Las mayores tasas de interés ponen en riesgo los planes griegos de austeridad
BRUSELAS- Las altas tasas de interés que Grecia debe pagar para endeudarse en los mercados amenazan a sus intentos de recortar el déficit, lo que aviva los temores de que el país necesita ayuda externa.
Muchos en Europa dieron un suspiro de alivio la semana pasada cuando Grecia colocó con éxito 5.000 millones de euros (US$6.850 millones) en bonos soberanos. La operación era considerada como una prueba de fuego: el país necesita financiar 54.000 millones de euros este año, US$73.400 millones.
Los compradores de deuda, sin embargo,están exigiendo primas mayores de las anticipadas por el gobierno griego cuando planificó su presupuesto de 2010 y propuso en enero a las autoridades de la Unión Europea (UE) un plan de austeridad para recortar este año 9.000 millones de euros del déficit de 30.000 millones de euros del año pasado.
De hecho, los datos presentados por Grecia a la UE asumían que este año y el próximo el país pagaría una tasa de interés promedio en torno al 4,7% sobre su nueva deuda. La cifra es consistente con las tasas pagadas sobre los actuales bonos griegos, la mayoría emitidos cuando el país disfrutaba de una mejor salud financiera.
Pero en la subasta de la semana pasada, Grecia tuvo que pagar 6,25% por un préstamo a 10 años, unos tres puntos porcentuales más de lo que paga Alemania por deuda de similar extensión. Si las tasas siguen a niveles altos, Grecia tendrá que pagar unos 700 millones de euros (US$950 millones) más en costos de interés este año de lo que preveía, calcula Nikos Magginas, economista del Banco Nacional de Grecia.
Estos costos adicionales serían dolorosos para un país que enfrenta tensiones sociales en momentos en que trata de ahorrar todos los euros que pueda. La decisión de ahorrar 650 millones de euros, US$880 millones, mediante un recorte de 10% en las primas salariales del sector público fue recibida con una turbulenta oposición y huelgas masivas.
El pago de intereses, que según las proyecciones ascendería a los 13.000 millones de euros este año, es una de los principales partidas del presupuesto. La cifra es superior al gasto combinado del gobierno en educación, en el sistema judicial y los servicios de orden público.
En los últimos días, funcionarios griegos le han advertido a sus contrapartes europeos del problema que suponen las tasas altas de interés, en un intento por presionar a la UE a que vaya más allá de su imprecisa declaración de apoyo realizada el mes pasado. Atenas espera que una oferta más firme de asistencia durante una reunión de ministros de Finanzas de la UE contempladapara la próxima semana muestre a los posibles compradores de bonos que no se permitirá que Grecia entre en cesación de pagos, haciendo caer así las tasas de interés.
"Nos gustaría endeudarnos a tasas más normales, o a tasas más bajas", dijo el primer ministro griego George Papandreou a los periodistas durante una visita a Washington esta semana. Hay demanda de deuda griega, pero las tasas "aún no están lo suficientemente bajas. Y esto a la larga no es sostenible". manifestó.
Un funcionario griego que optó por el anonimato dijo que el gobierno necesita "algún tipo de garantía para nuestros bonos de parte de nuestros socios europeos" para que las tasas caigan. "Si no nos la brindan y los diferenciales continúan siendo tan amplios, probablemente pediremos públicamente ayuda económica".
Este es un paso que Grecia aún no ha dado y que pondría a los países más boyantes de la zona euro en una encrucijada: Si dicen que no, se arriesgan a un colapso griego que podría repercutir en toda la unión monetaria. Si responden que sí, se enfrentan a las objeciones de sus electores.
Los alemanes, que tendrían que financiar la mayor parte de cualquier rescate económico, se oponen enérgicamente.
Muchos en Europa dieron un suspiro de alivio la semana pasada cuando Grecia colocó con éxito 5.000 millones de euros (US$6.850 millones) en bonos soberanos. La operación era considerada como una prueba de fuego: el país necesita financiar 54.000 millones de euros este año, US$73.400 millones.
Los compradores de deuda, sin embargo,están exigiendo primas mayores de las anticipadas por el gobierno griego cuando planificó su presupuesto de 2010 y propuso en enero a las autoridades de la Unión Europea (UE) un plan de austeridad para recortar este año 9.000 millones de euros del déficit de 30.000 millones de euros del año pasado.
De hecho, los datos presentados por Grecia a la UE asumían que este año y el próximo el país pagaría una tasa de interés promedio en torno al 4,7% sobre su nueva deuda. La cifra es consistente con las tasas pagadas sobre los actuales bonos griegos, la mayoría emitidos cuando el país disfrutaba de una mejor salud financiera.
Pero en la subasta de la semana pasada, Grecia tuvo que pagar 6,25% por un préstamo a 10 años, unos tres puntos porcentuales más de lo que paga Alemania por deuda de similar extensión. Si las tasas siguen a niveles altos, Grecia tendrá que pagar unos 700 millones de euros (US$950 millones) más en costos de interés este año de lo que preveía, calcula Nikos Magginas, economista del Banco Nacional de Grecia.
Estos costos adicionales serían dolorosos para un país que enfrenta tensiones sociales en momentos en que trata de ahorrar todos los euros que pueda. La decisión de ahorrar 650 millones de euros, US$880 millones, mediante un recorte de 10% en las primas salariales del sector público fue recibida con una turbulenta oposición y huelgas masivas.
El pago de intereses, que según las proyecciones ascendería a los 13.000 millones de euros este año, es una de los principales partidas del presupuesto. La cifra es superior al gasto combinado del gobierno en educación, en el sistema judicial y los servicios de orden público.
En los últimos días, funcionarios griegos le han advertido a sus contrapartes europeos del problema que suponen las tasas altas de interés, en un intento por presionar a la UE a que vaya más allá de su imprecisa declaración de apoyo realizada el mes pasado. Atenas espera que una oferta más firme de asistencia durante una reunión de ministros de Finanzas de la UE contempladapara la próxima semana muestre a los posibles compradores de bonos que no se permitirá que Grecia entre en cesación de pagos, haciendo caer así las tasas de interés.
"Nos gustaría endeudarnos a tasas más normales, o a tasas más bajas", dijo el primer ministro griego George Papandreou a los periodistas durante una visita a Washington esta semana. Hay demanda de deuda griega, pero las tasas "aún no están lo suficientemente bajas. Y esto a la larga no es sostenible". manifestó.
Un funcionario griego que optó por el anonimato dijo que el gobierno necesita "algún tipo de garantía para nuestros bonos de parte de nuestros socios europeos" para que las tasas caigan. "Si no nos la brindan y los diferenciales continúan siendo tan amplios, probablemente pediremos públicamente ayuda económica".
Este es un paso que Grecia aún no ha dado y que pondría a los países más boyantes de la zona euro en una encrucijada: Si dicen que no, se arriesgan a un colapso griego que podría repercutir en toda la unión monetaria. Si responden que sí, se enfrentan a las objeciones de sus electores.
Los alemanes, que tendrían que financiar la mayor parte de cualquier rescate económico, se oponen enérgicamente.