La ley del ex más cruel

João Pedro se enfrenta a Fluminense con el objetivo de amargar el sueño al equipo de su adolescencia. Será su segundo partido con el Chelsea después de su buen debut.

Iván Cordovilla

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João Pedro (Ribeirão Preto, Brasil; 2001) está viviendo unas semanas vibrantes. Fichaje por el Chelsea el día 2, debut el día 4 (con muy buenas sensaciones) y duelo contra el equipo de su adolescencia el día 8. Mañana se enfrentará a Fluminense, club al que se unió con diez años y que le vio crecer hasta los 18, cuando se marchó con una maleta llena de sueños a la Premier League.

Antes de llegar al Watford, dejó en Flu 36 partidos. El equipo de Rio de Janeiro ha sido clave en el desarrollo de este talentoso delantero, porque en sus categorías inferiores fue cuando hizo la transición desde mediocentro defensivo hasta la punta del ataque. Empezó en esa posición por su padre, Chicão, exfutbolista de Botafogo que fue condenado a 16 años de prisión por cómplice de asesinato cuando João Pedro solo tenía un año.

Una infancia complicada, como muchos de sus compatriotas, que encontró su tabla de salvación en el fútbol. Su calidad técnica y su conocimiento del juego reconducirían una vida que tenía muchos riesgos. Y ahí fue Fluminense en donde se apoyo João Pedro.

Este martes, el nuevo futbolista del Chelsea tendrá el objetivo de hacer cumplir la ley del ex, esa norma no escrita del fútbol en la que los jugadores marcan a los equipos de su pasado y que sucede muy a menudo. Sería una crueldad para João Pedro ser él quien le niegue al equipo que lleva en el corazón el sueño de jugar la final del Mundial de Clubes. Pero fue el propio Fluminense quien le hizo tan buen futbolista.