Un punto de sinsabor para Independiente
Independiente no paró de buscar el triunfo, pero Aldosivi resistió con mucho esfuerzo y el Rojo tampoco estuvo creativo. Fue el primer partido de visitante sin ganar en la era Holan.
Olé
Independiente no lo subestimó como San Lorenzo, pero tampoco pudo con Aldosivi. La racha de siete derrotas al hilo que el Tiburón cortó con victoria en el Gasómetro continuó con un empate con sabor a triunfo para los de Perazzo, y con mucho sinsabor para los de Holan.
Hay responsabilidad clave de Independiente. Sin dudas. No puede quedarse en la excusa de que Aldosivi fue eficiente cerrándose en el fondo. Porque en ese escenario el Rojo debió mostrar su diferencia de calidad individual, y falló casi siempre, tanto en el último pase como en la definición. Porque Vega, el arquero local, mostró una buena reacción en un cabezazo inicial de Gigliotti. Luego, fueron el Puma, Barco, Rigoni y Benítez los que le erraron al arco.
Las diagonales de Barco esta vez no resultaron decisivas, por responsabilidad del pibe y por falta de reciprocidad en la devolución de su compañeros. También flaqueó Rigoni en la distribución, y Benítez no encaró con la misma contundencia que en otros partidos. Erviti, que ingresó por Barco, no resultó un ordenador ofensivo.
Se sabía, y estaba muy claro por los antecedentes de Perazzo al frente de Olimpo, un equipo con necesidades similares a las de Aldosivi en cuanto a los promedios, que el local iba a priorizar su arco al del rival.
Por eso, el 72% de posesión del balón es una demostración de dominio y también de la impotencia que tuvo el Rojo. El problema no fue táctico ni de estrategia, sino por la falta de creatividad y contundencia.
Tiene un partido pendiente, contra Defensa y Justicia, también un calendario que se complica por enfrentar a Boca de visitante tras la revancha frente a Alianza en Lima por la Sudamericana. Por eso, el punto no le resulta un avance importante a Independiente en su objetivo de clasificarse a la próxima Copa Libertadores.
Independiente no lo subestimó como San Lorenzo, pero tampoco pudo con Aldosivi. La racha de siete derrotas al hilo que el Tiburón cortó con victoria en el Gasómetro continuó con un empate con sabor a triunfo para los de Perazzo, y con mucho sinsabor para los de Holan.
Hay responsabilidad clave de Independiente. Sin dudas. No puede quedarse en la excusa de que Aldosivi fue eficiente cerrándose en el fondo. Porque en ese escenario el Rojo debió mostrar su diferencia de calidad individual, y falló casi siempre, tanto en el último pase como en la definición. Porque Vega, el arquero local, mostró una buena reacción en un cabezazo inicial de Gigliotti. Luego, fueron el Puma, Barco, Rigoni y Benítez los que le erraron al arco.
Las diagonales de Barco esta vez no resultaron decisivas, por responsabilidad del pibe y por falta de reciprocidad en la devolución de su compañeros. También flaqueó Rigoni en la distribución, y Benítez no encaró con la misma contundencia que en otros partidos. Erviti, que ingresó por Barco, no resultó un ordenador ofensivo.
Se sabía, y estaba muy claro por los antecedentes de Perazzo al frente de Olimpo, un equipo con necesidades similares a las de Aldosivi en cuanto a los promedios, que el local iba a priorizar su arco al del rival.
Por eso, el 72% de posesión del balón es una demostración de dominio y también de la impotencia que tuvo el Rojo. El problema no fue táctico ni de estrategia, sino por la falta de creatividad y contundencia.
Tiene un partido pendiente, contra Defensa y Justicia, también un calendario que se complica por enfrentar a Boca de visitante tras la revancha frente a Alianza en Lima por la Sudamericana. Por eso, el punto no le resulta un avance importante a Independiente en su objetivo de clasificarse a la próxima Copa Libertadores.
