Por qué Russo hizo un solo cambio: el banco de Boca, bajo la lupa
"Fue una decisión mía", respondió el técnico después de haber definido que Alan Velasco ingresara por Brian Aguirre, la única modificación. Al Xeneize le faltaron piernas frescas y el Ferroviario se llevó un empate con sabor a victoria.
Es cierto que pensar que las variantes hubieran impedido el empate de los santiagueños entra en el terreno de la suposición, pero también quedó claro en la cancha que varios jugadores llegaron sin resto físico al tramo final del partido.
A esto se suma que más de una vez el técnico había sido señalado por tardar en realizar modificaciones, pero lo ocurrido ante Central Córdoba lo dejó expuesto debido al resultado y pese a que en el primer tiempo el Xeneize desplegó el mejor nivel de juego en lo que va del año.
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Para empezar a analizar las razones que llevaron al técnico de 69 años a tomar esa decisión, hay que considerar el contexto: en los últimos partidos casi siempre repite las mismas variantes. Williams Alarcón y Velasco suelen ser sus primeras alternativas y, en general, los que salen son Aguirre y Carlos Palacios, sobre todo cuando el equipo va en ventaja.
A su vez, Russo pocas veces agotó las cinco sustituciones posibles. Frente a Central hizo tres (Alarcón, Velasco y Milton Giménez), ante Aldosivi utilizó cuatro —uno obligado por la lesión de Agustín Marchesín—, contra Independiente Rivadavia y Racing también recurrió a cuatro y solo frente a Banfield completó la nómina, aunque tres de esas modificaciones llegaron recién a los 88 minutos.
Con estos antecedentes, lo que se desprende es que el entrenador de Boca busca alterar lo menos posible la formación. Las estadísticas reflejan que difícilmente introduzca cambios profundos durante el desarrollo del partido, incluso si su equipo está en desventaja.
De más está aclarar que eso no quita que haber realizado una sola modificación ante Central Córdoba no pueda ser calificado como una mala lectura del entrenador, quien seguramente habrá hecho autocrítica sobre por qué el Xeneize no pudo conseguir su cuarta victoria en el Clausura.
De todas formas, la decisión no puede evaluarse sin mirar el banco de suplentes. ¿Cuánta confianza deposita Russo en su plantel? Solo él lo sabe, aunque es evidente que apenas un par de nombres aparecen con chances reales de entrar y la mayoría ocupa un lugar casi testimonial. Lucas Janson y Frank Fabra suelen estar en la lista, pero casi nunca suman minutos. Algo parecido ocurre con Milton Delgado, quien no estuvo ante Central Córdoba porque ya se sumó a la Sub-20 para disputar el Mundial. En su caso, a diferencia de los demás, la exclusión responde más a preferencias del DT que a malos rendimientos.
A eso se suman jugadores que ni siquiera venían siendo convocados y esta vez aparecieron por la ausencia del juvenil y la lesión de Edinson Cavani. Kevin Zenón, que no juega desde el duelo con Huracán y llevaba tres citaciones afuera, volvió a la nómina al igual que Agustín Martegani, que todavía no debutó en el Clausura y apenas estuvo en el banco en tres oportunidades.
Más allá de esos casos, había dos futbolistas en los que el técnico ya confió en otras oportunidades, Tomás Belmonte y Malcom Braida, que podían haber sido alternativa en el mediocampo. También estaba disponible Marco Pellegrino, titular hasta su lesión. Lo cierto es que a los suplentes de Boca les falta rodaje y continuidad, aunque ninguno mostró argumentos para pedir un lugar desde el arranque y que Russo solo haya hecho un cambio puede interpretarse también como un mensaje puertas adentro, aunque públicamente y fiel a su estilo, se limitó a explicar que son decisiones.



