Ya son 58.300 los muertos por la guerra en la Franja de Gaza
Los bombardeos en el enclave palestino provocaron cientos de fallecidos y heridos en las últimas 24 horas. Organismos internacionales alertan sobre el colapso humanitario
La ofensiva militar israelí, que se intensificó tras el colapso del acuerdo temporal de enero, ha dejado una franja devastada, con hospitales colapsados, barrios enteros arrasados y una población civil cada vez más atrapada entre los ataques y el colapso de los servicios básicos. Las agencias humanitarias internacionales advierten sobre una catástrofe sin precedentes y exigen un cese inmediato de las hostilidades para permitir el ingreso de ayuda.
Mientras el número de muertos crece, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron este lunes sobre la muerte de Muhammad Nasr Ali Kanita, un presunto alto mando de los servicios de inteligencia de Hamas. Según el comunicado, Kanita falleció el 19 de junio durante una operación conjunta del Ejército con el Shin Bet, el servicio de inteligencia interior, en Gaza.

Las FDI afirman que Kanita participó en los ataques del 7 de octubre de 2023 y que alojó en su vivienda a Emily Damari, una de las rehenes israelíes más reconocidas, capturada por Hamas durante esa jornada. Damari fue liberada en enero tras un canje acordado durante el breve alto el fuego.
En una publicación en redes sociales, Damari expresó alivio al conocer la muerte de Kanita, aunque insistió en que el verdadero desenlace solo llegará cuando regresen los 48 rehenes que aún permanecen en poder de Hamas.
“Así es como luce el rostro del mal. Un rostro que nunca olvidaré. Me alegra profundamente saber que ya no está en nuestro mundo. Pero la verdadera victoria será cuando Gali, Zivi y los otros 48 rehenes regresen a casa”, escribió en redes sociales.
Israel sostiene que mantiene operaciones quirúrgicas para neutralizar objetivos militares de Hamas, pero las imágenes provenientes de Gaza muestran otra realidad: zonas residenciales destruidas, cuerpos bajo los escombros y mercados populares alcanzados por los bombardeos. Testigos relatan ataques sobre puntos de distribución de ayuda, donde decenas de civiles buscaban alimentos.
El Ministerio de Salud gazatí (controlado por Hamas) acusa a Israel de atacar deliberadamente infraestructura civil y zonas densamente pobladas, algo que las autoridades israelíes niegan. Mientras tanto, las organizaciones de derechos humanos denuncian posibles crímenes de guerra y piden investigaciones independientes.
En el plano diplomático, crece la presión internacional para imponer un nuevo cese al fuego. Sin embargo, las negociaciones permanecen estancadas. El gobierno de Netanyahu insiste en mantener la ofensiva hasta desmantelar por completo la estructura militar de Hamas, mientras que los mediadores internacionales reclaman medidas urgentes para proteger a la población civil.