Evo busca aplicar la receta autoritaria de Maduro para seguir en el poder

Jorge Quiroga Ramírez, el expresidente del país, asegura que Morales heredó el trabajo de los anteriores gobiernos y se benefició diez años

Leopoldo Vegas y Roger Cuéllar
El Deber
Jorge Quiroga llegó el martes de El Salvador y el miércoles por la mañana voló a Santa Cruz para conceder la entrevista a Séptimo Día. Después, el expresidente de Bolivia viajó a Sucre para presentarse ante un juzgado por un proceso iniciado por el Gobierno.


El presidente Evo Morales reconoció el martes que es necesario el vínculo Estado-privados para superar la desaceleración económica. ¿Cuál es su criterio?

Ojalá que sea cierto y más vale tarde que nunca. Durante años este Gobierno se ha encargado de demonizar, atacar y vilipendiar a los emprendedores con toda clase de ataques y poniendo en riesgo la propiedad, fijándoles franjas de exportación, cupos y barreras. Ha terminado la década de oro, de la bonanza China y la herencia que recibió Evo Morales que permitieron al país tener la mejor década económica externa en nuestra historia. En la década 2004-2014 Bolivia consiguió cuadriplicar las exportaciones porque vendía gas, alimentos y minerales. En 2002-2003 nuestros niveles de exportación estaban entre $us 1.200 y 1.300 millones, pero en 2014 llegamos a exportar $us 13.000 millones porque no solo teníamos minerales, sino que abriendo dos válvulas a Brasil y a Argentina podíamos aumentar la exportación de gas.

Por lo que usted dice, el Gobierno tiene poco mérito en el crecimiento económico de los últimos 10 años, ¿por qué?
Evo Morales recibió un país con reservas desarrolladas de gas, con gasoductos construidos a Argentina y a Brasil, tenía contratos de ventas y con una ley de IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) promulgada por Hormando Vaca Díez. La paradoja es que Evo Morales y sus huestes se oponían a los gasoductos, a los contratos y a la ley del IDH pero les tocó administrar la bonanza económica productos de la herencia que recibieron y los precios altos de los productos.

El petróleo llegó a costar $us 140 el barril y $us 10 el millón e BTU de gas, ahora están en el orden de los $us 4. Cuando yo estaba en el Gobierno el millón de BTU costaba $us 1,20. Las exportaciones bolivianas que llegaron a un pico de $us 13.000 millones para este año será menos de la mitad. Los países vecinos han movido su tipo de cambio y nos están invadiendo de productos de contrabando. Acá se cometió el error de congelar el bolsillo durante varios años dejando inerme al sector productivo, cayeron los ingresos por la merma del precio del gas y ahora no tenemos los volúmenes de gas.




El 13 de julio el Ministerio de Hidrocarburos certificó que el país tiene reservas de gas para abastecer el mercado más allá de 2030, ¿qué evidencias tiene usted de que no es así?

El MAS se farreó el gas que le dejamos. Por primera vez en 50 años Bolivia no puede cumplir con los volúmenes contractualmente establecidos con Argentina y para abastecerse, los argentinos han tenido que comprar gas a Chile. Esto significa que Chile está vendiendo un gas reimportado de otras latitudes por más de $us 80 millones. Por este hecho Brasil siente temor de renovar el contrato con Bolivia porque ven que no tenemos reservas. Este Gobierno ordeñó las vacas que le dejamos con precios altos, con volúmenes incrementados, no hay nuevas reservas, no hay nuevos descubrimientos, el único descubrimiento significativo es Incahuasi, que representa $us 15.000 millones y, precisamente, estoy yendo a Sucre a defenderme porque Evo Morales me quiere meter preso, mientras él celebra y festeja.



Según las proyecciones de organismos internacionales, Bolivia mantendrá el crecimiento económico más alto en la región, ¿cree que está mal la economía?

Es muy fácil crecer si recibes reservas, gasoductos y contratos como los que hizo Herbert Müller. Para mí es el hombre que ha hecho la contribución más significativa al desarrollo de Bolivia porque firmó el contrato con Brasil y que sirvió para transformar Bolivia; abrió ese gran mercado y trajo la inversión que permitió construir el gasoducto. Yo estaba ahí, el año 1999 como vicepresidente, cuando se abrió la válvula; del otro lado estaba (Fernando Henrique) Cardoso y ahí empezamos a hacer la exportación. Es muy fácil incrementar el PIB abriendo la válvula un poquito. Si vendías 10 millones de metros cúbicos, abres la válvula y vendes 20 millones. ¿Ha hecho algo este Gobierno? No. Y aquí hay un factor que es engañoso, el crecimiento del PIB en porcentajes es uno y en dinero es otro. Por ejemplo, cuando el precio del gas subía de $us 2 a $us 10 había un volumen de crecimiento del PIB del 4% al 5%, pero en dinero es mucho más. Ahora estamos con ese mismo fenómeno en reverso. Puedes vender 4% o más gas, pero si el precio en el mercado internacional cayó a menos de la mitad, tendremos una importante reducción de ingresos.

El Gobierno argumenta que los que hicieron el negocio del gas solo recaudaban $us 200 millones, pero con Evo Morales la renta se cuatriplicó.
Aquí hay una falacia enorme que no reconocen. Quién hizo el gasoducto, nosotros; quién hizo en contrato con Argentina y con Brasil, otros, no yo. El gasoducto Yacuiba-Río Grande lo hice en un año, y de 2001 a 2002, la ley de Inhacuasi. El contrato de Herbert Müller con Brasil establecía que se empezaba a vender seis millones de metros cúbicos al día y se aumentaba hasta 30 millones de metros cúbicos diarios. Con Argentina ocurrió algo parecido, pero con la mitad del volumen. El contrato establece que el precio se ajustaba cada trimestre con una cierta demora en función a los incrementos a los precios del petróleo.

Los ingresos al país aumentaron con la Ley del IDH, cualquiera que hubiera estado en el Gobierno recaudaba lo que establecía la ley del IDH con solo abrir la válvula. Ellos (los del MAS) se oponían a todo eso y hasta 2014 se llenaban la boca diciendo: Miren este municipio cuánto recibía y ahora cuánto más recibe, pero cumpliendo el contrato que les dejamos. Ahora eso se acabó porque en 2014 el precio del petróleo bajó de $us 10 a 4.




¿Usted no reconoce nada positivo de la nacionalización?

Eso es un mito. La nacionalización fue una foto con casco militar en un campo. ¿Qué empresas estaban en Bolivia? Petrobras, Repsol, British Gas y Total.
¿Cuáles siguen? Las mismas empresas y en los mismos lugares. Continúan exportando a través de los ductos que les dejamos y pagan los impuestos establecidos en la ley 3058.

¿Se ha avanzado en el país con la industrialización del gas?
Han pasado 11 años y cada vez llueven denuncias de sobreprecio, este Gobierno es el campeón mundial de la corrupción. Adjudican obras por excepción, sin licitación, como los satélites que ni se ven ni se sienten, fábrica de cartón, fábrica de papel, taladros y plantas petroleras y las obras de la CAMC. Ejecutan proyectos sin una visión estratégica de planificación, solo por el sobreprecio. Por esa clase de hechos dolosos murió (José María) Bakovic.

El ex presidente del Servicio Nacional de Caminos denunció que la empresa brasileña OAS iba a construir una carretera para extender las zonas cocaleras de Chapare, que destroza un parque nacional, que desplaza comunidades indígenas al doble del precio, pero por denunciar lo enjuiciaron. También hay que tener en cuenta que la primera planta petroquímica que han intentado hacer está en Chapare, el lugar menos propicio, porque no hay infraestructura, ni ferrocarril, ni logística; esta planta debería estar en Puerto Suárez, cerca del mercado más grande, que es Brasil. La industrialización ha fracasado.

El hierro de Mutún, un fracaso; el litio, ni un triciclo, lo único que han industrializado, dolorosamente para Bolivia y exitosamente para ellos, es la coca de Chapare con la que se hace cocaína, que trae al PCC, al Comando Vermelho y que ocasiona criminalidad.

Una comisión de la Cámara de Diputados eliminó la intangibilidad del Tipnis, ¿qué implica eso?

Este proyecto desnuda el doble discurso de este Gobierno que se llena la boca hablando de la Pachamama, de la Madre Tierra. Este es el único Gobierno en la historia de Bolivia que desafiando el sentido común está intentando hacer una carretera, una pista de asfalto por un parque nacional, eso es meter un cigarrillo encendido al pulmón. Si la gente entra al Google map puede ver el trazado de la carretera La Paz-Beni, que da la vuelta al parque Madidi, no cruza por el medio; vean la Cochabamba-Santa Cruz, por el norte y por el sur, que fueron construidas en los años 50 y en los 80, y no han tocado el parque nacional Carrasco ni el Amboró, los han bordeado. En la carretera Santa Cruz-Puerto Suárez percibirán que no se tocó el parque Gran Chaco y el Pantanal fue protegido.

Por el Tipnis, que es parque nacional, territorio indígena y comunidad titulada, están intentando hacer una carretera destrozando un pulmón nacional, desplazando comunidades indígenas para extender las zonas de cultivo cocalero con ese contrato doloso de la corrupta OAS, cuyo presidente está preso en Brasil. La única explicación es que legalizaron la producción de coca de Chapare, que es la materia prima que alimenta el narcotráfico, como dice un informe de la ONU.

Usted cuestiona al Gobierno, pero la gente sigue votando por Evo. ¿Por qué?
Hemos tenido la mejor década económica externa en la historia de Bolivia, 2004-2014, que coincide con Evo Morales. Cualquiera que hubiera estado de presidente con solo estar sentado y fumando una pipa vería las exportaciones pasar de $us 2.000 millones a $us 13.000 millones. Los ingresos fiscales antes de que jure Evo Morales al gb 2014 se han multiplicado por ocho, no 8% sino ocho veces más por los precios chinos y por lo que hicimos con el gas.

Qué proyectos mineros tuvo este Gobierno, San Cristobal, San Vicente, Huanini, todos venían de antes. No ha construido nuevos gasoductos ni desarrollado campos de gas. Recogió el trabajo de los otros y, obviamente, hay más dinero y una correlación directa con la popularidad, con la aceptación. Ahora, más allá del despilfarro y la corrupción, recuerdo que en un foro aquí en EL DEBER, en la campaña de 2005, propuse la entrega de bonos con las ganancias de la renta petrolera, pero Hugo Moldiz y otros masistas me decían asistencialista, paternalista, aunque eran programas exitosos en Brasil y México. Ellos lo aplicaron y son efectivos. Cuando hay dinero llega la popularidad y la aceptación.

Usted relaciona el proceso venezolano con el boliviano, ¿qué lo hace pensar que vamos por el camino de Venezuela?

La evidencia es la relación de servilismo. Escuchamos a Evo Morales decir: ¡Dale duro Maduro!, cuando mata a más de 100 persona. La evidencia de que Hugo Chávez financió a Evo, yo la viví. Los invito a revisar la crónica, cuando Evo Morales toma el juramento a sus ministros tenía dos sillas, una para Hugo Chávez y otra para él. El lanzamiento de la constituyente en Tiahuanaco, Hugo Chávez nos habló tres horas, yo le mandaba cartas, creían que era un obsesionado, pero no, yo entendía que este señor era un peligro, es el talento político comunicacional más grande que ha existido en Latinoamérica; un desastre de gestión, pero comunicacionalmente poderosísimo. Sabía mezclar canal de noticias, con canal de historia, con canal de comedia, con canal de música, era un talento comunicacional enorme subido sobre las reservas de petróleos más grande del mundo. Chávez ha financiado campaña y proyectos en toda América Latina.





¿Cree que Evo Morales se postulará a la reelección?

Está claro que se pretende aplicar la receta autoritaria venezolana para quedarse en el poder. Si en estos días críticos prospera la Asamblea Constituyente impulsada por Nicolás Maduro, acá intentarán replicarla el próximo año, no tengo la menor duda y creo que la gente en Bolivia entiende eso. Hago todo el esfuerzo de ayudar a mis hermanos y hermanas venezolanos porque soy de Bolivia, hija predilecta del Libertador Bolívar, un venezolano que nos dio independencia y hoy día sus herederos están luchando, no a caballo ni con sable, sino con Facebook, twitter, marchas y protestas; si liberan a Venezuela, acá tendremos libertad; si allá instalan la segunda Cuba en pleno año 2017 aquí nos replican la receta.

Según los oficialistas, Bolivia no tiene futuro sin Evo Morales. ¿Qué responde?

Es un proyecto fascistoide y un culto a la personalidad. Han tenido la mejor coyuntura económica externa, la han despilfarrado, nos han llenado de corrupción, de narcotráfico, esa es la realidad; ahora es evidente que les gusta la mamadera y para seguir con la mamadera tienen que violar la Constitución, desconocer el referéndum y forzar otra vez una postulación de Evo Morales.


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