“Avatar hizo que mi mundo diera un giro de 180 grados”, confiesa Sam Worthington a días de un nuevo estreno

El actor australiano reveló, en diálogo con Radio Times, cómo la popularidad de la saga y el desafío de interpretar emociones complejas influyeron en su madurez personal y profesional

Infobae

El australiano Sam Worthington describió cómo la paternidad y las exigencias emocionales de su nuevo personaje lo llevaron a una transformación personal y profesional única. El salto a la fama tras el estreno de Avatar en 2009 cambió su vida de forma radical.


16 años después, Worthington compartió con Radio Times cómo sorteó su ingreso “turbulento” a Hollywood y cómo la saga dirigida por James Cameron lo impulsó hacia la madurez que ahora define su trabajo en Fuego y Cenizas.

Avatar hizo que mi mundo diera un giro de 180 grados. No puedes prepararte para la industria de Hollywood, solo tienes que sobrevivir a la turbulencia. Y luego aprendes mientras lo haces. Desafortunadamente, tienes que hacerlo bajo los reflectores”, expresó Worthington al inicio de la entrevista.

La influencia de James Cameron

La influencia de James Cameron
La influencia de James Cameron como director y mentor marcó la evolución actoral de Worthington en la saga Avatar (Mark Fellman/20th Century Studios)

El vínculo con James Cameron, director de la franquicia, resultó esencial en la evolución de Worthington como actor.

“¡Jim es el mejor director de actores que conocí! Es tan detallista. Eso realmente ayuda. Sus películas son reconocidas por su espectacularidad, pero estas películas no funcionan si no tienen alma, y eso es lo que se obtiene de las interpretaciones”, afirmó el protagonista.

Worthington también señaló: “Me siento honrado de tener a Jim como amigo y mentor. Cuando voy a otros trabajos, el listón queda muy alto después de haber trabajado con Jim”.

Presión mediática y madurez profesional

La presión mediática tras Avatar
La presión mediática tras Avatar impulsó la madurez profesional de Sam Worthington en la industria cinematográfica (REUTERS/Mario Anzuoni)

La presión mediática y el escrutinio público que siguieron al éxito de Avatar supusieron un antes y un después para su carrera.

Consultado por las dudas previas al estreno de El Camino del Agua sobre el interés del público, el actor respondió: “¡No dudo de mi jefe, amigo! La gente pensó que Aliens no igualaría a Alien. La gente pensó que Terminator 2: el juicio final no sería tan buena como Terminator. Lo que pasa con Jim es que siempre te da lo inesperado”.

Paternidad y conexión emocional

La experiencia personal de Worthington como padre de tres hijos influyó en su conexión emocional con Jake Sully, personaje central de la saga. La muerte de Neteyam, el hijo mayor de Jake, al final de El Camino del Agua, inicia un proceso de duelo que recorre Fuego y Cenizas.

La paternidad permitió a Worthington
La paternidad permitió a Worthington conectar emocionalmente con Jake Sully y abordar el duelo en Fuego y Cenizas (Disney)

Según explicó Worthington, la nueva película explora la lucha por mantener unidas las cosas que amas. Jake vuelve a su punto de apoyo, que es ser soldado. No quiere que llegue la violencia, pero ser soldado es lo que conoce, y eso le ayuda a navegar esas emociones tan duras.

El actor reconoció que la paternidad le permitió abordar el dolor de su personaje desde un lugar genuino: “Lo bueno fue que filmamos las dos secuelas simultáneamente. Así que la muerte de Neteyam llegó temprano y supe que podíamos usar la emoción de esa escena y llevarla a Fuego y Cenizas. No puedes ‘interpretar’ el duelo, de lo contrario la película se atasca en un lodazal de dolor y tristeza. Se trata más de cómo resucitas a partir de eso”.

El antagonismo y el método actoral

La relación actoral entre Sam
La relación actoral entre Sam Worthington y Oona Chaplin intensificó el antagonismo en el rodaje de Fuego y Cenizas (Captura de tráiler oficial)

La interacción con Oona Chaplin, quien encarna a la antagonista Varang, aportó una tensión especial en el rodaje.

Worthington relató: “Siento que no conocí realmente a Oona hasta ayer. Solo había conocido a Varang. Oona tiene su método y mantiene esa energía. Ella es la oscuridad, así que realmente no quería interactuar con ninguno de nosotros; quería preservar esa fricción. Y lo respeté. Creo que eso fortalece el antagonismo entre ellos”.

Nuevos desafíos en “Fuego y Cenizas”

Sobre los desafíos de Fuego y Cenizas, Worthington destacó la intensidad emocional por encima de las pruebas físicas habituales. No me molesta aguantar la respiración y sumergirme bajo el agua, pero cuando tienes que profundizar como lo hacemos en esta, es mucho más desafiante, admitió el actor.

El viaje interior de Jake
El viaje interior de Jake Sully en Fuego y Cenizas refleja la transformación personal y profesional de Sam Worthington (AP Photo/20th Century Fox, File)

Subrayó que el mayor reto actual radica en explorar las emociones más profundas de sus personajes.

De este modo, Worthington considera que, si en la primera película la aventura fue hacia las profundidades del océano, en Fuego y Cenizas el viaje ocurre hacia el interior, donde la intensidad emocional supera cualquier desafío físico, una experiencia que, según relató a Radio Times, lo transformó tanto en lo personal como en lo profesional.

El recorrido vital del actor en estos años refleja cómo, a pesar de la presión externa y los cambios inesperados, consiguió consolidarse dentro de la industria.

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