Estados Unidos retira sus tropas de Rumanía y los expertos avisan sobre Rusia
La menor presencia de soldados estadounidenses en Rumanía podría provocar una reacción por parte de Rusia.
AsRumanía comenzó recientemente el proceso de retirada de soldados estadounidenses de la base aérea Mihail Kogălniceanu, ubicada en el litoral del Mar Negro. La decisión afecta principalmente a la 2ª Brigada de Infantería de la 101.ª División Aerotransportada de EE. UU., que retornará a territorio estadounidense sin reemplazo directo.
Según el Ministerio de Defensa rumano, la medida responde a que los aliados de la OTAN han reforzado suficientemente su presencia en el flanco oriental, y Washington considera que ya no es necesaria la misma escala de despliegue en esa base. EE. UU. asegura que no se trata de una retirada ni de un menor compromiso con la defensa colectiva del Artículo 5 de la OTAN, sino de un reposicionamiento estratégico basado en la mayor capacidad de los aliados europeos.
En su lugar, Rumanía y la OTAN continuarán manteniendo presencia militar a través de otras fuerzas y equipos desplegados en el país y en la región. Sin embargo, analistas advierten que la salida de esta brigada estadounidense podría ser percibida de forma distinta por Rusia, que históricamente vigila de cerca cualquier cambio en la distribución de tropas en su vecindario.
La posible interpretación estratégica de Rusia
Expertos señalan que este repliegue podría ser interpretado por Rusia como un signo de debilidad o un “invitación” tácita para aumentar su presión militar en el este de Europa. El coronel retirado Richard Williams, exfuncionario de la OTAN, afirma que “no existe ninguna razón táctica obvia para la retirada de la brigada de EE. UU. de Rumanía”, y que la presencia estadounidense allí tiene un valor claramente disuasorio.
La investigadora Justyna Gotkowska, del Centro Polaco de Estudios Orientales, subraya que, aunque la OTAN haya reforzado la región tras 2022, la brigada estadounidense sigue siendo un elemento clave de seguridad. La percepción que Rusia tenga sobre esta retirada podría influir en su estrategia en el Mar Negro y aumentar la tensión regional, incluso si el movimiento no implica un cambio real en la capacidad defensiva de la OTAN.
Además, algunos analistas recuerdan que los movimientos militares en el flanco este son observados por los países vecinos, como Bulgaria y Ucrania, que dependen de la disuasión estadounidense y de la cohesión de la OTAN para mantener la estabilidad en la zona. La salida de tropas, aunque limitada, genera debates sobre la coordinación y el mensaje que los aliados transmiten a Rusia y a sus propios ciudadanos.


