El Barça se rompe

La plaga de lesiones en este inicio de curso ha abierto la caja de los truenos en el club, con la metodología de la prevención de lesiones en el ojo del huracán.

Javier Miguel
As
Hace ahora un año, concretamente el 11 de octubre del 2024, el flamante nuevo responsable del área de la preparación física del FC Barcelona, Julio Tous, prometía públicamente reducir el número de lesiones en el primer equipo en un 50%. “La única solución es el trabajo sistemático y no cesar en convencer al jugador que todos los días hay que hacer algo de prevención en las lesiones”, aseguraba Tous. “No podemos decir que las vamos a erradicar, pero está demostrado que con trabajo de prevención el descenso de las lesiones es drástico. Estoy hablando de un 50%”, se explayaba el preparador físico.

Pues bien, un año después de estas declaraciones, la situación de la enfermería blaugrana está próxima al ‘overbooking’. Tras la confirmación de la última lesión de Robert Lewandowski, en la actualidad hay un total de ocho futbolistas de baja - el citado Lewandowski junto a Olmo, Gavi, Lamine, Fermín, Raphinha, Joan García y Ter Stegen-, es decir, más de un 30% de la plantilla.

Una situación insostenible para cualquier entrenador, y más aún teniendo en cuenta que estamos en el tramo inicial de la temporada, con apenas recorridos dos meses de competición.

Evidentemente, en el vestuario están buscando soluciones a este absoluto despropósito. El trabajo de prevención, que tan bien funcionó el curso pasado, está haciendo aguas en todos los sentidos. Eso es precisamente lo que tiene a todos los profesionales dentro del club absolutamente desconcertados: nadie entiende el porqué algo que funcionaba con precisión el año pasado está ahora tan desajustado.

Hola, Mariano. El problema para el Barcelona no está en la gravedad de las lesiones, sino en la frecuencia de las mismas y que se producen en distintos jugadores. Por eso existe una gran inquietud sobre la metodología de prevención.

El argumento de la acumulación de partidos y la carga de trabajo tampoco es suficientemente creíble: el curso pasado también había el mismo número de partidos y a esta altura de la temporada apenas había lesionados.

Además, todos esperaban incluso una mejoría en las prestaciones, sobre todo teniendo en cuenta que el equipo había hecho la pretemporada este verano tras un mes de descanso y con todos los efectivos desde el primer día. Sin embargo, las previsiones pronto empezaron a desmoronarse.

Todo empezó con la operación de Ter Stegen a finales de julio por culpa de unos problemas con las lumbares. Unos días después cayó Robert Lewandowski por una lesión en los isquiotibiales, al que siguió Gavi, con unas molestias en la rodilla derecha, que acabaron desembocando en una artroscopia en su menisco. Alejandro Balde fue el siguiente en caer, también afectado de los isquios, con Frenkie de Jong siguiéndole los pasos por unos problemas musculares en la pierna derecha. A partir de aquí llegó el problema de pubalgia de Lamine, agravado por la falta de empatía en la selección, donde le pincharon un analgésico para que pudiera jugar contra Turquía. Y los últimos en caer han sido Joan García, con intervención incluida para solucionar sus problemas en el menisco, Fermín López, con una lesión en el psoas, Raphinha, con los isquiotibiales por en medio, Dani Olmo, con una lesión en el sóleo, y de nuevo Lewandowski, con una rotura en el bíceps femoral.

Muchos lesionados en el debe de Tous, que se vanagloriaba hace un año de sus métodos de trabajo en la prevención de jugadores y de haber logrado un 50% de reducción en las lesiones. Eso sí, por ahora, su joya de la corona, Pedri, sigue eludiendo todos los males habidos y por haber, aunque en los últimos partidos ha dado claro síntomas de agotamiento.

De hecho, Hansi Flick no esconde su preocupación y desasosiego ante tantas bajas, que evidentemente le están obligando a modificar su hoja de ruta en cuanto a gestión de plantilla y rotaciones. El alemán no duda de los profesionales que están al frente de los servicios médicos, pero sí que ha exigido soluciones urgentes para revertir la situación.

Ante el Girona, el técnico alemán recuperará a Fermín y Lamine, desahogando un poco la enfermería, teniendo en cuenta que Ferran Torres llegó de la selección con una sobrecarga, pero que en principio no le impedirá estar este sábado. Más preocupante apunta la situación de Raphinha, que no estará aún para los partidos de Girona y Olympiacos, y ya no digamos Olmo y Lewandowski, descartados para el Clásico.

Con este panorama, Flick ha de afrontar un nuevo mes cargado de partidos -seis encuentros en 23 días-, tras haber perdido el liderato en LaLiga y ser sometido en la Champions ante el PSG. Sin duda, una situación que no invita al optimismo, y que explica, en cierto modo, los motivos por los cuales decidió tomarse un respiro de una semana en Formentera.

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