La vieja receta no falla
Simeone logra su primera victoria de la temporada con la titularidad de sus dos futbolistas más veteranos de la plantilla... y su historia rojiblanca: Koke y Griezmann.
AsA la cuarta fue la vencida. El Atlético ganó su primer partido esta temporada y esta Liga ante un Villarreal que llegaba al Metropolitano sin derrota y en alto, un rival difícil, de los más complicados al que los rojiblancos arrollaron. Simeone apostó por su vieja receta, esa que tantas otras veces funcionó: Koke y Griezmann. Sus dos jugadores más veteranos, los de mas edad de su plantilla (con 33 y 34 años respectivamente), cuestionados precisamente por eso, su año de nacimiento en el calendario. Ambos con caminos similares.
Griezmann y Koke lo han sido todo en ese equipo, los que más importancia e influencia en el juego de Simeone tenían, los que más minutos acumulaban. Partido a partido, temporada a temporada. Pero la temporada pasada, el paso del tiempo les fue recortando ambas cosas. La comenzaron titulares pero si primero fue Koke, en noviembre, el que dejó de ser un fijo en el once, después le tocó a Griezmann, en abril. Ambos, sin embargo, eligieron quedarse. A pesar de ello. A pesar del ruido y las ofertas fuera. Otro más renovaron. El capitán hasta 2026 y el francés, hasta 2027. Su titularidad y juego ante el Villarreal fueron claves para que el Atleti hundiera al Submarino para lograr su primera victoria de la temporada.
La old school. La vieja guardia. El partido de Koke fue descomunal en las sensaciones y los números. Rozó la perfección en el pase, con un 98,8% de acertados, con un 94,4% de precisión en el último tercio (18 dio). Fue el segundo que más dio en el partido, 80, por detrás de los 113 de Llorente. Una linterna, un faro, una guía, el Koke de siempre. Manejando el partido a su antojo, omnipresente y siempre en su sitio. Yo siempre le digo al míster que estoy aquí para sumar. Tanto si soy titular como si juego un minuto, estoy para darlo todo. Como si no juego, no hay ningún problema”, expresaba el capitán ante los periodistas al término del partido. Palabra de capitán. Y de hombre comprometido con ese escudo en 687 ocasiones, el que más de la historia, inalcanzable. Recuperó, además, seis balones, provocó tres faltas.
Pero es que Griezmann, otro al que tantos le redactaban ya la carta de jubilación, fue el futbolista que le daba fluidez al juego. Siempre en contacto con el balón, bajando a recibir cerca de Barrios y siendo vertical, tremendamente activo sin balón, presionando y recuperando. Dos ocasiones creadas, 7 centros, 19 pases completados en el último tercio. Poesía cholista del año 2016 aún vigente en el 2025. Para la primera victoria de la temporada. Para acallar el ruido y ganar tiempo, lo que este equipo, con ocho nuevos, sobre todo necesita. Tiene donde mirarse. Esa vieja escuela que siempre será el legado del Cholo y que Koke y Griezmann aún representan como nadie.


