Bellingham es el dilema
Xabi Alonso duda si ponerlo de inicio en el Metropolitano. Mandaría al banquillo a Güler... o a Mastantuono. Su hombro está bien, pero aún hay dudas con su ritmo deportivo.
Porque no hay miedo con su estado físico, pero sí dudas con su ritmo deportivo. Eso es lo que se respira y transmite desde Valdebebas. El hombro izquierdo, ese que se luxó el 5 de noviembre de 2023, está bien. Ya han pasado 71 días desde su operación (el 16 de julio, en Londres) y Jude lleva varias semanas trabajando con el grupo, recibiendo impactos, cayendo al suelo, moviendo mucho la articulación. No hay dolor, ni un ápice. La intervención fue un éxito y en la rehabilitación trabajó tan duro, que muscularmente ha fortalecido mucho la zona.
Bellingham, en el Ciutat de València.DAVID GONZALEZ“Llega el primero y se va el último”
Bellingham se ha pasado dos meses trabajando a destajo para volver lo antes posible, pero con seguridad. Sometiéndose a sesiones dobles, incluso triples, que acababan, algunos días, en ocho-nueve horas de esfuerzos. De gimnasio y fisioterapia. En las entrañas de la Ciudad Deportiva alucinaban: “Se pasa aquí todo el día, es alucinante; a veces llega el primero y se va el último”.
Van 22′
No hay dudas médicas... pero sí deportivas. Porque lleva mucho tiempo parado. Y es aquí donde nace el dilema. No existe el sentimiento de que Bellingham esté en riesgo de recaída; ahora bien, solo ha jugado 22’ desde el Mundial de Clubes. Los 2’ que Xabi le dio contra el Espanyol y los 20’ de anteayer, frente al Levante. Pero saltar desde esto, hasta una titularidad en el Metropolitano, parece algo casi digno de Duplantis. O de Jude.
Poder, Bellingham puede. De hecho, el sentimiento es que si alguien es capaz de sobreponerse a una situación como esta −salir al coliseo y que apenas se note todo este proceso−, es él. Hay mucha fe. Pero también dudas. Y lógicas.
Debate interno
Quedan tres días para tomar una decisión; para resolver el gran dilema. Uno que condiciona el once: si no empezase Jude, Güler se mantendría en el medio y Mastantuono, en la banda. Sería una continuidad de lo que tan bien está funcionando. Un ‘mal’ menor, en definitiva. Pero de entrar Bellingham... uno debería ir al banquillo. O Güler jugaría en la banda derecha, o lo haría Mastantuono.
Todo pasa por tomar una decisión en torno a Bellingham. Es una mera cuestión de tiempo que se asiente en el once y recupere el papel de ‘indiscutible’. Cómo se reconstruirá el equipo, será un debate a medio plazo. Para más adelante. Pero a corto, para ya, lo que toca es pensar en el Metropolitano. Donde los plazos son muy justos. Y donde Jude, hey, eres el dilema.


