Mercedes es “una caja de sorpresas”
Russell se anota la victoria en un circuito a priori desfavorable para los de Brackley: “En una lista de carreras que creía que podíamos ganar, esta estaría en la parte más baja”.
Nadie esperaba ver nombres diferentes al del neerlandés o cualquiera de los dos pilotos McLaren en lo más alto del podio de Marina Bay. Pero ni siquiera lo hacían en Mercedes, que llegaba a un escenario que “en términos de rendimiento del coche, nunca fue un buen lugar para nosotros”, como explicaba Toto Wolff, jefe del equipo, tras la victoria de Russell. “Si me hubieras ducho que íbamos a dominar de la manera en la que lo hemos hecho, no lo habría creído”, insistía el directivo austriaco, que expresaba la misma incredulidad que el propio ganador. “Si tuviera que hacer una lista de todas las carreras que creía que podríamos ganar este año, probablemente esta estaría en la parte más baja”, aseguró el piloto británico.
Las expectativas apenas se asemejaron con una realidad casi perfecta para Russell. El británico derrotó a Verstappen en su especialidad, la vuelta rápida; y a partir de ahí controló a la perfección una carrera que sirve de incentivo... pero sobre la que hay que trabajar: “Tenemos que sentarnos para tratar de entender por qué el rendimiento fue tan bueno”. Sabe bien la victoria, sí. Pero sobre todo tendrá un mejor sabor si son capaces de entender en Brackley cómo replicar este fin de semana más a menudo. Aunque Wolff asume que “estos coches son una caja de sorpresas”.
“Ferrari osciló entre el éxito y el fracaso”
El directivo austriaco sigue defendiendo que resulta difícil entender esta generación actual de monoplazas y su rendimiento; expuesto a diferentes factores. Pero, ¿sabe Toto de dónde vino el gran estado de forma de Mercedes en Singapur? “Dimelo tú”, respondía, antes de ahondar en la cuestión: “Si le preguntas a McLaren por qué las últimas tres carreras no les han salido, probablemente tendrían problemas para dar respuestas. Y de la misma manera, Max recuperándose y luego faltándole rendimiento de nuevo hoy. Lo mismo con los Ferrari, oscilando entre el éxito y el fracaso".
“Simplemente, los márgenes son muy pequeños para tener el coche en la ventana aerodinámica correcta, para extraer ese máximo agarre mecánico sin destruir los neumáticos”, continuaba explicando Wolff, sobre un misterio para el que ni siquiera las simulaciones tienen una respuesta: “No siempre se correlaciona lo que ves en el mundo virtual con lo que ocurre en pista”. Pero afortunadamente para Mercedes, en Singapur, “desde el primer momento, los neumáticos, el piloto y el coche estaban sincronizados y eran imparables”.