Qué son los terremotos lunares y por qué son un riesgo para futuras bases en la Luna

Un estudio reciente advirtió que la actividad sísmica podría comprometer la seguridad de las infraestructuras humanas. Cuál es el impacto sobre las futuras misiones

Infobae

La posibilidad de construir bases permanentes en la Luna despierta entusiasmo en la comunidad científica y entre quienes sueñan con un futuro de exploración espacial. Las imágenes de hábitats protegidos bajo cúpulas y equipos humanos desarrollando trabajos sobre el terreno lunar alimentan la imaginación desde hace décadas. Sin embargo, existe una amenaza silenciosa capaz de poner en jaque estos proyectos: los terremotos lunares.


Un reciente estudio publicado en Science Advances cambia completamente el debate sobre la seguridad de la exploración lunar. Investigadores del Smithsonian y la Universidad de Maryland señalan que los terremotos lunares constituyen el mayor peligro para la estabilidad de las infraestructuras previstas en el satélite de la Tierra, superando el riesgo de impactos de meteoritos. Este descubrimiento sitúa la seguridad y la planificación de futuras bases científicas en el centro de la agenda internacional.

La actividad sísmica supera a
La actividad sísmica supera a los meteoritos como amenaza para infraestructuras humanas en el satélite (NASA)

De acuerdo con la universidad, el equipo responsable del estudio halló que la actividad sísmica, en particular en regiones como el valle Taurus-Littrow—ubicación del alunizaje del Apolo 17 en 1972—, puede poner en peligro la integridad de hábitats y dispositivos instalados sobre la superficie lunar.

Sismicidad lunar: una amenaza evaluada de forma inédita

El análisis estuvo encabezado por Thomas R. Watters, científico emérito sénior del Smithsonian, y Nicholas Schmerr, profesor asociado de geología en la Universidad de Maryland. Los investigadores examinaron detalladamente la evidencia geológica obtenida durante la misión Apolo 17.

Los astronautas de la NASA recogieron fragmentos de rocas y registraron deslizamientos de tierra, sucesos que el equipo científico relaciona directamente con la acción de sismos en la Luna. Ante la ausencia de dispositivos modernos para medir la actividad sísmica en el satélite, estos indicios físicos se convirtieron en la clave para evaluar el peligro.

El riesgo sísmico aumenta para
El riesgo sísmico aumenta para misiones de larga duración y bases permanentes en la superficie lunar

Schmerr puntualizó que, mientras en la Tierra existen tecnologías capaces de registrar con precisión cada movimiento del suelo, en el entorno lunar hay que recurrir a pruebas indirectas. “No contamos con instrumentos de medición de movimiento potente que permitan medir la actividad sísmica en la Luna como en la Tierra, así que tuvimos que buscar otras formas de evaluar el posible movimiento del suelo, como las caídas de rocas y los deslizamientos de tierra que se activan con estos eventos sísmicos”, afirmó el geólogo, según la Universidad de Maryland.

Durante el estudio, se aplicaron modelos avanzados para estimar la intensidad de los antiguos sismos lunares y definir su origen. El foco principal fue la falla Lee-Lincoln, estructura geológica en el fondo del valle Taurus-Littrow, la cual ha registrado eventos sísmicos de manera constante durante los últimos 90 millones de años.

Lee-Lincoln: las señales de una falla aún activa

La investigación reveló que la falla Lee-Lincoln generó terremotos lunares con una magnitud cercana a 3,0. En comparación con los sismos terrestres, estas cifras pueden parecer menores, pero en la Luna resultan significativas, sobre todo si el temblor sucede cerca de la fractura. La institución advierte que no se trata de un caso aislado: la superficie lunar alberga miles de fallas semejantes, lo que amplía el área amenazada.

Watters expresó: “Al planificar la ubicación y evaluar la estabilidad de los asentamientos permanentes en la Luna, se debe considerar la distribución global de fallas de empuje jóvenes, como la falla Lee-Lincoln, su potencial de permanecer activas y la posibilidad de que se formen nuevas fallas de empuje a partir de la contracción en curso”.

Nuevas tecnologías y paleosismología lunar
Nuevas tecnologías y paleosismología lunar permitirán mejorar la seguridad de las bases en la Luna (Imagen ilustrativa Infobae)

La actividad detectada sugiere que la falla Lee-Lincoln puede seguir activa, lo que significa que las futuras misiones y bases lunares están expuestas a estos peligros, no solo al legado geológico.

Nivel de riesgo y desafíos para las nuevas infraestructuras

Uno de los grandes aportes del trabajo es la estimación numérica del peligro sísmico. Watters y Schmerr determinaron que la probabilidad de que ocurra un sismo lunar dañino, un día cualquiera cerca de una falla activa, es de uno en 20 millones.

Si bien parece pequeña, al acumularse durante largas estancias la cifra se incrementa. Lo que era marginal para misiones breves, como la Apolo 17, resulta sustancial en planes de colonización: un hábitat que se mantenga operando diez años afrontaría una probabilidad de uno en 5.500 de experimentar un sismo peligroso, un riesgo mucho más elevado que durante una misión corta.

Además, el informe alerta sobre la susceptibilidad de infraestructuras modernas como el Sistema de Aterrizaje Humano Starship, cuya estructura más alta y esbelta podría volverse vulnerable ante temblores intensos. Estos descubrimientos exigirán repensar criterios de diseño y localización para evitar fallas estructurales en la futura construcción lunar.

Artemis y el futuro de la presencia humana en la Luna

El avance del programa Artemis de la NASA, enfocado en establecer una ocupación humana estable en la Luna, convierte estos hallazgos en un asunto prioritario. Los riesgos sísmicos expuestos por Watters y Schmerr representan un reto distinto al de las misiones Apolo, que solo contemplaban breves estadías sin instalaciones fijas.

Mapa del Polo Sur lunar
Mapa del Polo Sur lunar con epicentros de terremotos (en magenta) y zonas analizadas por sondas orbitales (en celeste). La información es clave para elegir sitios seguros de alunizaje en futuras misiones como Artemis III (NASA/LRO/LROC/ASU/Smithsonian Institution)

Schmerr ilustró el cambio de escala: “Si los astronautas estuvieran allí un día, tendrían muy mala suerte si ocurriera un evento dañino. Pero si se tiene un hábitat o una misión tripulada en la Luna durante una década entera, eso equivale a 3.650 días multiplicado por 1 en 20 millones, o el riesgo de un terremoto lunar peligroso se reduce a aproximadamente 1 en 5.500. Es como pasar de tener una probabilidad bajísima de ganar la lotería a tener una probabilidad mucho mayor de que te repartan un póker de cuatro iguales”.

Queda en evidencia que incluir el análisis del riesgo sísmico será esencial a la hora de diseñar proyectos destinados a permanecer largos períodos sobre la superficie de nuestro satélite.

Avances en paleosismología lunar y claves de seguridad

El trabajo de Watters y Schmerr representa un avance en la paleosismología lunar, gracias a nuevas tecnologías como imágenes orbitales de alta resolución y sismómetros avanzados que llegarán con las misiones Artemis. Estas herramientas permitirán obtener datos más precisos y mejorar la seguridad de futuras instalaciones.

Los autores recomiendan planificar cuidadosamente la ubicación de las bases y evitar construir sobre escarpes o fallas activas. Aunque el riesgo de un gran sismo lunar es bajo, no puede ser ignorado en los nuevos proyectos. Priorizar la seguridad en el diseño y la elección del sitio será clave para proteger la presencia humana en la Luna.

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