La explosión solar de una estrella joven podría explicar cómo surgen planetas habitables, afirma un estudio
El fenómeno, registrado por un equipo internacional con telescopios espaciales y terrestres, sugiere que este tipo de erupciones permite reacciones químicas fundamentales, según publicó National Geographic
InfobaeUna explosión detectada en la joven estrella EK Draconis está abriendo nuevas perspectivas sobre cómo pudo surgir la vida en planetas jóvenes. Un equipo internacional de astrónomos, liderado por Kosuke Namekata del Observatorio Astronómico de la Universidad de Kioto, registró por primera vez una eyección de masa coronal completa en esta estrella, situada a unos 112 años luz de la Tierra, en la constelación del Dragón.
Una estrella joven con un fenómeno inédito
EK Draconis, con una edad estimada entre 50 y 125 millones de años y características cercanas a las del Sol, es el primer astro joven en el que se registra una eyección de masa coronal de estas dimensiones. Hasta ahora, este tipo de fenómenos solo se conocían a partir de modelos teóricos.

El equipo de Namekata utilizó telescopios espaciales y terrestres —entre los que destacan el Hubble y el TESS de la NASA—, logrando captar el evento en diferentes longitudes de onda, desde la ultravioleta hasta la luz visible. Esta combinación permitió rastrear tanto las fases muy energéticas como las más frías de la erupción.
Durante la observación, los científicos detectaron una expulsión de plasma a temperaturas cercanas a 100.000 kelvin y velocidades entre 300 y 550 kilómetros por segundo. Minutos más tarde, apareció una nube más fría, de unos 10.000 kelvin, que se desplazó a 70 kilómetros por segundo.
Ambas corrientes formaron una única eyección de masa coronal, liberando una energía capaz de transformar la atmósfera de un planeta joven y desencadenar reacciones químicas complejas, como detalla National Geographic.
Las tormentas solares y la formación de moléculas esenciales

Según el estudio, el mecanismo observado apunta a que tormentas solares y explosiones estelares extremas podrían inducir la formación de moléculas orgánicas y gases de efecto invernadero en atmósferas primitivas.
Estos compuestos, necesarios para mantener la temperatura, crean el entorno que hace posible el desarrollo de la vida. “Lo que nos inspiró fue el largo misterio de cómo la actividad violenta del joven Sol influyó en la Tierra primitiva”, explicó Namekata, según National Geographic.
Los investigadores sostienen que, durante sus primeros millones de años, el Sol era mucho más inestable, liberando tormentas magnéticas capaces de alterar el entorno de los planetas jóvenes. Esta actividad extrema habría favorecido la síntesis de moléculas orgánicas y la retención de calor a través de gases de efecto invernadero.
Impacto en la búsqueda de vida fuera de la Tierra

El análisis, publicado en la revista Nature Astronomy y citado por National Geographic, refuerza la hipótesis de que la actividad solar intensa desempeñó un papel determinante en la aparición de vida en la Tierra. Este tipo de eventos podría repetirse en otros sistemas estelares con características similares, ampliando así el margen para encontrar mundos habitables.
El hallazgo es relevante para la búsqueda de vida en exoplanetas: si las tormentas solares extremas funcionan como un “interruptor” que activa procesos químicos esenciales para la vida, los astrónomos podrían priorizar la observación de estrellas jóvenes y activas al investigar planetas potencialmente habitables.
Sin embargo, el estudio reconoce una limitación importante: hasta ahora, no se descubrieron exoplanetas alrededor de EK Draconis, lo que impide una extrapolación directa a sistemas planetarios concretos.
Un horizonte ampliado, pero lleno de preguntas

El descubrimiento amplía las posibilidades en la exploración de la vida más allá de la Tierra y subraya la importancia de las estrellas jóvenes y activas en la creación de condiciones favorables para la aparición de organismos.
Sin embargo, la falta de planetas conocidos alrededor de EK Draconis recuerda que la confirmación de mundos habitables aún enfrenta numerosos desafíos y que los mayores enigmas del universo permanecen abiertos a la investigación.


