Leverkusen 2 - PSG 7 / Histórica paliza del PSG

Los parisinos arrasan al Leverkusen, al que humillan 2-7 en un partido en el que Dembélé volvió y marcó a los dos minutos de entrar al campo.

Andrés Onrubia

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Si la Champions terminara mañana, el PSG sería, holgadamente, el máximo favorito a ganarla. Porque no hay equipo que pueda aguantarle el intercambio de golpes, no hay jugador que pueda sobrevivir 90 minutos al infierno físico al que te someten y no hay una trampa para frenar a una horda de fieras que tienen hambre hasta con el partido decantado. El Leverkusen fue su última víctima, en una prestación perfecta de los de Luis Enrique, que golearon 2-7 tras sentenciar en el tramo final del primer tiempo la contienda, marcada por las expulsiones de Andrich y Zabarnyi y por el gol de Ousmane Dembélé en su vuelta a los terrenos de juego.

Fue un primer tiempo que tuvo de todo, pero que refrendó, si todavía había alguna duda, que el PSG es el mejor equipo de Europa. En el minuto 6, Pacho remató un excelso centro de Nuno Mendes. Grimaldo, después, falló un penalti por una mano de Zabarnyi y el partido cambió completamente, primero por la roja de Andrich y después por otro penalti del ucraniano, expulsado por Gil Manzano, sobre Kofanne que, esta vez sí, materializó Aleix García.

Antaño, el PSG habría perdido este partido. Pero como campeón de Europa, a la hora de la verdad arrasó. Doué firmó el 1-2, Kvaratskhelia el tercero y, en un abrir y cerrar de ojos, el propio Doué marcaba el cuarto y enmudecía un BayArena incrédulo por la retahíla de goles en apenas siete minutos.

Los goles no cesaron, el espectáculo del PSG tampoco. Nuno Mendes, que tiene pilas ilimitadas, recrudeció el asalto a Leverkusen. Aleix García, con un golazo, redujo distancias. Pero a la fiesta le faltaba un invitado de lujo, el Balón de Oro, Ousmane Dembélé. El francés no competía desde el 5 de septiembre y necesitó dos minutos para ver portería. Y faltaba Vitinha todavía por marcar el séptimo en el tiempo de descuento, consumando una paliza histórica del PSG, el mejor equipo de Europa sin discusión, una obra de arte cuyo artista, sin discusión, es Luis Enrique.