a convertir los centros penitenciarios del país, donde operan organizaciones mafiosas, en centros de resocialización real, luego de intervenir el presidio andino de máxima seguridad en Chonchocoro, a 24 km de La Paz, donde una detonación seguida de tiroteo dejó la víspera 3 reos heridos.
"Vamos hacer un seguimiento, no sólo de este penal sino de otros penales. Ya hemos hecho un cambio también en el penal de San Pedro (de La Paz) y vamos a hacer que las cárceles sean justamente eso, cárceles, y no sean lugares donde se confabule para cometer delitos", afirmó el ministro encargado de la seguridad interna en Bolivia.
De acuerdo con estudios privados corroborados por investigaciones periodísticas y de expertos criminólogos, desde las cárceles bolivianas operan tejidos criminales que encargan a sus secuaces, en las calles, robo de vehículos; secuestros express, atracos, asaltos a bancos, estaciones de gasolina y joyerías y que cuentan, además, el apoyo de policías salidos de norma.
Equipos de la policía de Bomberos y de la División Explosivos se internaron en una operación focalizada en la cárcel de Chonchocoro, donde los líderes de la más cruenta dictadura militar de 1980, Luis García Meza, que presidió el régimen de 13 meses hasta agosto de 1981, y su lugarteniente y coordinador de la represión, Luis Arce Gómez, purgan sendas penas de 30 años de encierro sin derecho a indulto, la máxima sanción corporal que contempla la legislación boliviana.
La operación se registró horas después que la detonación de una granada de guerra dejara tres internos heridos, de gravedad, en circunstancias no establecidas en la misma penitenciaría.
Johnny Villarroel Cejas, Juan de Dios Villalobos y Sergio Frías son los internos heridos por la explosión en la celda 324, a las 19h30 del domingo, informó el comandante de Bomberos, coronel Gustavo Daza.
Los heridos fueron ingresados en los hospitales de Clínicas y Holandés, en las ciudades de La Paz y El Alto respectivamente.
En consecuencia, Llorenti anunció un plan, que se extenderá a todos las penitenciarías de Bolivia, para retornar la disciplina Chonchocoro, luego de formular un fuerte cuestionamiento al personal policial de seguridad cuya disciplina y vocación, dijo, se relajaron.
"Que sean (las cárceles bolivianas) lugares en que exista la suficiente disciplina para garantizar la seguridad interna y la seguridad externa", afirmó.
El ministro anticipó que en línea con su decisión de restablecer el orden en la prisión enclavada en pleno altiplano boliviano, "vamos a suspender a todos los policías que estaban a cargo de la seguridad de la cárcel de San Pedro de Chonchocoro". ABI
El ministro de Gobierno de Bolivia, Sacha Llorenti, anunció el lunes una reforma carcelaria radical tendente a convertir los centros penitenciarios del país, donde operan organizaciones mafiosas, en centros de resocialización real, luego de intervenir el presidio andino de máxima seguridad en Chonchocoro, a 24 km de La Paz, donde una detonación seguida de tiroteo dejó la víspera 3 reos heridos.
"Vamos hacer un seguimiento, no sólo de este penal sino de otros penales. Ya hemos hecho un cambio también en el penal de San Pedro (de La Paz) y vamos a hacer que las cárceles sean justamente eso, cárceles, y no sean lugares donde se confabule para cometer delitos", afirmó el ministro encargado de la seguridad interna en Bolivia.
De acuerdo con estudios privados corroborados por investigaciones periodísticas y de expertos criminólogos, desde las cárceles bolivianas operan tejidos criminales que encargan a sus secuaces, en las calles, robo de vehículos; secuestros express, atracos, asaltos a bancos, estaciones de gasolina y joyerías y que cuentan, además, el apoyo de policías salidos de norma.
Equipos de la policía de Bomberos y de la División Explosivos se internaron en una operación focalizada en la cárcel de Chonchocoro, donde los líderes de la más cruenta dictadura militar de 1980, Luis García Meza, que presidió el régimen de 13 meses hasta agosto de 1981, y su lugarteniente y coordinador de la represión, Luis Arce Gómez, purgan sendas penas de 30 años de encierro sin derecho a indulto, la máxima sanción corporal que contempla la legislación boliviana.
La operación se registró horas después que la detonación de una granada de guerra dejara tres internos heridos, de gravedad, en circunstancias no establecidas en la misma penitenciaría.
Johnny Villarroel Cejas, Juan de Dios Villalobos y Sergio Frías son los internos heridos por la explosión en la celda 324, a las 19h30 del domingo, informó el comandante de Bomberos, coronel Gustavo Daza.
Los heridos fueron ingresados en los hospitales de Clínicas y Holandés, en las ciudades de La Paz y El Alto respectivamente.
En consecuencia, Llorenti anunció un plan, que se extenderá a todos las penitenciarías de Bolivia, para retornar la disciplina Chonchocoro, luego de formular un fuerte cuestionamiento al personal policial de seguridad cuya disciplina y vocación, dijo, se relajaron.
"Que sean (las cárceles bolivianas) lugares en que exista la suficiente disciplina para garantizar la seguridad interna y la seguridad externa", afirmó.
El ministro anticipó que en línea con su decisión de restablecer el orden en la prisión enclavada en pleno altiplano boliviano, "vamos a suspender a todos los policías que estaban a cargo de la seguridad de la cárcel de San Pedro de Chonchocoro". ABI