Avanza la demolición del Ala Este de la Casa Blanca

El proyecto reemplazará el histórico anexo donde trabajaron las primeras damas por un espacio para 900 invitados. Las obras, financiadas por aportes privados, generaron críticas por su costo, su impacto patrimonial y la falta de revisión pública

Esta foto satelital obtenida el
Esta foto satelital obtenida el 23 de octubre de 2025 por Planet Labs PBC y fechada el 23 de octubre de 2025 muestra la Casa Blanca en Washington DC tras la demolición del Ala Este (AFP)

El plan, anunciado por Trump en julio con una previsión inicial de USD 200 millones, fue ajustado en semanas recientes por el presidente, quien informó a medios como la Associated Press que el precio se encuentra “en el vecindario” de USD 300 millones. Según explicó, la financiación provendrá de “algunos amigos” y de aportes personales, descartando así el uso de fondos del erario público. No obstante, evitó precisar el monto total de su contribución, afirmando a periodistas: “No podré decírselo hasta que termine, pero donaré lo que sea necesario”.

Escombros en una parte prácticamente
Escombros en una parte prácticamente demolida del Ala Este de la Casa Blanca el jueves 23 de octubre de 2025 (Foto AP/Jacquelyn Martin)

De acuerdo con declaraciones realizadas por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el incremento en los costes obedece a modificaciones frecuentes en proyectos constructivos y a recomendaciones de arquitectos para asegurar la solidez y durabilidad del edificio. “Los planes cambiaron cuando el presidente escuchó el consejo de arquitectos y empresas constructoras, quienes señalaron que para lograr una estructura verdaderamente fuerte y moderna, era necesario acometer esta primera fase”, sostuvo Leavitt.

Una excavadora trabaja para retirar
Una excavadora trabaja para retirar los escombros tras la demolición del Ala Este de la Casa Blanca el 23 de octubre de 2025 (AFP)

A pesar del carácter emblemático del espacio demolido, Trump impulsó la decisión sin previo aviso o consulta con las agencias federales encargadas de regular construcciones en bienes públicos. Durante el miércoles, justificó la intervención afirmando que conservar el Ala Este habría “dañado un edificio muy, muy caro y hermoso”, y sostuvo que múltiples presidentes habían deseado un salón de baile de estas dimensiones para grandes eventos de Estado. La portavoz de la Casa Blanca aclaró también que está previsto edificar un nuevo Ala Este junto al salón diseñado por McCrery Architects y que conservará el estilo neoclásico tradicional.

Un equipo de demolición retira
Un equipo de demolición retira fragmentos de la Ala Este, visto a través de las columnas del pórtico norte de la Casa Blanca (REUTERS/Jonathan Ernst)

La demolición sorprendió a organizaciones de preservación histórica. El Fideicomiso Nacional para la Preservación Histórica instó en una carta dirigida a la National Capital Planning Commission, al National Park Service y a la Commission of Fine Arts a posponer la obra hasta que el proyecto, que contempla un área de 8.361 metros cuadrados, pase por los procesos legales de revisión pública requeridos. El Trust advirtió que la dimensión del futuro salón podría “abrumar la Mansión Ejecutiva”, que cubre 5.109 metros cuadrados, y alterar de manera permanente el equilibrio clásico del diseño original de la Casa Blanca, construido en 1792.

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