El mediador de Obama suspende su visita a Israel
Enfrentamientos entre palestinos y policías en Jerusalén este por la reapertura de una sinagoga
JUAN MIGUEL MUÑOZ
Mensaje firme, otra vez, al Gobierno de Benjamín Netanyahu. En medio de la peor crisis entre Israel y EE UU en más de tres décadas, la Administración de Barack Obama ha decidido suspender el viaje que el mediador para Oriente Próximo, George Mitchell, tenía previsto iniciar la noche del lunes rumbo a Jerusalén para intentar forzar la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos.
Horas antes, el primer ministro israelí había prometido durante la ceremonia de inauguración de una sinagoga en Jerusalén Este que Israel seguirá construyendo en la ciudad vieja. "Durante los últimos 40 años ningún Gobierno ha limitado la construcción en los barrios de Jerusalén", afirmó. Ahora Washington espera que el Ejecutivo de Netanyahu responda a las exigencias de EE UU planteadas durante el fin de semana.
La Casa Blanca demanda la anulación del plan urbanístico que se anunció durante la visita, la semana pasada, del vicepresidente Joseph Biden y que EE UU considera un insulto de su aliado en la región: la edificación de 1.600 viviendas en un barrio ultraortodoxo de Jerusalén. También exige EE UU algunas medidas para fortalecer la posición política del presidente palestino, Mahmud Abbas. Entre ellas, la liberación de cientos de prisioneros, el levantamiento de controles militares en Cisjordania, y el alivio del bloqueo económico a Gaza. Ahora la pelota está en el tejado de Netanyahu, que es visto, incluso por Washington, como el saboteador de las negociaciones.
"Día de la ira"
El ambiente político y en las calles se caldea. La tensión en Jerusalén y los enfrentamientos entre policías y palestinos se extienden desde hace días, pero hoy es la jornada más temida por la policía, que ha desplegado a 3.000 agentes ante el "día de la ira" convocado por Hamás, en protesta por la inauguración, tras su reconstrucción, de la sinagoga Hurva (Ruina) en el barrio judío de la ciudad vieja.
Entre los palestinos se distribuyeron panfletos que incidían en la profecía de un gran rabino lituano que vaticinó que la tercera reconstrucción de ese templo marcaría el inicio de la construcción del Tercer Templo de Jerusalén.
A lo largo de la mañana, se han producido enfrentamientos entre jóvenes palestinos armados con piedras y policías israelíes, que trataban de disolver las concentraciones con gases lacrimógenos y balas de goma. Los disturbios más importantes han tenido lugar en el campo de refugiados de Shuafat y a la entrada de la localidad de Isawie. Unos 40 palestinos han sido atendidos en hospitales de Jerusalén Este con heridas leves, según Reuters. Mientras, la policía israelí ha informado de dos agentes heridos por pedradas, informa Efe.
Desde hace varios días los altercados se suceden. El viernes, el Gobierno decidió clausurar los territorios ocupados, prohibió a los menores varones de 50 años su acceso a la explanada de las Mezquitas, y prorrogó luego el sellado del territorio hasta la noche de hoy. Los incidentes han sido frecuentes también en los alrededores de Ramala.
JUAN MIGUEL MUÑOZ
Mensaje firme, otra vez, al Gobierno de Benjamín Netanyahu. En medio de la peor crisis entre Israel y EE UU en más de tres décadas, la Administración de Barack Obama ha decidido suspender el viaje que el mediador para Oriente Próximo, George Mitchell, tenía previsto iniciar la noche del lunes rumbo a Jerusalén para intentar forzar la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos.
Horas antes, el primer ministro israelí había prometido durante la ceremonia de inauguración de una sinagoga en Jerusalén Este que Israel seguirá construyendo en la ciudad vieja. "Durante los últimos 40 años ningún Gobierno ha limitado la construcción en los barrios de Jerusalén", afirmó. Ahora Washington espera que el Ejecutivo de Netanyahu responda a las exigencias de EE UU planteadas durante el fin de semana.
La Casa Blanca demanda la anulación del plan urbanístico que se anunció durante la visita, la semana pasada, del vicepresidente Joseph Biden y que EE UU considera un insulto de su aliado en la región: la edificación de 1.600 viviendas en un barrio ultraortodoxo de Jerusalén. También exige EE UU algunas medidas para fortalecer la posición política del presidente palestino, Mahmud Abbas. Entre ellas, la liberación de cientos de prisioneros, el levantamiento de controles militares en Cisjordania, y el alivio del bloqueo económico a Gaza. Ahora la pelota está en el tejado de Netanyahu, que es visto, incluso por Washington, como el saboteador de las negociaciones.
"Día de la ira"
El ambiente político y en las calles se caldea. La tensión en Jerusalén y los enfrentamientos entre policías y palestinos se extienden desde hace días, pero hoy es la jornada más temida por la policía, que ha desplegado a 3.000 agentes ante el "día de la ira" convocado por Hamás, en protesta por la inauguración, tras su reconstrucción, de la sinagoga Hurva (Ruina) en el barrio judío de la ciudad vieja.
Entre los palestinos se distribuyeron panfletos que incidían en la profecía de un gran rabino lituano que vaticinó que la tercera reconstrucción de ese templo marcaría el inicio de la construcción del Tercer Templo de Jerusalén.
A lo largo de la mañana, se han producido enfrentamientos entre jóvenes palestinos armados con piedras y policías israelíes, que trataban de disolver las concentraciones con gases lacrimógenos y balas de goma. Los disturbios más importantes han tenido lugar en el campo de refugiados de Shuafat y a la entrada de la localidad de Isawie. Unos 40 palestinos han sido atendidos en hospitales de Jerusalén Este con heridas leves, según Reuters. Mientras, la policía israelí ha informado de dos agentes heridos por pedradas, informa Efe.
Desde hace varios días los altercados se suceden. El viernes, el Gobierno decidió clausurar los territorios ocupados, prohibió a los menores varones de 50 años su acceso a la explanada de las Mezquitas, y prorrogó luego el sellado del territorio hasta la noche de hoy. Los incidentes han sido frecuentes también en los alrededores de Ramala.