Un nuevo Güler
El turco completa una metamorfosis física y futbolística. Ha ganado ocho kilos de masa muscular y vive con un preparador físico, un fisio y un cocinero. Xabi que lo tiene claro: “Es un jugador especial, con él jugamos mejor”.
Atrás quedan dos temporadas con luces, pero también con sombras. En la primera las lesiones le frenaron y luego contó poco (440 minutos), pero dejó su sello con seis tantos; y en la 2024-25 participó más (2.200’), hizo otros seis goles y dio once asistencias, pero a Ancelotti le faltó valor para lanzarse a la aventura de usarle como un medio más.
Xabi Alonso no dudó: tiró del turco como interior, casi como mediocentro, en todos los partidos del Mundial de Clubes. Le dio la titularidad en cinco de los seis duelos. Ante el PSG naufragó, como todos en el Madrid, pero en los duelos previos el equipo experimentó una mejora importante en el juego y el turco hizo su parte en esa evolución. Un anticipo de lo que se verá en la campaña que arranca para el Madrid el 19 de agosto en el Santiago Bernabéu ante Osasuna.
Para dar este paso de mediapunta resultón a centrocampista total, Güler ha tenido que moldear su cuerpo. Y el resultado se nota, ya no es aquel chaval espigado que aterrizó con 18 años en el Madrid, con un físico más propio de un niño que de un hombre maduro. El trabajo de gimnasio que ha venido haciendo le ha reportado entre ocho y diez kilos de músculo (ha saltado de 62 kilos a más de 70). Lo ha logrado gracias a un compromiso total en su estilo de vida: vive con su fisio, su preparador físico y su cocinero y entre los tres han adaptado su dieta y su trabajo en casa para potenciar un cuerpo que, ahora sí, parece el de un centrocampista.
“Lo tiene claro y sabe qué hay un proceso”
En lo futbolístico, Xabi Alonso no parece tener dudas: “Tiene muchas calidades, es un jugador especial. Tiene un repertorio muy amplio con los pases, jugamos mejor con él, pero tiene que aprender, desarrollar su juego mejor. Es el momento de invertir para que haya un progreso de Arda”. Y en el club, más de lo mismo: la salida de Modric estuvo íntimamente relacionada con los planes para el turco, pues se consideraba que el croata ocupaba unos minutos que a Güler le van a venir de perlas para crecer como interior. Y ya ha quedado claro que Ceballos también está por detrás de Arda en la rotación.
Faltaba el aspecto mental, pero en eso el entorno de Güler insiste en algo: nunca ha dudado de su elección al fichar por el Madrid. Ni tan su primera temporada, complicada por la falta de minutos, ni en la segunda cuando los resultados del equipo no acompañaron tanto. La adaptación a centrocampista es menos complicada de lo esperado ya que, con Turquía, suele desempeñarse en esa posición con soltura. Pero al mismo tiempo en su país recibe una cuota de atención que podría haberle hecho confundirse. No ha sido el caso. “Lo tiene clarísimo, sabe cuál es el proceso y aceptarlo, ser humilde y exigente”, cuentan desde el entorno cercano de este nuevo Güler
