Independiente se va quedando sin excusas
El Rojo sufre un espantoso comienzo de torneo que solo deja un diminuto resquicio de esperanza por lo hecho anteriormente, pero ya no alcanza.
Desde los apellidos es difícil de explicar. La salida de Álvaro Angulo y la ausencia por lesión de Sebastián Valdez son los únicos que faltan de la columna vertebral que llevó a Independiente hasta las semifinales del torneo y avanzar en Copa Argentina y Sudamericana. Entonces cuesta entender por qué el equipo se arrastra en este inicio de pesadilla.
El conjunto de Julio Vaccari dio pena en La Plata y realmente cuesta encontrar algún indicio positivo. Independiente está perdido sin GPS, guía Filcar o lo que sea que lo vuelva a ubicar. Así no sólo no encuentra cómo retomar su camino, sino que cada vez más parece desviarse en calles cada vez más oscuras que hoy lo dejan en el último puesto de su grupo.
El Rojo no mejoró nada de lo que necesitaba y logró empeorar todo lo bueno que tenía. Del empate en Junín ante Sarmiento, pasando por la derrota con Talleres hasta la caída ante el Lobo todo fue en retroceso. No hay orden defensivo, un mediocampo que exija, busque y juegue ni tampoco un ataque que preocupe al rival. El equipo se desmorona en la tabla por las copas y regaló puntos, que jugando así, cuesta ilusionarse con recuperarlos pronto.
Cuesta marcar dos nombres cuando el nivel grupal es tan flojo, pero lo de Iván Marcone y Nicolás Freire es aún peor que el resto. El ex Boca volvió a tener de esas actuaciones que exasperan mientras que el defensor proveniente del Inter de Miami juega acorde a su inactividad previa antes de llegar al club. Recordemos la declaración que disparó luego de la derrota ante Talleres en la que marcó el único gol: "Cuando llegué me sentía un ex jugador".
Esta vez, el entrenador prefirió no poner excusas utilizando el mercado de pases, o algo así. En esta oportunidad pidió que le pregunten a los dirigentes con algo de ironía, mientras reconoció el mal momento. La autocrítica que tanto esperan los hinchas pero que si no se traduce en decisiones que sacudan la apatía con la que el Rojo encaró los primeros partidos después del receso. Igualmente ya que se le va a consultar algunas cuestiones a la dirigencia que también expliquen con detalles la venta de Santiago Hidalgo. Perdón si soy desconfiado pero a más de uno lo conocemos hace largo rato.
El viernes se juega uno de los objetivos ante Belgrano por Copa Argentina y no hay lugar para pensar en que jugadores suma River. El equipo de Marcelo Gallardo recién será el rival de la cuarta fecha, o sea que analizar o preocuparse por las incorporaciones del Millonario antes de esa fecha, carece de sentido.
Hay que volver a buscar el fútbol. No puede estar tan lejos. Fue hace poco que se lo vio por Avellaneda y Vaccari parecía tener el mapa que lo llevaba a encontrarlo.