Los retoques que evalúa Riquelme en el Consejo de Fútbol para descomprimir la crisis en Boca
A casi dos semanas de su próximo partido, el Xeneize vive horas complejas y la situación puede tener consecuencias.
Claro, la escena fue el preludio de una noche que no se terminó rápido para Juan Román Riquelme y su Consejo de Fútbol (reunidos en el Predio hasta bien tarde en la madrugada), que este martes por la tarde tuvo su primera acción oficial en el reencuentro de las partes en Boca Predio.
¿Cambios en el Consejo?
En cuanto a la parte dirigencial, el reclamo al presidente sigue unificando criterios en pos de que debe torcer el rumbo de conducción que lo tiene como único responsable de tomar las decisiones más trascendentes en torno al armado del plantel, a la comunicación institucional y a los tiempos de cada proceso.
Ante esa demanda, el silencio actual (Riquelme no se cruza con periodistas que no sean del canal oficial desde sus ruedas de prensa durante el Mundial de Clubes y su última entrevista ante un panel data del 2024) no parece anunciar un cambio de rumbo sino que más bien parece un ajuste y retoque del modelo de conducción.
En ese sentido, Román evalúa los cambios que puede realizar para descomprimir la situación, siendo que los integrantes del CdF tienen una mala imagen hacia afuera con los hinchas y también para adentro con los futbolistas, como parte del malestar que anticipó Olé ("Todo podrido": el clima pestilente en Ezeiza, la razón de la crisis terminal en Boca).
Eso sí, ninguna fuente consultada pone las manos en el fuego por una remodelación completa ni la incorporación de un mánager con autonomía. Sería un refresh. Y en el fondo, la conducción no dejará de ser presidencialista con todas las decisiones a cargo de Román y nadie más.
Hay algunos nombres que suenan, caso el Mono Navarro Montoya, quien fue coordinador de Inferiores en el inicio del primer mandato con Jorge Ameal, y otros que se ofrecieron públicamente como el Beto Márcico. Y también la chance de que siga solamente Delgado, el más el más cercano a Román de los tres integrantes actuales, el hermano de la vida.
La banca a Russo
En cuanto a la parte técnica, la decisión de parte del presidente es la de sostener a capa y espada a Russo en su cargo. Tan es así que internamente los cuestionamientos le apuntan a los jugadores, a sus niveles bajos y a la sumatoria de ciclos y entrenadores en los que no vienen respondiendo.
"Miguel le pone huevos a la vida, tiene ganas. En la cancha se ve mucho nervio, los jugadores patean nerviosos, corren nerviosos, dan pases nerviosos. Así es imposible", le confiaron a Olé después de una jornada libre, un día de descanso apuntando a descomprimir lo que se asume como una situación de alta exigencia mental.
A esta altura del derrotero del actual DT, el contraste con la situación que vivió Fernando Gago en cada derrota dura (ante Vélez por Copa Argentina, ante Alianza Lima en la eliminación de la Copa Libertadores), es notorio. No aparecen cuestionamientos tácticos ni de decisiones en cuanto a nombres. Y sí en cambio críticas a los futbolistas.
"Se vienen cambios", sugirieron desde el entorno del entrenador, que asumió un silencio total luego de un contacto con los micrófonos en el cual su mensaje fue casi único: hacerse cargo del problema y de la búsqueda de la solución.
Y en esa dirección, la certeza de que peor no se puede jugar puede abrirle la puerta a que nombres fuera de carpeta dejen el equipo, que algunos de los relegados tenga su chance o que incluso pueda aparecer alguna sorpresa desde la Reserva.