Los últimos miedos de Nico

El Barça y su representante, Félix Tainta, se enredan buscando una solución para el ínterin entre el pago de la cláusula y la inscripción. Las versiones son dispares y la posibilidad del segundo gatillazo de Laporta, real.

Juan Jiménez

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El rotundo sí de Nico Williams al Barça, el acuerdo hasta 2031 anunciado por periodistas especializados en mercado como Fabrizio Romano, cifras incluidas (entre siete y ocho millones de euros al año) empieza a tener peros. Más bien, miedos. El jugador y su representante, Félix Tainta, que comunicó al Athletic la voluntad del jugador de marcharse, llevan días pidiéndole al Barça garantías de inscripción para autorizarle al club el pago de la cláusula de rescisión. La discusión se ha enredado ahí. Según Mundo Deportivo, el jugador pidió estar inscrito antes del día 5 de julio. La versión del medio Jijantes es que Tainta le daba diez días al Barça para inscribirlo cuando pagara la cláusula; y que, de no hacerlo, el jugador quedaba libre.

El Barça, mientras, transmite que no se firmará ninguna cláusula escapatoria como un día cerró Koundé, o el mismo Olmo la temporada pasada después de los problemas de su primera inscripción en agosto. El club no quiere comprometer 62 millones de euros, pero sí ha enseñado una hoja de ruta a Tainta para demostrarle que no tendrá problemas para inscribir al jugador.

Pero lo de Nico no es tan fácil. Después del subidón de darle el sí al Barça (ahí las versiones tampoco coinciden: unas insisten en que fue el agente quien forzó el acercamiento; otras que el Barça se lanzó a por él sabiendo, después de la concentración de la Nations League, que podía estar receptivo un año después a jugar de azulgrana), Nico pasó a un plano más cerebral basado en los problemas de inscripción de jugadores que ha arrastrado el Barça en las últimas temporadas. Su representante, Félix Tainta, muy vinculado al Athletic, en el que tiene a un buen puñado de jugadores, asegura que trabaja en darle las máximas garantías a su jugador.

Tainta tiene un carácter fuerte. Y, aunque para muchos el asunto ha ido demasiado lejos como para dar marcha atrás, lo cierto es que Deco y Tainta necesitan encontrar una fórmula imaginativa que ayude a desatascar un fichaje que podría suponer un segundo gatillazo muy dañino para Joan Laporta por más que pudiera escudarse en la falta de decisión del extremo.

Nico, por su parte, vive días difíciles. Ha visto su cara llena de insultos en el famoso mural de Lutxana y ha sido atacado desde los sectores athleticzales menos comprensivos, al punto de ver salir en su defensa a Iñaki Williams, que la próxima temporada será el primer capitán después de la retirada de Óscar de Marcos. Y mientras, de fondo está el Bayern, que ya en su día fue con fuerza a por el menor de los Williams pero se retiró de la puja por la aparición fulgurante del Barça. Ahora vuelven las dudas y los días avanzan. Desde el Barcelona se insiste en que están listos para el pago de la cláusula, y que esta podría ejecutarse incluso este viernes. Pero para eso hay que darle garantías a Nico, y de momento no lo ha conseguido.