El jefe militar británico pidió preparar a la sociedad para un posible conflicto con Rusia
El máximo responsable de las Fuerzas Armadas advierte de una amenaza creciente contra la OTAN y reclama más reclutamiento, mayor capacidad industrial y un debate público sobre los costes de la defensa.
Infobae
El jefe del Estado Mayor de la Defensa del Reino Unido, el mariscal del aire Richard Knighton, instó este lunes a preparar mejor al país para disuadir una posible guerra, en particular ante la amenaza que representa Rusia. En un discurso ante el centro de estudios Royal United Services Institute (RUSI), Knighton sostuvo que Londres debe fomentar la disposición de la sociedad a combatir, aumentar la capacidad industrial de armamento y desarrollar las competencias que necesita el sector de defensa.
El responsable militar enmarcó su advertencia en un contexto de reajuste estratégico en la OTAN, marcado por la presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que Europa asuma la mayor parte de las capacidades convencionales de la Alianza. Ese debate se produce, además, cuando las negociaciones para un eventual alto el fuego o acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania siguen siendo frágiles e inciertas.

El jefe del Estado Mayor subrayó que, sin una mayor concienciación social sobre la naturaleza de la amenaza, será difícil movilizar al conjunto del Gobierno, la industria y la ciudadanía para asumir los costes de una política de defensa más exigente. “Si no somos capaces de aumentar la concienciación y estimular el debate con la sociedad sobre los riesgos, no podemos esperar que el resto del Gobierno, la sociedad y la industria actúen o asuman los costes”, afirmó.
Moscú rechaza de forma sistemática estas acusaciones y sostiene que no tiene planes para atacar a ningún país miembro de la OTAN. El Kremlin ha presentado repetidamente la expansión y el refuerzo de la Alianza como una amenaza directa a su seguridad, argumento que utiliza para justificar su invasión a Ucrania.
Pese a insistir en que el objetivo principal debe seguir siendo evitar la guerra, Knighton defendió la necesidad de incentivar el alistamiento tanto en el ejército regular como en las reservas. También reclamó reconstruir la base industrial necesaria para reponer arsenales y rearmarse, así como formar a la mano de obra especializada que requiere una industria de defensa cada vez más tecnológica.
El mariscal del aire alertó de lo que describió como un “vaciamiento” progresivo de las fuerzas armadas británicas, una tendencia que, dijo, debe revertirse si el país quiere desempeñar un papel de liderazgo dentro de la OTAN. En ese sentido, destacó la urgencia de ganar la carrera por la explotación de nuevas tecnologías y de integrarlas de manera eficaz en los sistemas de combate.
En el tramo final de su discurso, Knighton apeló de forma directa a la sociedad británica y al concepto de sacrificio colectivo. “Hijos e hijas, compañeros, veteranos… todos tendrán un papel que desempeñar. Construir, servir y, si es necesario, luchar”, afirmó, al tiempo que advirtió de que más familias podrían verse confrontadas al coste humano de la defensa nacional.
Su intervención refleja un giro hacia un lenguaje más explícito sobre la preparación para un conflicto de alta intensidad, un debate que hasta ahora había tenido un perfil más bajo en el Reino Unido que en otros países europeos. El reto, sugirió Knighton, no es solo militar o industrial, sino político y social: explicar la naturaleza cambiante de la amenaza y convencer a la ciudadanía de la necesidad de adelantarse a ella.


