Roma 3 - Genoa 1 / Koné campa a sus anchas
Daniele De Rossi perdió su primer partido de rival de la Roma, que le ganó al Genoa 3-1 con un motivado Koné y los goles también de Soulé y Ferguson.
Para sorpresa de todos, la Roma empezó con Hermoso y Dybala, quienes fueron duda hasta el final, pero la primera jugada interesante llegó del Genoa en el 4’: Martin habilitó a Norton-Cuffy dentro del área y Svilar bloqueó el cabezazo. Ambos equipos mostraron imprecisiones, con la presión constante de los rossoblu. Sin embargo, esta tendencia duró poco, ya que Soulé rompió el hechizo en el 14’ con un gol, aprovechando un error del rival: un cabezazo hacia atrás de Vásquez.
Antes del descanso, la Roma ya ganaba 2-0 gracias a Koné, quien marcó su primer gol en un año gracias a una asistencia de Ferguson. El delantero respondió con contundencia a su entrenador, quien lo animó a mostrar más carácter y personalidad. Con el apoyo de sus compañeros y más proactivo, el irlandés marcó fue también el rostro del tercer gol en el 30’ después de que Sommariva bloqueara un disparo de Soulé. El Genoa se aturdió y, de hecho, arriesgó una mayor desventaja poco después, ya que Koné recogió un balón suelto en el área y disparó, pero Vásquez logró detenerlo, a pesar de que quedó claro que el Genoa nunca pudo seguir el ritmo de sus oponentes.
Con un resultado tan sólido ya asegurado en la primera mitad, la Roma intentó controlar el partido con calma en la segunda parte, buscando la posesión que podría cansar al Genoa. De Rossi intentó inyectar impulso en el 60’, dando entrada a Fini, Marcandalli y Colombo en lugar de Malinowskyi, Ostigard y Ekuban. Los rossoblu necesitaban fuerzas renovadas, pero fue el capitán Vásquez quien tuvo el disparo más importante hasta ese momento que terminó alto, tras un tiro libre de Martin.
El espíritu del Genoa mereció reconocimiento, ya que intentó mostrar su orgullo hasta el pitido final y dar lo mejor de sí, como lo demostró la gran carrera de Norton-Cuffy, cuyo centro no llegó a Vitinha, y especialmente el gol de la consolación en el 87’: un tiro libre indirecto de Ekhator batió a Svilar, gracias en parte a un desvío. Un 3-1 que no puso en peligro el partido, y al final, la afición del Olímpico se puso de pie para aplaudir a su equipo por este motivador final de 2025 pero sobre todo a Daniele De Rossi, que sigue siendo eterno símbolo del equipo de la Capital. El mismo al final del partido, camino todo el césped hasta la Curva Sud devolviendo al público de Roma su aplauso y agradecimiento.


