Inter 0 - Liverpool 1 / Szoboszlai calló San Siro
El Inter intentó aguantar toda la noche las incursiones del Liverpool, pero en el 88′ pagó un error de Bastoni.
El Inter intentó no perder su naturaleza y construir desde atrás, pero en el 10′ llegó la mala noticia: Calhanoglu se lesionó por un problema muscular y entró Zielinski, cambiando los planes de Chivu. El Liverpool empezó a confiar en la calidad de sus jugadores y en el 18′ Jones se liberó entre dos rivales y disparó con la derecha: Sommer salvó el arco.
Cuando Lautaro intentó con valentía resolver el momento de dificultad de su equipo, ya era la media hora. El capitán combinó con Thuram, que le tendió una emboscada y cerró el triángulo con el argentino. Las protestas por la intervención de Van Dijk fueron inútiles.
Los nerazzurri mejoraron, pero el partido sufrió otra interrupción: problemas físicos también para Acerbi y Bisseck ocupó su lugar en la defensa. En el 32′ tras un córner, disparo a portería de Konaté para el 1-0, anulado por una mano de Ekitiké. El Inter pasó por serios problemas, pero Barella deleitó a todos con un tiro libre que salió a pocos milímetros de la escuadra y Lautaro finalizó la primera parte con un cabezazo hacia Alisson.
La segunda parte comenzó como la primera, con los Reds por delante de los locales. Es de destacar un balón de Robertson destinado a MacAllister listo para el tap-in. Bastoni arriesgó con posible autogol para desviarlo y el Inter respiró aliviado inmediatamente después. En el 65′, Zielinski volvió a demostrar ser una excelente elección para el equipo de Chivu, ya que estuvo entre los más proactivos, esquivando a MacAllister con un túnel y sirviendo para Thuram, cuyo disparo desde fuera del área no fue lo suficientemente efectivo.
Los aplausos de la afición local, sin embargo, fueron todos para Akanji, que bloqueó un fuerte disparo de Ekitiké asistido por Wirtz y salvó la portería de Sommer en el 69′.
Agotamiento en la parte final del desafío: los nerazzurri empezaron a verse cansados y Bradley quiso aprovecharlo en el 80′. De hecho se coló y disparó con fuerza, casi poniéndose en ventaja. Entonces Chivu favoreció varios cambios para interrumpir los ritmos del partido y acercarse al final. Sin embargo, una sensacional ingenuidad cambió el destino del partido: Bastoni sujetó a Wirtz por la camiseta en el área y un control del VAR lo confirmó, concediendo así un penalti al Liverpool.
De esta manera Sommer, que había resistido admirablemente durante toda la noche, sucumbió en el 88′ ante un derechazo imparable de Szoboszlai. El jugador de los Reds decidió desde los 11 metros un partido de ver desde el inicio hasta el final sin pestañear y devolvió la sonrisa a Slot.


