Un ex ladrón había advertido sobre las fallas de seguridad en el Louvre antes del millonario robo
David Desclos, quien participó en un pódcast del museo en 2020, señaló específicamente las vitrinas y las ventanas a pie de calle como puntos vulnerables

El ex delincuente advirtió que una renovación de las vitrinas en 2019 eliminó medidas de protección importantes, dejando los objetos vulnerables a ataques directos. Aclaró que sus comentarios no fueron públicos para no incentivar delitos similares.
Además, detalló que durante su juventud se especializó en neutralizar sistemas de alarma para concretar asaltos y que junto a sus cómplices llegó a pasar varios meses cavando por las alcantarillas de la ciudad con el objetivo de acceder a la bóveda de un banco Société Générale durante las fiestas de Navidad en la década del 90.

El robo, registrado un domingo, involucró a dos personas identificadas con chaquetas llamativas que lograron acceder al salón a través de una de las ventanas, abrieron las vitrinas con herramientas eléctricas y se llevaron las joyas antes de dejar una corona abandonada en el exterior.
La reacción institucional puso el foco en los sistemas tecnológicos de vigilancia. Patrice Faure, jefe de la Policía de París, reconoció ante el Senado deficiencias en la infraestructura de seguridad del Louvre, donde el sistema de video seguía operando con tecnología analógica y no existía autorización legal actualizada para su uso.

La primera alerta a la policía llegó por parte de un ciudadano que fue testigo del robo, en lugar de dispararse automáticamente un sistema de alarmas.
Sobre los objetos robados se detalló que se trataría de un conjunto de piezas históricas vinculadas a la familia imperial y real francesa, incluidos una diadema y broches con gemas pertenecientes a la colección del Louvre desde décadas recientes.

Expertos en arte, citados por CNN, señalaron que la dificultad para revender estas piezas reconocibles probablemente lleve a su desmantelamiento para extraer y vender por partes las piedras preciosas y metales.
Luego del incidente, la institución decidió trasladar las joyas restantes a bóvedas del Banco de Francia, mientras avanzan las investigaciones.


