Las claves poco conocidas sobre la temperatura que pueden mejorar el descanso cada noche, según expertos
Estrategias simples de regulación térmica, respaldadas por especialistas en medicina del sueño, explican cómo pequeños ajustes en el ambiente y la temperatura corporal pueden favorecer un descanso más profundo y reparador
InfobaeLa calidad del sueño profundo resulta esencial para la reparación física y mental, y está determinada en gran parte por la temperatura corporal y ambiental, según especialistas citados por Real Simple. Aunque muchas personas cuidan sus rutinas nocturnas, a menudo ignoran cómo el ambiente térmico afecta el descanso.
Los expertos aseguran que existen estrategias sencillas y poco conocidas capaces de marcar una gran diferencia en la búsqueda de un sueño verdaderamente reparador.
El rol del sueño profundo y su impacto en la salud
El sueño profundo desempeña un papel central en la restauración física y mental, según la doctora Andrea Matsumura, especialista certificada en medicina del sueño. Matsumura destaca que esta etapa constituye la fase más reparadora del ciclo de descanso: “El sueño profundo es la etapa más restauradora del sueño”, afirmó.

La Sleep Foundation explica que la mayor parte de este proceso tiene lugar en la primera mitad de la noche, lo que refuerza la importancia de crear un entorno óptimo antes de dormir.
La relación entre la temperatura corporal y el ciclo del sueño está vinculada al ritmo circadiano, como detalla el doctor Raj Dasgupta, asesor médico principal de Sleepopolis. Dasgupta explica que la temperatura central del cuerpo desciende antes y durante el sueño, alcanzando su punto más bajo de madrugada y facilitando el descanso.
Además, subraya: “Las temperaturas más frescas durante el sueño, y especialmente la bajada natural de la temperatura corporal central antes de dormir, promueven el sistema nervioso parasimpático, indican relajación, reducen las hormonas de estrés como el cortisol, calman el corazón al disminuir la frecuencia cardíaca, y favorecen etapas más profundas y reparadoras, como el sueño de ondas lentas y el sueño REM”.

Matsumura coincide en que facilitar este descenso nocturno de la temperatura permite al organismo alcanzar el sueño profundo con mayor facilidad. De acuerdo a la Harvard Medical School, mantener el dormitorio fresco constituye una de las estrategias más eficaces para mejorar la calidad del descanso nocturno, ya que el exceso de calor interfiere en la continuidad del sueño profundo.
Harvard aconseja adaptar la temperatura ambiente y utilizar ropa de cama ligera para ayudar al cuerpo a regular su temperatura interna.
Estrategias térmicas para mejorar el descanso
En cuanto a estrategias térmicas para un mejor descanso, los especialistas sugieren medidas centradas en la regulación de la temperatura corporal. Matsumura recomienda colocar una toalla fría y húmeda sobre la frente y los ojos al acostarse, práctica que puede acelerar el descenso térmico y favorecer el sueño.
Por su parte, Dasgupta indica que un baño o ducha caliente al menos una hora antes de dormir, aunque incremente momentáneamente la temperatura corporal, produce una pérdida de calor posterior al salir del agua, lo que induce relajación.

Dormir con calcetines se suma a los recursos eficaces. Matsumura explica que mantener los pies abrigados dilata los vasos sanguíneos periféricos, fomenta la transferencia de calor desde el núcleo corporal hacia la piel y refuerza la señal cerebral para dormir, preparando el cuerpo para una transición más fluida hacia el sueño profundo.
Ventilación y elección de la ropa de cama
La ventilación del dormitorio, junto con la adecuada elección de la ropa de cama, es otro factor relevante. Matsumura y Dasgupta aconsejan emplear un ventilador o abrir una ventana para mejorar la circulación del aire y evitar el sobrecalentamiento.

Matsumura sugiere reemplazar mantas pesadas o colchones de espuma viscoelástica por materiales ligeros y transpirables, como sábanas de bambú o algodón. Dasgupta subraya la conveniencia de utilizar almohadas o cubrecolchones con tecnología de regulación térmica y alerta sobre el uso de mantas pesadas al inicio de la noche, ya que el exceso de calor interrumpe el sueño profundo predominante en las primeras horas de descanso.
Mantener un ambiente fresco durante la noche permite al organismo alcanzar la temperatura óptima para un sueño profundo y continuo, mientras que un entorno caluroso fragmenta el descanso y deteriora su calidad, según concluye Real Simple.


