Dibujo Táctico: Exijo una explicación
La Paz, Abi
El fútbol tiene sus particularidades, eso nadie lo puede negar, pero lo que sucede en Bolivia supera todas las previsiones y hasta sorprende por su desarrollo que, incluso, va contra la lógica: a más trabajo mejor rendimiento.
Es por eso que hay necesidad de revisar las obras completas de René Ríos (Pepo), porque ni al Gabo, Mario Vargas Llosa, JJ Benítez, Humberto Eco o J.R Tolkien, (ni siquiera al escritor de moda, Dan Brown, con su conocida zaga Da Vinci, sólo para citar algunos) se le ocurrió nada que defina mejor una situación que a primera vista hasta tiene visos de inverosímil.
¿A qué viene todo esto? Sencillamente al hecho de que en el fútbol de hoy los libros hablan de tiempo mínimo de trabajo para adecuar táctica, sistema, estrategia, preparación física y un largo etc, pero la verdad es que de vez en cuando alguien termina por romper los moldes establecidos y realizar su tarea contra todo pronóstico y obliga a plantear un aparte en las páginas de esos libros, para explicar que hay excepciones a la regla, particularmente, en el fútbol de Bolivia.
Es, concretamente, el caso de San José, con un entrenador, Marcos Ferrufino, que ha sorprendido a todos en ésta y la anterior temporada, con una labor por demás exitosa, que ha comenzando a situarlo en el primer plano de los directores técnicos nacionales.
Sin un discurso ampuloso, pero con resultados que saltan a la vista, el orureño se llevó algunas críticas muy ácidas porque a principios de año dijo que comenzaría su pretemporada el 18 de enero. ¿Qué tenía de especial esta fecha? Pues nada, como dirían los españoles, dos días después debía iniciar su participación en la Copa Aero Sur del Sur, en la cual, obviamente, tenía que irle mal, pero muy mal, debido a que iba a enfrentar a planteles que ya llevaban, como mínimo, un mes de entrenamiento; la lógica debía imponerse (permítanme el pleonasmo), como indicaba la lógica porque hay una diferencia notable entre dos días de trabajo y treinta de labor cumplida.
Pese a eso el equipo de Ferrufino llegó a la final y la perdió por la vía de los penales, es decir no fue derrotado en el partido; empero más allá de ese compromiso jugó otros cotejos, cayó en uno y el domingo pasado derrotó a Wilstermann en Quillacollo por dos a cero, provocando ni lo que Bolívar pudo hacer, que sus hinchas silbaran la actuación del equipo rojo y la molestia del entrenador.
En todo caso (se puede seguir discutiendo si comenzar tarde es o no adecuado, desde nuestro punto de vista no) sin embargo, esta no es la única sorpresa que Ferrufino ha dado en su corta trayectoria como entrenador; la primera la dio cuando se hizo cargo de San José, después de que el entrenador titular, Vladimir Soria, dijera que con ese equipo no se podía hacer nada.
Para darle la contra salió campeón. Es más, en la temporada pasada agarró un fierro caliente, es decir un equipo que estaba prácticamente en el descenso, al que no sólo lo sacó del promedio del descenso sino que lo clasificó al hexagonal final.
Dos pruebas bastan para dar la idea de que Marcos Ferrufino es un entrenador para ser tomado en cuenta (a pesar de que sus planteamientos van a contra mano de los manuales) y seguramente con el pasar de los años, la experiencia acumulada le permitirá manejar otros equipos, incluso más grandes y será otra prueba de fuego para un DT que comenzó de entrada a dar qué hablar.
La pregunta salta a continuación con absoluta claridad: ¿Eso podrá repetirse en el torneo oficial? Al menos San José ya tendrá un mes de trabajo. Un punto aparte es que los “Santos” perdieron muchos jugadores porque se fueron a varios clubes del interior, ni siquiera eso perturbó la serenidad y paciencia de Ferrufino.
Es indudable que Ferrufino ya convenció de que trabaja bien, pese a que dispone de pocos días. En alguna oportunidad sostuvo que su éxito está basado en la planificación y ésa es otra verdad en el fútbol de hoy, hay necesidad de planificar bien la semana y sobre todo los partidos.
Por todo lo citado líneas arriba es que apelamos a las obras completas de René Ríos y encontramos en ellas una acercamiento a lo que está pasando en el fútbol boliviano con la conocida frase del mejor de sus personajes: Condorito, porque a decir verdad ni siquiera en las páginas del notable libro de Stifen Hawking (el físico británico que volvió popular esta ciencia en todo el mundo con su “Breve Historia del Tiempo”) hay una referencia ni siquiera cercana.
Es por eso es que exigimos como Pepo, una explicación.
El fútbol tiene sus particularidades, eso nadie lo puede negar, pero lo que sucede en Bolivia supera todas las previsiones y hasta sorprende por su desarrollo que, incluso, va contra la lógica: a más trabajo mejor rendimiento.
Es por eso que hay necesidad de revisar las obras completas de René Ríos (Pepo), porque ni al Gabo, Mario Vargas Llosa, JJ Benítez, Humberto Eco o J.R Tolkien, (ni siquiera al escritor de moda, Dan Brown, con su conocida zaga Da Vinci, sólo para citar algunos) se le ocurrió nada que defina mejor una situación que a primera vista hasta tiene visos de inverosímil.
¿A qué viene todo esto? Sencillamente al hecho de que en el fútbol de hoy los libros hablan de tiempo mínimo de trabajo para adecuar táctica, sistema, estrategia, preparación física y un largo etc, pero la verdad es que de vez en cuando alguien termina por romper los moldes establecidos y realizar su tarea contra todo pronóstico y obliga a plantear un aparte en las páginas de esos libros, para explicar que hay excepciones a la regla, particularmente, en el fútbol de Bolivia.
Es, concretamente, el caso de San José, con un entrenador, Marcos Ferrufino, que ha sorprendido a todos en ésta y la anterior temporada, con una labor por demás exitosa, que ha comenzando a situarlo en el primer plano de los directores técnicos nacionales.
Sin un discurso ampuloso, pero con resultados que saltan a la vista, el orureño se llevó algunas críticas muy ácidas porque a principios de año dijo que comenzaría su pretemporada el 18 de enero. ¿Qué tenía de especial esta fecha? Pues nada, como dirían los españoles, dos días después debía iniciar su participación en la Copa Aero Sur del Sur, en la cual, obviamente, tenía que irle mal, pero muy mal, debido a que iba a enfrentar a planteles que ya llevaban, como mínimo, un mes de entrenamiento; la lógica debía imponerse (permítanme el pleonasmo), como indicaba la lógica porque hay una diferencia notable entre dos días de trabajo y treinta de labor cumplida.
Pese a eso el equipo de Ferrufino llegó a la final y la perdió por la vía de los penales, es decir no fue derrotado en el partido; empero más allá de ese compromiso jugó otros cotejos, cayó en uno y el domingo pasado derrotó a Wilstermann en Quillacollo por dos a cero, provocando ni lo que Bolívar pudo hacer, que sus hinchas silbaran la actuación del equipo rojo y la molestia del entrenador.
En todo caso (se puede seguir discutiendo si comenzar tarde es o no adecuado, desde nuestro punto de vista no) sin embargo, esta no es la única sorpresa que Ferrufino ha dado en su corta trayectoria como entrenador; la primera la dio cuando se hizo cargo de San José, después de que el entrenador titular, Vladimir Soria, dijera que con ese equipo no se podía hacer nada.
Para darle la contra salió campeón. Es más, en la temporada pasada agarró un fierro caliente, es decir un equipo que estaba prácticamente en el descenso, al que no sólo lo sacó del promedio del descenso sino que lo clasificó al hexagonal final.
Dos pruebas bastan para dar la idea de que Marcos Ferrufino es un entrenador para ser tomado en cuenta (a pesar de que sus planteamientos van a contra mano de los manuales) y seguramente con el pasar de los años, la experiencia acumulada le permitirá manejar otros equipos, incluso más grandes y será otra prueba de fuego para un DT que comenzó de entrada a dar qué hablar.
La pregunta salta a continuación con absoluta claridad: ¿Eso podrá repetirse en el torneo oficial? Al menos San José ya tendrá un mes de trabajo. Un punto aparte es que los “Santos” perdieron muchos jugadores porque se fueron a varios clubes del interior, ni siquiera eso perturbó la serenidad y paciencia de Ferrufino.
Es indudable que Ferrufino ya convenció de que trabaja bien, pese a que dispone de pocos días. En alguna oportunidad sostuvo que su éxito está basado en la planificación y ésa es otra verdad en el fútbol de hoy, hay necesidad de planificar bien la semana y sobre todo los partidos.
Por todo lo citado líneas arriba es que apelamos a las obras completas de René Ríos y encontramos en ellas una acercamiento a lo que está pasando en el fútbol boliviano con la conocida frase del mejor de sus personajes: Condorito, porque a decir verdad ni siquiera en las páginas del notable libro de Stifen Hawking (el físico británico que volvió popular esta ciencia en todo el mundo con su “Breve Historia del Tiempo”) hay una referencia ni siquiera cercana.
Es por eso es que exigimos como Pepo, una explicación.