Champions League / Vicario I de Mónaco

Exhibición del portero del Tottenham, que evitó una goleada del equipo del principado. Afrontó ocho disparos a puerta. Los xG del Mónaco fueron de 2.47.

Iván Cordovilla
As
El Mónaco-Tottenham es imposible explicarlo sin mencionar a Vicario. El portero italiano fue la gran estrella del partido y la única explicación por la cual los monegascos se marcharon con un cero en su casillero. Balogun y Minamino tendrán pesadillas con él, que frenó todos y cada uno de los intentos de gol, que no fueron pocos: ocho disparos a puerta.

A quien desesperó primero fue al 9. Balogun ya no supo cómo superar al guardameta, a pesar de que lo intentaba de todas las maneras posibles. Primero sin ángulo, luego en un mano a mano clarísimo, con un disparo cómodo... Nada. Tampoco un centro de Akliouche que se envenenó. Vicario empezaba una noche que recordará toda su vida.

Mientras, el Tottenham atacaba con poco, muy poco o nada. Algún destello de Kudus e imprecisiones de Richarlison. Mientras, en el otro área, Vicario seguía haciendo lo suyo. Ni Golovin, que salió fresco desde el banquillo, pudo superarle. Tampoco Minamino, aunque este más por culpa suya: la lanzó alta tres veces. La más clara fue para Teze, que solo tenía que empujarla. Pero Vicario fue corriendo desde el primer palo y se lanzó para evitar el ansiado 1-0 cuando todos veían el balón dentro.

Una exhibición de las que hay pocas en un portero. El Mónaco terminó con un 2.47 de xG (goles esperados a juzgar por la calidad de las ocasiones). Pero Vicario estuvo siempre atento para desbaratar cualquier intento de batir al MVP de la noche.

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