Las duchas clásicas quedan atrás: así es la nueva tendencia en baños modernos
El auge de las duchas walk-in tiene su origen en la inspiración de hoteles y spas modernos, y ahora conquista hogares de diferentes dimensiones
InfobaeEn la actualidad, el concepto de espacio en los cuartos de baño está experimentando una transformación significativa. Se está dejando de lado la tradicional ducha cerrada con mamparas, bordes elevados y bañeras, para dar lugar a configuraciones abiertas, funcionales y elegantes.
Duchas walk-in: accesibilidad, amplitud y limpieza fácil en el baño
El auge de las duchas walk-in tiene su origen en la inspiración de hoteles y spas modernos, y ahora conquista hogares de diferentes dimensiones. Estas duchas eliminan barreras visuales y físicas, ya que se accede de manera directa gracias a su diseño sin puertas tradicionales ni bordes altos. El baño, en consecuencia, parece más amplio y luminoso, independientemente del tamaño real del espacio.

Esta tendencia no solo aporta estética, sino que simplifica el mantenimiento diario. La ausencia de rieles, marcos o bisagras disminuye la acumulación de humedad, moho y sarro, que suelen ser habituales en las mamparas convencionales. El resultado es un entorno rápidamente ventilable y sencillo de limpiar, ideal para quienes buscan optimizar el tiempo dedicado a las tareas domésticas.
Otro aspecto fundamental de las duchas walk-in es su funcionalidad para personas con movilidad reducida o para familias de diversas edades. El acceso a ras del suelo minimiza el riesgo de tropiezos, y puede complementarse con pisos antideslizantes, barras de apoyo y drenajes lineales que aseguren que el agua fluya correctamente hacia el desagüe, evitando encharcamientos peligrosos.
Para incorporar una ducha walk-in en el hogar no es indispensable una reforma mayor, pero sí es esencial planificar correctamente la pendiente del suelo y la ubicación del desagüe. El objetivo es lograr que el agua discurra sin obstáculos hacia un punto y no quede estancada, manteniendo la estética limpia y sin interrupciones visuales.

La selección de materiales resulta clave en este tipo de diseño. Cerámicos y porcelanatos antideslizantes, así como revestimientos de gran formato con uniones mínimas, aportan elegancia y minimizan la presencia de humedad en las juntas. Los paneles de vidrio templado fijo marcan la zona de ducha y conservan la sensación de apertura.
Para quienes prefieren un ambiente más cálido y relajante, se recomiendan revestimientos tipo piedra o con textura mate. La iluminación también juega un papel relevante: aprovechar la luz natural mejora la percepción de espacio, y en su ausencia, es posible utilizar luces cálidas en el cielorraso o tiras LED perimetrales.
Ventajas de la ducha walk-in en la vida cotidiana
El diseño walk-in representa una renovación conceptual en los baños, ya que proporciona sencillez de uso, menor necesidad de mantenimiento y más seguridad en la rutina diaria. Su configuración abierta y sin obstáculos contribuye a la accesibilidad y fomenta un ambiente equilibrado, ordenado y visualmente agradable.

Al adaptar estos sistemas y materiales incluso en espacios reducidos, es posible transformar baños convencionales en zonas modernas, funcionales y con un aire relajado. Así, la tendencia de las duchas walk-in se consolida como la opción preferida para quienes buscan conjugar estilo contemporáneo y practicidad en el hogar.
Qué es una ducha tradicional
Una ducha tradicional es el sistema tradicional de baño que utiliza un cabezal fijo o manual, del que cae el agua sobre el usuario a través de una tubería conectada a la red doméstica. Regularmente, este tipo de ducha cuenta con controles mecánicos para ajustar la temperatura y el flujo del agua.
La instalación de una ducha clásica suele ser sencilla y está presente en la mayoría de las viviendas. Se caracteriza por su funcionalidad básica y por centrarse en la limpieza personal, sin incorporar elementos tecnológicos o funciones avanzadas que sí pueden encontrarse en sistemas modernos.


