Un nuevo Madrid
Bellingham completa el tridente de superestrellas con Mbappé y Vini. Juntos suman 510 millones de valor de mercado. Xabi busca el equilibrio con ellos: con Ancelotti jugaron 30 veces juntos y, extrañamente, sólo ganaron 17.
Un nuevo Madrid que tuvo una difícil puesta en escena en el derbi (5-2), el único lunar de la temporada. Y en el que aún debe el técnico terminar de encajar las piezas ahora que el inglés está disponible para ser titular. El Coliseum será una difícil piedra de toque, la primera tras el derbi. Y la Juve, una más, la última antes de la puesta en escena en el Clásico, este, el gran test.
El reto asumido por Xabi Alonso es hacer que el Madrid tenga equilibrio con las tres estrellas en el campo. Ancelotti no lo consiguió la temporada pasada, en la que el equipo recibió, en general, muchos goles: 84 en 68 encuentros, a 1,24 por partido cuando en los cinco ejercicios anterior había recibido menos de un tanto por enfrentamiento. Pero, a mayores, la estadística cuando Mbappé, Bellingham y Vinicius coincidieron como titulares deja una duda respecto al equilibrio. Eso sucedió en 30 encuentros, y el equipo encajó 48 goles, a 1,6 por choque, por encima de la ya mala media de la temporada.

Ese tridente de lujo que forman Mbappé, Bellingham y Vinicius tienen esa asignatura pendiente, la del difícil equilibrio, que Xabi debe solucionar. El equipo sólo ganó 17 de esos 30 partidos en los que formaron de inicio los tres, empató tres y perdió diez. Y todas las derrotas fueron ante equipos grandes: el PSG en el Mundial de Clubes, los dos Clásicos de Liga y el de la Supercopa, los dos partidos ante el Arsenal, el derbi del doble toque de Julián Alvarez…
Una estadística extraña, las muchas derrotas ante equipos grandes cuando, hombre por hombre, la aportación de las tres estrellas fue sensacional la campaña pasada: Mbappé terminó con 44 goles y 5 asistencias; Vinicius con 22 y 19; y Bellingham, con 15 y 15. Entre los tres, 81 tantos y 39 pases de gol, y sin embargo jugando los tres de inicio, el Madrid sólo ganó (de los partidos ante equipos de primer nivel) al decepcionante City de Guardiola en el doble enfrentamiento.
Un rompecabezas para el técnico.
Las variantes tácticas que tiene Xabi Alonso para encajar a Bellingham en el sistema son múltiples. En el derbi eligió un 4-2-3-1 con luces y sombras más allá del resultado. Entre las cosas buenas, la conexión entre Güler y Mbappé cuando el turco juega más arriba (“A veces hablamos y otras, nos entendemos sólo con mirarnos”, dijo Güler recientemente en L’Equipe). Entre las malas, que precisamente sin Güler en la media junto a Tchouameni, el Madrid pierde el control del juego en el centro del campo. Y eso dio origen a la dolorosa derrota y a los cinco goles encajados.
En el partido ante el Getafe la fotografía estará aún incompleta por la importante ausencia de Huijsen. Hasta la vuelta de Carvajal, que está prevista para antes del Clásico, Valverde está obligado a jugar en el lateral. Pero ya ante el Barcelona Xabi tendrá por fin disponible a su once titular. Y en su alineación quedarán despejadas las dudas.

Ellos tres (Mbappé, Bellingham y Vinicius) sólo dejan hueco para otros tres futbolistas del centro del campo para arriba (siempre, con defensa de cuatro). Hasta la fecha, Tchouameni, que ha jugado nueve de los 10 encuentros como titular y es tercero en minutos tras Courtois y Mbappé, parece inamovible. De este modo, hay dos puestos para un ramillete de jugadores: Valverde, Güler, Mastantuono, Ceballos, Rodrygo y Brahim. De todos ellos y atendiendo a las últimas temporadas, Valverde también tiene sitio en el once...
Por tanto, sólo queda una incógnita, un puesto, y dos candidatos para él: Güler, que ha sido titular en nueve partidos, y Mastantuono, que lo ha sido en siete. Uno u otro, el turco, sensación de la temporada por su rendimiento (cuatro goles y seis asistencias, cuatro de ellas a Mbappé) o el argentino, adalid del “gen competitivo” que predica Xabi y fichaje estrella que costó 63,2 millones de euros.


