La Fed dejará de comprar hipotecas a final de mes

La Reserva Federal mantendrá los tipos de interés en la banda entre el 0% y el 0,25% durante un "periodo prolongado"



SANDRO POZZI, Nueva York
Ben Bernanke quiere que las aguas se calmen para distinguir los factores estructurales que frenan la recuperación de los temporales, y a partir de ahí ajustar la estrategia monetaria. Eso le ha justificado dejar los tipos de interés en EE UU en la banda entre el 0% y el 0,25%. Sin embargo, la Reserva Federal ha confirmado que a final de mes dejará de comprar activos hipotecarios, un mecanismo que le permitió mantener bajo el crédito a la compra de la vivienda.

La de ayer ha sido la primera reunión del comité de política monetaria del banco central que duró un día, en lugar de las dos jornadas que durante la recesión dedicó el equipo de Bernanke a analizar la coyuntura. Ahora lo que busca la Fed es no ser rehén de su propio lenguaje. En el comunicado final mantuvo la línea maestra, la que anticipa que los tipos seguirán intactos en EE UU durante un "periodo prolongado".

Los pocos ajustes han llegado en la parte referida a la economía, al decir que las cosas van a ir mejor a pesar de que el paro sigue alto y de que el mercado de la vivienda esta "deprimido". Esto, en cualquier caso, no le impide seguir con lo planeado cuando se refiere a la estrategia para retirar los instrumentos que activó para inyectar liquidez en la economía.

El sector privado, motor de crecimiento

El baile empezó hace unas semanas, con un alza de un cuarto de punto en el interés a los préstamos a los bancos. Ese paso, de carácter técnico, no afectó al crédito al consumo. Pero la Fed confirmó que a final de mes empezará a desmantelar el programa de 1,25 billones de dólares para la compra de hipotecas. Los analistas ya anticipan un incremento de medio punto en el tipo a los créditos a 30 años, que ahora rondan el 5%.

Es otro paso más para que el sector privado vaya asumiendo poco a poco el papel de motor del crecimiento, sin apoyarse tanto en la intervención pública. El mercado parece estar cada vez más preparado para ello, como indicaron durante las últimas semanas los miembros de la Fed en sus discursos públicos. La atención se dirige así hacia el encuentro del 27 de abril. Ahí podría introducir ya un cambio de lenguaje, que podría indicar que pondrá el pie sobre el freno tras las elecciones de noviembre.

El calendario de subidas, en cualquier caso, dependerá de la marcha de la economía. La previsión es que el repunte se modere a una tasa anualizada del 3% del producto interior bruto en el primer trimestre, frente al 5,9% del cuatro de 2009. Eso, según el Tesoro, sería suficiente para empezar a crear empleos netos. La inflación se mantiene suave. Por lo que de haber subida, sería hasta el 0,5%. Pero hay miembros en el seno de la Fed, como Thomas Hoenig, que están cada más preocupados por los riesgos de la estrategia monetaria actual. Hoenig votó en contra. (El País)

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