El fiscal general EE UU dice que Bin Laden no será juzgado
Holder cree que la posibilidad de captura es "infinitesimal"
YOLANDA MONGE - Washington
Irritado por el hostigamiento al que estaba siendo sometido y, a su parecer, por la falta de conocimientos elementales sobra el Derecho que expresaban los republicanos, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ha declarado que la cuestión de qué tipo de juicio enfrentaría Osama Bin Laden no es relevante, ya que no será capturado vivo. "Seamos realistas", ha dicho un exasperado Holder. "La realidad es que cuando llegue el momento de leerle sus derechos se los leeremos a un cadáver". "[Bin Laden] Nunca comparecerá ante un juzgado estadounidense".
Con el enemigo público número uno de EE UU, sólo cuenta una parte de la sentencia vivo o muerto, y es la segunda: muerto. Como la anterior, pero producto de una sociedad más refinada, otra frase es representativa de la cultura estadounidense. Conocidos como derechos Miranda, el Tribunal Supremo de EE UU sentenció en 1966 a favor de Ernesto Arturo Miranda que todo detenido en Estados Unidos tiene "el derecho a guardar silencio y a un abogado". Bin Laden no será mirandeado, como definen los medios de comunicación a quienes se lee sus derechos al ser detenidos.
La declaración de Holder ha arrancado algunos gestos de sorpresa entre los asistentes a la sesión de un comité de la Cámara de Representantes que el martes interpelaba al fiscal general sobre dónde y cómo deben ser juzgados los sospechosos de terrorismo una vez que Guantánamo se ha declarado fuera de la ley y se han suspendido los tribunales militares creados tras el 11-S.
Enojado, irritado porque sabía que el terreno que pisaba comenzaba a ser resbaladizo, Holder ha informado: "La posibilidad de capturarle vivo es infinitesimal". "Será muerto por nosotros o asesinado por su propia gente para que no podamos capturarlo". La sesión en el Congreso ha sido tensa y la muestra perfecta de la polémica que existe sobre la propuesta -siguiendo la ley- de enjuiciar a los sospechosos de terrorismo en tribunales federales como pretende el Departamento de Justicia de Barack Obama.
El fiscal general se ha mostrado molesto por las críticas republicanas que alegaban que los terroristas tienen "demasiados derechos" en el sistema de justicia estadounidense. "Tendrían los mismos derechos que tuvo Charles Mason, que tendría cualquier asesino en serie", ha puntualizado Holder iniciando la polémica que ha dado lugar a la declaración de que los ciudadanos estadounidenses nunca verán esposado a Bin Laden. "Que se les enjuicie en un tribunal no significa que serán mimados ni tratados con guante de seda", ha tenido que excusarse el fiscal general.
La sola mención de Mason, el archifamoso criminal -confeso y convicto- que a finales de los años sesenta acabó brutalmente con la vida de Sharon Tate -mujer del director de cine Roman Polanski, de quien esperaba un hijo- y un grupo de amigos en su casa de Los Ángeles, suscitó la primera reacción de ira de la tarde.
El congresista republicano John Culberson ha afirmado que la comparación de Mason con Bin Laden ponía de manifiesto que la Administración Obama no era consciente del deseo de la ciudadanía de tratar a los terroristas como enemigos de guerra, no como criminales. "Mis electores y yo mantenemos una profunda y honda diferencia filosófica con las tesis del gobierno de Obama", ha expresado Culberson. ha sido entonces cuando Holder ha elevado el tono de voz y ha afirmado que los argumentos del congresista ignoraban los más elementales conocimientos sobre la ley y la lucha contra el terrorismo.
La comparecencia de Holder ante el comité de Gastos de la Cámara de Representantes ha estado centrada en los planes -ahora frenados- de la Administración de juzgar al cerebro de los atentados terroristas del 11-S, Jalid Seij Mohamed, en un tribunal civil de la ciudad de Nueva York, no muy lejos de donde se levantaban las Torres Gemelas. La Casa Blanca ha dado marcha atrás en sus intenciones tras la oposición del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y otros políticos, que consideran la propuesta de alto riesgo. (El País)
YOLANDA MONGE - Washington
Irritado por el hostigamiento al que estaba siendo sometido y, a su parecer, por la falta de conocimientos elementales sobra el Derecho que expresaban los republicanos, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ha declarado que la cuestión de qué tipo de juicio enfrentaría Osama Bin Laden no es relevante, ya que no será capturado vivo. "Seamos realistas", ha dicho un exasperado Holder. "La realidad es que cuando llegue el momento de leerle sus derechos se los leeremos a un cadáver". "[Bin Laden] Nunca comparecerá ante un juzgado estadounidense".
Con el enemigo público número uno de EE UU, sólo cuenta una parte de la sentencia vivo o muerto, y es la segunda: muerto. Como la anterior, pero producto de una sociedad más refinada, otra frase es representativa de la cultura estadounidense. Conocidos como derechos Miranda, el Tribunal Supremo de EE UU sentenció en 1966 a favor de Ernesto Arturo Miranda que todo detenido en Estados Unidos tiene "el derecho a guardar silencio y a un abogado". Bin Laden no será mirandeado, como definen los medios de comunicación a quienes se lee sus derechos al ser detenidos.
La declaración de Holder ha arrancado algunos gestos de sorpresa entre los asistentes a la sesión de un comité de la Cámara de Representantes que el martes interpelaba al fiscal general sobre dónde y cómo deben ser juzgados los sospechosos de terrorismo una vez que Guantánamo se ha declarado fuera de la ley y se han suspendido los tribunales militares creados tras el 11-S.
Enojado, irritado porque sabía que el terreno que pisaba comenzaba a ser resbaladizo, Holder ha informado: "La posibilidad de capturarle vivo es infinitesimal". "Será muerto por nosotros o asesinado por su propia gente para que no podamos capturarlo". La sesión en el Congreso ha sido tensa y la muestra perfecta de la polémica que existe sobre la propuesta -siguiendo la ley- de enjuiciar a los sospechosos de terrorismo en tribunales federales como pretende el Departamento de Justicia de Barack Obama.
El fiscal general se ha mostrado molesto por las críticas republicanas que alegaban que los terroristas tienen "demasiados derechos" en el sistema de justicia estadounidense. "Tendrían los mismos derechos que tuvo Charles Mason, que tendría cualquier asesino en serie", ha puntualizado Holder iniciando la polémica que ha dado lugar a la declaración de que los ciudadanos estadounidenses nunca verán esposado a Bin Laden. "Que se les enjuicie en un tribunal no significa que serán mimados ni tratados con guante de seda", ha tenido que excusarse el fiscal general.
La sola mención de Mason, el archifamoso criminal -confeso y convicto- que a finales de los años sesenta acabó brutalmente con la vida de Sharon Tate -mujer del director de cine Roman Polanski, de quien esperaba un hijo- y un grupo de amigos en su casa de Los Ángeles, suscitó la primera reacción de ira de la tarde.
El congresista republicano John Culberson ha afirmado que la comparación de Mason con Bin Laden ponía de manifiesto que la Administración Obama no era consciente del deseo de la ciudadanía de tratar a los terroristas como enemigos de guerra, no como criminales. "Mis electores y yo mantenemos una profunda y honda diferencia filosófica con las tesis del gobierno de Obama", ha expresado Culberson. ha sido entonces cuando Holder ha elevado el tono de voz y ha afirmado que los argumentos del congresista ignoraban los más elementales conocimientos sobre la ley y la lucha contra el terrorismo.
La comparecencia de Holder ante el comité de Gastos de la Cámara de Representantes ha estado centrada en los planes -ahora frenados- de la Administración de juzgar al cerebro de los atentados terroristas del 11-S, Jalid Seij Mohamed, en un tribunal civil de la ciudad de Nueva York, no muy lejos de donde se levantaban las Torres Gemelas. La Casa Blanca ha dado marcha atrás en sus intenciones tras la oposición del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y otros políticos, que consideran la propuesta de alto riesgo. (El País)