Ter Stegen: operación o salida
El meta alemán no tiene nada claro volver al quirófano para solucionar sus problemas de la espalda. Por contra, en el club creen que es la mejor opción si persisten los dolores.
Un año y medio después de la operación parece que los dolores han vuelto en la zona lumbar y ahora mismo todo apunta el quirófano como la vía más realista. Desde el club se tiene muy claro que si no remiten las molestias en los próximos días, la única solución sería el bisturí. Sin embargo, Ter Stegen no es muy partidario de dar este paso y ha pedido un poco de tiempo para testar sensaciones. No se descarta que en los próximos días, el portero salte al campo para hacer una evaluación ‘in situ’ de su estado real. Tampoco hay que olvidar que hace menos de un año volvió a pasar por el quirófano, pero esta vez para solucionar una grave lesión en el tendón rotuliano de la rodilla derecha, que le dejó prácticamente inédito el curso pasado. El recuerdo de este trance también pesa, y mucho, a la hora de tomar la decisión de operarse de nuevo.
No hay duda que para el club, la opción del quirófano sería como matar dos pájaros de un tiro: aplazaría la decisión del futuro Ter Stegen hasta enero y podría inscribir a Joan García con el 80% de la ficha del meta alemán, que no sería inscrito al ser una baja de más de cuatro meses. Sería un caso muy similar al de la lesión del danés Andreas Christensen el pasado verano, que abrió la puerta a la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor.
Sin embargo, a día de hoy nadie sabe dentro del club a ciencia cierta qué va a pasar. “Lleva varios días muy raro, quejándose de todo”, explican dentro del vestuario sobre la actitud de Ter Stegen desde que llegó de vacaciones. No hay duda que su conversación de la semana pasada con Hansi Flick no acabó de ser del agrado del portero, que desde que se incorporó el domingo no se le ha visto prácticamente el pelo.
Si finalmente Ter Stegen decide no operarse, entonces se abre un nuevo escenario para el club: la elevada ficha del portero impediría ahora mismo inscribir a Joan García. El pulso entre el alemán y el Barcelona se intensificaría hasta tal punto que podría acabar infligiendo daños colaterales a todos los niveles.