Ensayos que ponen a prueba la diplomacia internacional
Estados Unidos aclaró que los experimentos nucleares serán subcríticos y no violan el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares
InfobaeEl reciente anuncio del Presidente Donald Trump de que Estados Unidos “reanudaría los ensayos nucleares” tuvo el efecto de sacudir la frágil arquitectura de control de armas estratégicas de las últimas décadas. La aclaración posterior que los ensayos no incluirían detonaciones nucleares completas, sino que serían experimentos no críticos, una categoría técnica que engloba pruebas simuladas realizadas bajo tierra en el Sitio de Pruebas de Nevada, redujo la polémica ya que son herramientas que también utilizan Rusia y China y que no afectan la moratoria voluntaria de no realizar explosiones nucleares ni viola formalmente el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT).
El CTBT solo prohíbe las explosiones nucleares y no los ensayos que utilizan pequeñas cantidades de material fisible (uranio y plutonio), pero sin alcanzar la masa crítica y por lo tanto no hay una reacción en cadena autosostenida, lo que evita una explosión atómica y la liberación de radiación. Sin embargo, el tema será materia de controversia ya que puede ser interpretado que contraviene el espíritu del tratado, al permitir avances tecnológicos en armas nucleares. No son ilegales per se, pero explotan un vacío del CTBT y de las normas de no proliferación al dar pie a una nueva carrera armamentista.
Mientras tanto, la red global de monitoreo del CTBT – con sus estaciones sísmicas, hidroacústicas, infrasónicas y de radionúclidos – permanece en guardia. El tejido científico tiene la capacidad de detectar cualquier explosión en cualquier lugar del planeta como ocurrió al identificar una señal en la zona del Atlántico Sur donde desapareció el submarino ARA San Juan en 2017. Cada dato que el CBTO registra, cada temblor que analiza es una afirmación de la voluntad de la comunidad internacional de no volver atrás. La tecnología hoy no solo sirve para desarrollar armas, sino también para impedir que vuelvan a usarse.
A pesar de que nada indica que Estados Unidos vaya más allá que la reactivación de los experimentos nucleares subcríticos, el anuncio de la Casa Blanca es un símbolo de tiempos geopolíticos inciertos. Por ello, es hora de reconocer que la credibilidad nuclear no solo depende de la fiabilidad del arsenal sino también de la credibilidad diplomática. Un mundo que carga con las cicatrices de la era nuclear del siglo XX necesita más diplomacia y menos kilotones.


