Cristiano y su pulso goleador al Real Madrid

La posible marcha de Cristiano dejaría al Real Madrid sin el futbolista que ha encarnado la gran virtud del equipo en los últimos años: la pegada

Ladislao J. Moñino
Madrid, El País
En diciembre de 2010, cuando José Mourinho trataba de convencer a la dirigencia del Real Madrid de que necesitaba un nueve, Jorge Valdano, por entonces director general, emitió una sentencia que terminó por agrandar sus diferencias con el entrenador luso. Mientras Mourinho ponía encima de la mesa el nombre del tanque portugués Hugo Almeida y entonaba el discurso de la diferencia entre cazar con un perro o un gato para cuestionar la capacidad goleadora de Benzema, Valdano fue rotundo: “¿Para qué vamos a fichar un nueve si ya tenemos el mejor nueve del mundo que es Cristiano Ronaldo?”.


En 2010, con 26 años y en plenitud física, Cristiano era reacio a asumir la transformación que le ha llevado de dominar el gol desde la potencia de su zancada a su intimidadora presencia en el área. “Para mí tenía el potencial del delantero centro, pero con una gran variedad de recursos. Todo esto hace que pueda prolongar ese rendimiento goleador al máximo nivel en los próximos años”, esgrime Valdano.

Partiendo desde la izquierda o como el depredador de área en el que se ha convertido, el gol ha sido el gran valor de Cristiano. Que el Real Madrid haya logrado competirle al Barcelona de Messi e incluso superarle tiene mucho que ver con su aluvión goleador: 406 tantos en 394 partidos. El promedio de más de un gol por encuentro es demoledor, una garantía cuantificable para tratar de prolongar la hegemonía que ha concedido al equipo tres Copas de Europa en los últimos cuatro años. El órdago lanzado al club con una posible marcha golpea directamente en la línea de flotación del intento por estirar esa dinastía continental.

El pulso también apunta a la que ha sido la bandera del proyecto deportivo. Hasta ahora, este ha sido el Madrid de Cristiano. Desde su llegada en 2009 ha encarnado la gran virtud del equipo en los últimos años: la pegada. Su salida obligaría a una reconfiguración o a un replanteamiento táctico en un momento en el que el mercado internacional tampoco cuenta con muchos jugadores capaces de garantizar sus números.

Cristiano y su pulso goleador al Real Madrid

Con el incuestionable potencial de Mbappé, con Bale alerta por si tuviera que desempeñar el rol de Cristiano, o incluso manteniendo a Morata, el Madrid podría, por qué no, mejorar. Hay una estructura sólida que mezcla jugadores consagrados de primera fila (Modric, Benzema, Ramos, Kroos, Marcelo) con talentos jóvenes que ya han respondido (Isco, Asensio, Lucas Vázquez) en la que encajar una nueva gran pieza tampoco tendría por qué suponer un problema. Eso sí, la fotografía final del equipo sería distinta de lo que ha sido bajo el liderazgo del luso.

El affaire coincide, además, con un tiempo en el que la lectura de la última tabla de goleadores de la Liga española mantiene la tendencia de que el nueve clásico es una especie en extinción y que cada vez es más complicado encontrar uno que pase de la veintena de goles. Los meros especialistas del remate y el gol están en desuso. En el último curso, Messi (37 goles), Iago Aspas (19) y Griezmann (16) son perfiles híbridos que acompañan a los nueves clásicos como Luis Suárez (29), Aduriz (16) o Morata (15). Equipos como el Atlético, el Sevilla y el Villarreal, tercero, cuarto y quinto respectivamente, han visto cómo sus nueves firmaban cifras bajas: Gameiro (12), Ben Yedder (11) y Bakambu (11). “La extinción de los extremos trajo después la de los delanteros centros clásicos. En España también se ha dado otro fenómeno, que es la explosión del juego. Aquí, el gol es más hijo del juego que de los especialistas”, reflexiona Valdano.

En medio de la recesión de los nueves de área, Cristiano Ronaldo ha reivindicado esa figura con su metamorfosis. “Antes llegaba al área y ahora está ahí porque sus condiciones físicas, su juego aéreo y la pegada de sus dos piernas se lo permiten”, señala el entrenador de Las Palmas Quique Setién. “Ahora es más una especie de Hugo Sánchez”, apunta José Luis Mendilibar, técnico del Eibar, el equipo que más centros al área ha realizado (912), seguido por el Athletic (904) y el Real Madrid (854). Desde este prisma, Mendilibar también añade un matiz que rompe con la tendencia estilística del fútbol español en los últimos años: “El Madrid tiene jugadores para tener la pelota como el Barça, pero con una variante que le da Cristiano. Mientras el Barça cuando llega por los costados da un pase atrás si no hay un centro claro, el Madrid, con Marcelo y Carvajal, no duda en buscar a Cristiano”.

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