Samba para el Chelsea
Los ‘blues’ buscan ante Fluminense el pase a la final. João Pedro o Jackson, duda. Tercer rival brasileño del torneo
El Chelsea no juega el Brasileirão, pero casi, pues ante Fluminense se enfrentará al tercer rival brasileño en lo que va de Mundial. Antes cayó ante Flamengo y superó a Palmeiras, los dos equipos brasileños más grandes en la actualidad, y ahora le espera el sorprendente Flu en las semifinales, en la antesala de la gran final mundialista, un premio inmenso para el que alcance dicho honor.
Nadie daba un duro por estos dos conjuntos antes del torneo y es digno de elogio lo que están haciendo. El Chelsea de Maresca poniendo orden y mesura a los infinitos fichajes millonarios que han llegado últimamente; el Fluminense de Renato Gaúcho siendo una roca defensiva y una máquina de competir. Dos mundos, dos polos contrapuestos, de los que hoy solo uno saldrá con vida.
Al Chelsea le han ido bien las cosas con su estilo desenfadado y cambiante. Ha ido variando de onces y de estilos que llega fresco cuando los demás tienen la lengua fuera. Hoy recuperará a Caicedo, sancionado en cuartos, pero a cambio perderá por ese mismo motivo a Colwill y Delap, dos baluartes en las áreas, la propia y la ajena.
Esto puede propiciar que sea titular João Pedro, aterrizado hace sólo unos días en EE UU tras pagar 70 millones de euros el Chelsea al Brighton. Ya jugó algo ante Palmeiras y podría salir de inicio ante el club en el que se formó, curiosamente, el que le permitió dar el salto a la Premier y costar lo que hoy cuesta. En cualquier caso, las amenazas de los blues en el torneo están siendo Pedro Neto y Palmer, dos zurdos capaces de inventar cosas imprevistas.
En otro contexto muy distinto, Fluminense espera dar otra sorpresa a través del rigor defensivo y táctico. Sus dos baluartes, el portero Fabio y el central Thiago Silva, de 45 y 40 años respectivamente, se están llevando los honores. Es heroico lo del central, ex del Chelsea, por cierto, su último club en Europa, al que algunos ya piden que regrese a la selección.
Sin Freytes ni Martinelli, sancionados, Renato Gaúcho tendrá que hace malabares para mantener su línea de tres atrás o cambiar de dibujo e incluir otro centrocampista más.
Cambios. La sensación está siendo Hércules saliendo desde el banquillo y apunta a titular en la semifinal ante la ausencia de Martinelli. Fluminense no tiene grandes figuras, quizá Thiago Silva, como sí tuvo históricamente, la última de ellas Marcelo cuando el tricolor fue campeón de la Libertadores hace dos ediciones.
Pero por allí pasaron antes Romario, Ronaldinho, Rivelino, Didi, Pintinho, Carlos Alberto, Branco... Palabras mayores, sin duda, que hablan de la grandeza de un equipo que arrastrará en masa al estadio a su numerosa afición desplazada hasta EE UU. No solo es el orgullo de Brasil en este torneo, es el orgullo de toda Sudamérica y con esa bandera jugará ante un coloso europeo. Viene un duelo con premio. Con premio gordo. Una final aguarda al vencedor.